Indra, Caixabank, Banco Sabadell, Iberdrola... los 'Ibex' que ultiman plan estratégico en 2024

Uno de los que más expectación levanta es el de Indra. Tras un periodo de muchos cambios en la gobernanza de la empresa desde la llegada hace dos años de Marc Murtra a la presidencia, el verano pasado llegó el momento de la estabilización y de empezar a pensar en el futuro.

Labor de tracción

Esa labor fue encomendada a José Vicente de los Mozos, durante muchos años responsable de Renault en España y desde mediados de 2023 consejero delegado de Indra. 

El ejecutivo relevó a Jorge Mataix, en un claro mensaje que Indra dirigió a los mercados bajo el prisma de cambio de paradigma. Entre sus primeras decisiones de calado figuró la confección de un plan estratégico a tres años que diera luz sobre el camino que la compañía controlada por el Estado deberá recorrer para cumplir sus objetivos de actuar como tractor de una industria tan relevante para los próximos años como será la de Defensa y seguridad. 

José Vicente de los Mozos, presidente ejecutivo de Ifema y consejero delegado de Indra / EP

Durante el primer trimestre está previsto que Indra dé a conocer su hoja de ruta, que dará más pistas sobre el tan comentado futuro de su división tecnológica, desde hace unos años en el punto de mira de la compañía con vistas a posibles desinversiones.

En una de sus últimas comparecencias públicas, Murtra volvió a dejar la puerta abierta a una operación corporativa de este tipo, casi con la misma rotundidad que la cerró a cualquier clase de alianza con Telefónica.El plan también desvelará el horizonte de Indra como socio de ITP Aero después de que, tras muchos intentos, entrara finalmente en el capital del fabricante español con la adquisición de un 9,5%. Una operación que forma parte de la estrategia de Indra de sumar activos, formalizar alianzas para hacer avanzar al sector, en lugar de fagocitarlo a través de compras y fusiones. 

Aluvión de inversores

Antes incluso de darse a conocer el detalle del plan, inversores de todo tipo se han hecho en los últimos meses con cerca del 30% del capital de la compañía, incluida la ampliación de la participación del Estado del 18% al 28%. Una circunstancia que ha contribuido a que Indra sea una de los valores más destacados del Ibex 35 en 2023, con un avance global del 31,5%.

Junto a Indra, todas las miradas se dirigen igualmente al sector financiero, donde Caixabank y Banco Sabadell también tienen tareas pendientes a la hora de diseñar su futuro más inmediato.

Rentabilidad alcanzada

En el caso del primero, su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ya señaló que el banco ha empezado a trabajar en el nuevo plan antes de entrar en el último año de vigencia. Se trata del primero de la entidad resultante de la fusión con Bankia.

A la espera de culminar los tres años del plan, este 2024, algunos objetivos como el de situar la rentabilidad en el 12% se han alcanzado con antelación, gracias sobre todo al notable impulso de las subidas de tipos pero también con una destacada actividad comercial y un incremento de la eficiencia.

Caixabank se enfrenta al reto de operar en un entorno en el que, justo al contrario del escenario de los últimos trimestres, el precio oficial del dinero podría empezar a corregir a la baja y los ritmos de crecimiento registrados en 2023 resultan insostenibles.

A la par que los resultados anuales, Banco Sabadell tiene previsto anunciar al mercado nuevos objetivos después de que los contemplados en el plan 2021-2023 hayan sido superados con creces. Como en el caso de Indra, el diseño de una hoja de ruta para dirigir los pasos de la entidad también fue el primer reto del, por entonces, nuevo consejero delegado del banco, César González-Bueno.

Cambio radical

Basado en una fuerte contención del gasto con el fin de generar ahorros superiores a los 100 millones de euros anuales y apoyado igualmente en el entorno favorable de tipos, Banco Sabadell ha pasado de presentar una rentabilidad próxima a cero y apenas dos millones de beneficios anuales a un retorno del 8% y un resultado superior a los 1.000 millones de euros, aun a falta de las cifras del último trimestre.  

El mercado espera metas más ambiciosas y una consolidación que termine de despejar las dudas sobre una entidad cuya continuidad en solitario estaba más que en entredicho a finales de 2020, precisamente cuando se anunció la llegada de González-Bueno para relevar al hoy presidente del Circulo de Economía, Jaume Guardiola.

Ignacio Galán, presidente de Iberdrola / IBERDROLA

También dentro del primer trimestre tendrá lugar una nueva edición del Capital Markets Day de Iberdrola, en el que la energética actualizará los objetivos de su plan a 2025, por segunda vez desde que fue aprobado y presentado. 

La primera se produjo a finales de 2022, cuando la compañía que preside Ignacio Galán elevó sus estimaciones de inversión y de resultados; apenas año y medio después, los avances de Iberdrola en geografías como EEUU y Reino Unido y en segmentos como el de eólica marina hacen necesaria una nueva revisión. 

Llegará en un contexto en el que la Unión Europea busca profundizar en su autonomía energética, que pasa por un mayor desarrollo de las renovables. Un escenario de lo más apropiado para Iberdrola.