Dani Esteve, cofundador de Desokupa, en una protesta contra los okupas en Barcelona

Dani Esteve, cofundador de Desokupa, en una protesta contra los okupas en Barcelona EP

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Dani Esteve, el líder de Desokupa, regresa a Barcelona con un nuevo negocio

El empresario ignora su rivalidad con los Casuals y arma una nueva empresa en el corazón de la capital catalana

22 diciembre, 2023 00:00

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Nueva aventura de Dani Esteve, cofundador de Desokupa. El empresario y exboxeador ha regresado a su Barcelona natal para montar un nuevo negocio. El movimiento no es menor si se tiene en cuenta que la empresa antiallanamientos mantiene una rivalidad histórica con los Casuals, los hooligans del FC Barcelona convertidos en uno de los grupos criminales más temidos de la ciudad. 

Lo explican fuentes del sector de la seguridad, que detallan que Esteve ha vuelto a la capital catalana con una nueva y discreta aventura económica. Se trata de una firma de tatuajes que, por lo pronto, ha nacido en pleno distrito del Eixample, la almendra central del municipio. 

Discreción

Este medio se ha dirigido en dos ocasiones a Desokupa para recabar más información del nuevo negocio en Barcelona. No ha recibido respuesta. 

Dani Esteve, en las marchas antiokupas en Barcelona en junio

Dani Esteve, en las marchas antiokupas en Barcelona en junio CG

Sí han dado más detalles fuentes del sector de la protección ciudadana. Han precisado que la compañía de tatuajes supone una "diversificación de los negocios" de Esteve, que reaccionaría ante la facturación irregular de su principal actividad. Desokupa logró beneficios el último año, pero no el anterior, pese a la conflictividad squatter en España. 

Apuntan, asimismo, a que ha brindado su apoyo a "algún conocido que busca irrumpir en el sector de la tinta" y que se puede beneficiar de este modo de la popularidad que ha conseguido en los últimos tiempos. 

Rivalidad y amenazas

Tiene otra derivada. Supone ignorar la rivalidad que Esteve mantiene con los Casuals, los ultras del FC Barcelona que se tornaron en un grupo delictivo a mediados de los 2000. 

Los mismos interlocutores recuerdan que "tienen cuentas pendientes" respecto a actividades que tienen lugar al margen de la legalidad en la capital catalana. De hecho, Desokupa ha centrado su actividad en otras comunidades autónomas y su cara más visible y cofundador ha cambiado su lugar de residencia. 

Los Casuals siguen activos

Toda prevención con la temida banda criminal es poca, añaden otras voces del sector. Mossos d'Esquadra asestó en junio de este año el enésimo golpe a los ultras. Arrestó a decenas de ellos, pero el mazazo no ha calmado sus ánimos.

Como explicó este medio, la facción más dura de ellos busca ahora a Francisco Pérez, conocido como Paco El Gordo, para hacerle pagar la nueva caída de la banda. Le han señalado porque sus conversaciones fueron interceptadas por la policía catalana.  

Los Mossos, arrestando a 'Paco el Gordo' en junio

Los Mossos, arrestando a 'Paco el Gordo' en junio EP

Actividad intensa de Casuals antes de su caída

Mossos d'Esquadra desarticuló a los Casuals por sus presuntos vínculos con el narcotráfico, entre otros supuestos delitos que estaban bajo la lupa judicial. Antes, la banda se paseaba por la Ciudad Condal con total libertad.

En diciembre de 2022, provocaron un violento altercado en una discoteca del Frente Marítimo. Este mismo año se les ha visto en reservados vip de clubs de ocio nocturno de la zona alta de la segunda mayor ciudad española. 

Dos mundos que se encontraron en el pasado

Dani Esteve se entrecruzó hace muchos años con esta actividad frenética de la banda. Mucho antes de que Desokupa naciera y se profesionalizara, ambos mundos se encontraron. Los hooligans culés han utilizado a lo largo de su historia delictiva inmuebles okupados en diversas operaciones. 

El resultado de este choque es que el ahora inversor de un salón de tatuajes ha tenido que medir sus pasos por Barcelona en los últimos años. Por ejemplo, cuando regresó a la ciudad para encabezar las manifestaciones contra las okupaciones de El Kubo y La Ruïna del barrio de La Bonanova tuvo que llevar escolta.

De forma paradójica, a esa marcha acudieron no sólo alguno de los Casuals históricos, sino miembros activos o satélites de Boixos Nois. Fue una coalición coyuntural. Los radicales y la empresa antiokupas mantienen sus rencillas irresolutas.