Cuenta atrás para los canales de denuncias en las pymes españolas

El próximo 1 de diciembre todas las pymes deberán activar un canal de denuncias de forma obligatoria. En aplicación de la ley 2/2023, la recta final del año estará marcada por la entrada en vigor de un instrumento para comunicar de forma confidencial las irregularidades detectadas en el entorno laboral y profesional.

En un desayuno informativo organizado por Fieldfisher, se han abordado las novedades de un mecanismo inédito en las empresas de entre 50 y 249 trabajadores pero generalizado en las grandes compañías. Pese a que la regulación prevé un régimen sancionador, no se prevé su aplicación hasta que pase un tiempo razonable de adopción.

Pleno anonimato

Como ha explicado Murray Grainger, country manager en España y Portugal de EQS Group, la normativa española habla de "informante en vez de denunciante". Para el responsable de la multinacional tecnológica, que cuenta con su propia solución llamada Integrity Line, el anonimato es fundamental en la implementación de la medida que transpone una directiva europea.

El software de EQS provee un "buzón de comunicación seguro" plenamente customizable y, lo que es más importante, irrastreable. "El usuario accede de forma encriptada, no hay trazabilidad. Se trata de una especie de chat en que nadie puede descubrir su identidad", ha destacado.

Estas garantías están en sintonía con el espíritu de la norma, que quiere fomentar los chivatazos internos en las organizaciones.

Los gestores, clave

Como ha explicado la abogada Clara Camps, especializada en compliance y penal en Fieldfisher, estas comunicaciones formuladas de incógnito son procesados por los gestores. Esta figura, que puede ser externalizada, actúa como mediador entre la fuente anónima, la organización y, eventualmente, la autoridad independiente que deba conocer el fondo del asunto.

La letrada ha llamado la atención sobre aspectos relevantes como la necesidad de informar a los comités de empresa antes de la activación del canal y el diseño de un sistema global para aquellas empresas con varias filiales, entre otros.

Pese a que se trata de una medida innovadora, Camps ha argumentado sus ventajas. La principal: "El canal de denuncias da el poder a la empresa de gestionar internamente los problemas. De esta forma se evita que los informantes acudan de entrada a la prensa o los tribunales". Y es que más vale poner en práctica un canal de quejas que sufrir una crisis de reputación.