El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete / EP

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete / EP

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La pugna hispano-saudí por controlar Telefónica complica en extremo la gobernanza de Pallete

El Gobierno anuncia que se convertirá en el primer accionista de la operadora, lo que le otorgará acceso de forma prevalente al consejo de administración, al que también aspira a entrar Saudi Telecom tras su compromiso de adquirir el 9,9%

20 diciembre, 2023 00:01

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Moncloa ha destapado la caja de los truenos en Telefónica. En uno de los últimos Consejos de Ministros del año, el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez ha aprobado dar mandato a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para tomar hasta un 10% del capital de la operadora y desplazar así a la teleco pública saudí STC como primer accionista. La maniobra que deja muchas incógnitas en la futura gobernanza de la empresa que está en manos de su presidente, José María Álvarez-Pallete

Pese a que las primeras noticias en torno a la intención del Gobierno hablaban de una eventual compra de un 5% de Telefónica, la decisión aflora la firme determinación de doblar la apuesta. Esto demostraría la clara intención de entrar en el consejo de administración de la empresa y, además, no bajo cualquier condición, sino como el socio con mayor peso en el capital.

Salvaguardar la capacidad estratégica

"Con una vocación de permanencia, la participación de SEPI permitirá proporcionar a Telefónica una mayor estabilidad accionarial para que la compañía alcance sus objetivos y, por ende, contribuirá a la salvaguarda de sus capacidades estratégicas". Con este argumento, el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, que capitanea la vicepresidenta María Jesús Montero, justificaba este martes la decisión en el comunicado de información privilegiada remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

La maniobra supone una reacción a la irrupción por sorpresa del Reino de Arabia Saudí en el capital de Telefónica, con la adquisición del 9,9%. Un movimiento hecho público por la compañía de Oriente Medio a comienzos de septiembre y del que el Ejecutivo dijo tener constancia apenas 24 horas antes. 

La posibilidad de que los saudíes pasaran a formar parte del consejo de la operadora, en virtud de su posición accionarial, inquietó en Moncloa dado el carácter altamente estratégico de la operadora y de su condición de destacado contratista en el ámbito de la Defensa y la ciberseguridad.

Pese a que en manos del Consejo de Ministros está precisamente la autorización para cruzar el umbral del 5%, necesaria para que STC pueda ejecutar por completo sus planes, el Gobierno ha aceptado el órdago saudí. Lo que, de facto, ha transformado a Telefónica en un improvisado campo de batalla entre dos Estados por el control de una de las empresas de telecomunicaciones más atractivas del mercado.

Muy atractiva en el mercado

No en vano, la operadora española se ha situado en los últimos años a la vanguardia de avances que ya marcan el presente y el futuro del sector. Es abanderada de tecnologías como el 5G, el metaverso, la inteligencia artificial y la llegada de la fibra a todos los rincones con presencia humana. Y todo ello, con un valor bursátil muy por debajo de lo que indica esta realidad. 

La lucha entre Estados deja en una situación de management muy complicada al que, precisamente, ha sido uno de los artífices de la transformación de Telefónica y su entrada de lleno en el siglo XXI. 

Un blindaje molesto

Consciente de lo que podría suceder, Pallete trazó una maniobra estratégica implementada hace unos días con la renuncia adelantada de dos consejeros cuyo mandato iba a vencer en la próxima junta de accionistas. Fueron reemplazados por dos nuevos vocales, lo que recortaba de forma significativa el margen para modificar la composición del consejo con vistas a futuras solicitudes por parte de nuevos socios.

El movimiento defensivo que, según ha podido saber Crónica Global, no gustó nada en el seno del Gobierno, donde no dudaron en interpretarlo de esta forma. Es decir, como un intento de blindaje. 

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete / EP

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete / EP

Camino a la junta de accionistas

Contra los escudos, el Consejo de Ministros ha decidido atacar con toda la artillería. En las próximas semanas, comenzará a llenar la cartera de títulos de Telefónica para llegar a la próxima junta de accionistas en pos de optar a un lugar de privilegio en el consejo. Esto serviría de avanzadilla para futuros movimientos. 

Se trata de una de las tres vicepresidencias de la compañía, la única que no corresponde a accionistas de referencia de la empresa, ostentada en la actualidad por José Javier Echenique, bajo la condición de independiente.

El asiento más cotizado

El de Echenique es uno de los mandatos que debe ser renovado en la próxima asamblea de la compañía, a la que con toda probabilidad la SEPI llegará por delante de STC. Los saudíes precisan de la autorización del Gobierno para pasar del 5%. En una eventual lucha por el puesto, Moncloa lleva las de ganar.

El particular juego de tronos no ha hecho sino comenzar. Por lo pronto, el hecho de que en los próximos meses vaya a llegar dinero fresco al capital ha sentado muy bien a la cotización de Telefónica.

Disparada en Wall Street

Aunque el anuncio de la SEPI ha sido formalizado con los mercados europeos ya cerrados, la primera reacción ha llegado en Wall Street, donde también cotiza la operadora española.

La noticia disparó el precio de la acción desde el primer momento y las alzas han sido continuas hasta llegar al toque de campana con un avance del 6,17% que, incluso, prolongaba de forma más moderada en los minutos finales del martes, en horario europeo, en los llamados "mercados fuera de hora" (plataformas autorizadas donde se prosigue negociando bajo el formato online).