Logo de Caixabank en la torre KIO, hasta ahora sede de Bankia / EP

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El Estado ‘recupera’ la mitad del rescate de Bankia con la revalorización de Caixabank

La mejora bursátil desde la fusión y los crecientes dividendos hacen que la suma de lo recuperado en la época de Bankia en solitario y el valor actual de la participación pública suponga un 47% de los fondos aportados en 2012 para evitar la quiebra de ésta

4 diciembre, 2023 00:00

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Caixabank alcanzó el pasado miércoles su precio más elevado en Bolsa tras la culminación, desde el punto de vista mercantil, de la fusión con Bankia, al cierre del primer trimestre de 2021.

Uno de los principales beneficiados por el desempeño del valor es el Estado. Hasta tal punto que si se deshiciera ahora de la totalidad de su participación, estaría en disposición de recuperar casi la mitad de los fondos procedentes de la Unión Europea que destinó en 2012 al rescate financiero de Bankia.

Bien es cierto que, con la referencia de ese máximo de cierre desde que Caixabank opera como entidad resultante de la absorción de Bankia, la participación pública en el banco, algo más de un 17% del capital, está valorada en algo más de 5.450 millones de euros. Es decir, apenas un cuarto de la cantidad destinada en su día a capitalizar Bankia y asegurar los depósitos de los clientes.

No obstante, a esta cifra hay que añadir la procedente de los dividendos que hasta la fecha ha repartido Caixabank y los que tiene comprometidos en su plan estratégico a tres años, que enfila en 2024 su recta final en el camino de cumplir con creces los objetivos e, incluso, superar algunos de ellos.

Por este capítulo, el Estado, que articula su participación en Caixabank a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), habrá ingresado a la finalización del plan en torno a 1.720 millones de euros.

Ingresos acumulados

En este sentido, cabe recordar que la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri (que también estaba al frente de Bankia cuando se ejecutó el rescate) cuenta en la actualidad con la política de remuneración al accionista más ambiciosa del sector en España, dado que su consejo de administración ha fijado un pay-out (porcentaje del resultado neto ordinario destinado al dividendo) de entre el 50% y el 60%.

Se trata de cantidades que ya están aseguradas o comprometidas en las arcas públicas, como aquellas procedentes de la etapa de Bankia, tanto de los dividendos que percibió el Estado como accionista mayoritario de aquella entidad como de las cantidades que ingresó por las dos colocaciones de acciones que llevó a cabo en el mercado para reducir su participación.

Desinversiones 

Por el primero de los conceptos, el FROB ingresó algo más de 1.200 millones de euros hasta que se produjo la fusión con Caixabank, casi nueve años después del rescate. 

Mientras, la venta de acciones se articuló a través de dos colocaciones, de aproximadamente un 7% del capital cada una de ellas, realizadas entre 2014 y 2017, que reportaron al Estado un montante aproximado y agregado de 2.125 millones de euros.

El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri (i), junto al consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar (d) / CAIXABANK

El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri (i), junto al consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar (d) / CAIXABANK

De este modo, la suma de los rendimientos obtenidos hasta la fecha y la valoración que el mercado hace de la actual participación supera los 10.500 millones de euros, algo más de un 47% del montante del rescate. 

El Estado asumió con la Unión Europea el compromiso de salir del capital de Bankia, aunque ha ido postergando la decisión al considerar que no se trataba del momento más adecuado. Las prórrogas bianuales se han sucedido y el último límite establecido es el final del ejercicio 2025.

Objetivo complejo

No obstante, no se atisba siquiera una mínima intención de vender la participación pública y menos aún desde que se produjo la fusión que ha dado como resultado el actual Caixabank. 

El propio Goirigolzarri ha manifestado en numerosas ocasiones que sería difícil que el Estado recuperara la totalidad de los fondos inyectados en su día a Bankia, aunque también ha matizado siempre que el rescate fue para asegurar las posiciones de los depositantes y no para la entidad ni los dirigentes que, por entonces, estaban a su cargo.