Detalle de una mesa del restaurante Samantha's, en la Plaza Real

Detalle de una mesa del restaurante Samantha's, en la Plaza Real Cedida

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El restaurante que surgió de la pandemia en Barcelona (y del que todo el mundo habla)

Samantha's quiere convencer a los vecinos de que la Plaza Real no solo es refugio de turistas: estos son sus argumentos

19 octubre, 2023 18:32

La pandemia del coronavirus se llevó por delante muchos restaurantes, pero surgieron otros. Samantha's es un de ellos. El local echó a andar en una esquina de la Plaza Real de Barcelona con el objetivo de convencer a los barceloneses que el coso del Gótico no es solo redil de turistas. Lo ha hecho con dos fórmulas vernáculas: cocina catalana de fusión y música en vivo cada noche. 

Samantha's, en la Plaza Real de Barcelona

Samantha's, en la Plaza Real de Barcelona Cedida

Lo explica Claudia Catte, directora de sala de Samantha's, que rememora la historia del negocio. El Samantha's "echó a andar cuando arreciaba la pandemia" pero no se ha arrugado. "La respuesta del público ha sido positiva. Abrimos cada día con oferta gastronómica de calidad, la mejor de la Plaza Real, y coctelería y oferta musical, algo inédito también", resume. 

"Interpretamos la cocina catalana"

En el primer campo, la comida, Catte detalla que el bufé ha conseguido "reinterpretar" la cocina catalana. "Apostamos por el confort food de calidad, con producto fresco, algo que no encuentras siempre en las zonas más turísticas". En Samantha's, sí. Compran en Mercabarna y se hacen con lo mejor. 

Una de las creaciones con sabor local de Samantha's

Una de las creaciones con sabor local de Samantha's Cedida

¿Qué recomienda? "Las croquetas de calamar y pulpo en tinta de calamar son nuestro plato estrella. El carpaccio de entrecotte no lo encontrarás en otro sitio. Lo elaboramos con la carne de la máxima calidad, lo sellamos durante 48 horas antes de marinarlo y luego lo cortamos y servimos con vinagreta de manzana, foie y alioli".

"Hacemos arroz, sí, y dicen que es el mejor"

Situados en la zona de influencia de Las Ramblas, en Samantha's también sirven arroz, claro. "No paella. Se trata de arroces de pollo y marisco con producto fresco de la máxima calidad --todo lo elaboramos aquí de forma casera, de las salsas al helado--, y nos ha dicho mucha gente que es el mejor arroz que ha comido en toda su estancia en Barcelona". 

Uno de los arroces de Samantha's, el local de moda de la Plaza Real

Uno de los arroces de Samantha's, el local de moda de la Plaza Real Cedida

El local trata de "ofrecer una oferta de sabores lo más variada posible y cuidando el producto". Un ejemplo: el pulpo. "Procuramos cocinarlo a una temperatura fija para que quede jugoso y tierno. Es el secreto". 

Cócteles y rumba y flamenco

Tras la cena, Samantha's trata de fidelizar a los comensales. "Tenemos una cuidadosa carta de cócteles y un ensemble de rumba que arranca al final de la velada, para dar la oportunidad de tomar una copa después de la cena". El grupo entra también en el flamenco y el domingo --algo inédito en el centro-- se sustituye por Caminante Música, un violinista que repasa sonidos de todo el mundo. 

Cócteles en Samantha's

Cócteles en Samantha's Cedida

"Tratamos de involucrar mucho al público: que los turistas nos conozcan y que el cliente local se sepa las canciones y se identifique con ellas", agrega la profesional. 

"Hay que perder el miedo a la Plaza Real"

La oferta de este restaurante colonial --uno de los que decoró primero el celebrado Lázaro Rosa-Violán antes de convertirse en interiorista de moda-- pretende convencer al barcelonés que la Plaza Real no es solo para guiris. "Hay que perder el miedo a venir a comer o a cenar aquí. Samantha's es el primer local que eleva la oferta gastronómica del lugar. Los barceloneses pueden venir y hallarán un servicio y producto solvente. ¿Los turistas? Tenemos visitantes fijos, con eso lo digo todo". 

La Plaza Real de Barcelona, hoy

La Plaza Real de Barcelona, hoy Cedida

En efecto, este nuevo player en la restauración barcelonesa nació para dejar huella. "Tenemos un plan a futuro, que es convertir el negocio en toda experiencia. No solo 80 cubiertos en interior y a pie de plaza, sino en que venir aquí sea un viaje para el comensal. Para ello, mejoraremos cada día", promete la joven.