ACS y Ferrovial acabarán el AVE de California tras revivirlo Biden con 3.000 millones
La Casa Blanca aprueba la concesión de fondos que permiten reactivar la finalización del tramo de la línea de alta velocidad en el que trabajaban las compañías españolas, tras el veto de la administración de Trump como consecuencia de los sobrecostes
12 diciembre, 2023 00:00Noticias relacionadas
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Buenas noticias para ACS y Ferrovial en EEUU. Las compañías de infraestructuras podrán finalmente afrontar la finalización de las obras del tramo de la primera línea de alta velocidad en el país, en las que trabajan desde hace años y que quedaron varadas por la falta de apoyo de la anterior Administración federal, liderada por el expresidente Donald Trump.
La Casa Blanca acaba de aprobar una partida de 3.100 millones de dólares (cerca de 2.870 millones de euros, al cambio actual) para poner punto final al tramo que unirá los municipios de Bakersfield y Merced, con una longitud 52 millas (algo más de 84 kilómetros).
Financiación privada
Este segmento forma parte de un tramo general de cerca de 275 kilómetros, que quedó interrumpido cuando la Administración Trump suspendió la aportación de fondos federales debido a los elevados sobrecostes que se estaban registrando en la construcción de la línea.
El proyecto, que se valoró inicialmente en unos 35.000 millones de dólares, cuenta con una financiación privada en su mayor parte, pero precisa de una serie de fondos públicos, a través de inyecciones directas y emisiones de bonos para garantizar las inversiones.
Tras su llegada a la Casa Blanca, el actual presidente de EEUU, Joe Biden, diseñó un ambicioso plan de inversiones en infraestructuras, del que finalmente ha terminado por beneficiarse el proyecto del AVE californiano.
De esta forma, aún podría cumplirse el objetivo de que el recorrido completo, que une las ciudades de Las Vegas y Los Ángeles, esté listo para entrar en funcionamiento para 2028, en coincidencia con la celebración de los Juegos Olímpicos en esta última. En total, 800 kilómetros de recorrido, cuyo coste se ha disparado a lo largo de los años por encima de los 100.000 millones dólares.
España, como referencia
Uno de los argumentos que se han esgrimido para justificar los sobrecostes es el hecho de que los trazados conectan en su fase final con el centro de las ciudades, con el fin de establecer conexiones con los sistemas de transporte interno tanto de Las Vegas como de Los Ángeles.
Los diferentes gobiernos norteamericanos han tenido a España como un referente de la alta velocidad debido a la extensa red construida en el país, la segunda mayor del mundo tras la china.
De hecho, el segundo de los proyectos de alta velocidad que se desarrollan en el país también cuenta con un claro componente español, dado que el consorcio liderado por Renfe y Adif, con la colaboración de la también pública Ineco, se adjudicó el diseño y operación de la segunda línea de AVE del país, que se desarrollará en el Estado de Texas para unir las ciudades de Houston y Dallas.
Recientemente, el Gobierno de Reino Unido acordó recortar parte del trazado de la segunda línea de alta velocidad en el país (HS2), cuyas obras están en marcha desde hace años, por el incremento de los costes que ha afectado al proyecto, que se ha visto agravado por los efectos de la invasión rusa de Ucrania.
Destacada presencia
Tanto ACS como Ferrovial tienen una destacada presencia en EEUU. En el caso del grupo que preside Florentino Pérez, que además es el primer accionista, cerca de dos tercios de la facturación proviene de Norteamérica, cuyo peso en la cartera de pedidos también es el dominante en la empresa.
Por su parte, Ferrovial posee varias concesiones de autopistas de peaje a largo plazo y recientemente se adjudicó el proyecto de ampliación de la nueva terminal del aeropuerto JFK de Nueva York.
En las últimas semanas, la compañía controlada por la familia Del Pino anunció la venta de su participación en el aeropuerto de Heathrow, uno de los principales activos y fuente de ingresos del grupo, con la intención de volcar más su negocio hacia el mercado estadounidense.