Furor de las placas: el sol ya genera tanta electricidad como el gas

A punto de encarar el último trimestre del ejercicio, las instalaciones solares fotovoltaicas, los célebres paneles que ya forman parte del paisaje habitual de muchos municipios, son responsables de casi el 16% del total de energía eléctrica generada en el sistema peninsular y cubren cerca del 18% de la demanda.

Directo al tercer puesto

Las cifras permiten que esta fuente se sitúe al borde superar a la de los ciclos combinados, que emplean gas natural como combustible, como la tercera con un mayor peso en el mix, sólo por detrás de las que tradicionalmente han ocupado los dos primeros puestos y se han permutado a la hora de liderar la generación eléctrica: la eólica y la nuclear. 

Para hacerse una idea de la magnitud del incremento de la producción a través de las placas solares, hace apenas dos años este peso se situaba por debajo del 10%. El año anterior al estallido de la pandemia, no logró alcanzar el 4%.

Más del 50% 'verde'

La evolución de esta tecnología ha hecho posible que, a falta del último trimestre, España esté más cerca de completar un año en el que más la mitad de la generación habrá llegado a través de fuentes renovables. 

De acuerdo con los datos de Redeia (anteriormente denominada Red Eléctrica), el 50,9% de la energía generada con destino a abastecer el sistema eléctrico desde que se inició el año proviene de alguna de las fuentes renovables. El dato supone un significativo incremento de 7,5 puntos en relación con el del pasado año y supera en casi 15 puntos al registrado el ejercicio anterior a la irrupción del Covid-19.

Otro de los aspectos a los que contribuye el notable avance de la solar fotovoltaica es la progresiva reducción de emisiones relacionadas con la producción de electricidad. Si finalmente se confirma el sorpasso y concluye el año por encima de los ciclos combinados, las tres mayores contribuyentes al mix serán tecnologías de bajas emisiones, dado que la nuclear también se incluye en este apartado. 

Actualmente, el volumen de electricidad producido sin emisiones roza el 73% del total.

Efecto tardío en precios

Un avance más que significativo si se compara con el dato correspondiente a 2019, cuando poco más del 55% llegaba a través de tecnologías que contribuían a la reducción de los gases contaminantes.

Otro de los efectos anunciados del avance de las renovables como es el abaratamiento de la energía eléctrica aun se hará esperar algo más. Al menos, eso es lo que se desprende del comportamiento de los mercados de futuros, que no apuntan a una moderación en los mercados mayoristas hasta la segunda mitad del año 2025. 

Incertidumbres

Los contratos de futuros referenciados a los próximos meses contemplan precios medios que oscilan entre los 110 y los 120 euros por megavatio/hora. Los trimestrales van en una línea similar, con un claro retroceso que se aprecia en el citado segundo cuarto de 2025, con valores en torno a 75 euros.

En este punto, la invasión rusa de Ucrania, de cuyo inicio se acaban de cumplir 19 meses, supone una incertidumbre añadida que resulta difícil de despejar. La subida de las materias primas a la vuelta del verano, motivada por los recortes de producción de los principales exportadores, sostienen los elevados precios de la electricidad, instalados cómodamente desde hace tiempo por encima de los 100 MW/h.