Sede de la Audiencia Provincial de Barcelona / EP

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Lo que marca el desenlace de Celsa sobre la nueva ley concursal

El juez resuelve que los planes de reestructuración, el novedoso instrumento de la reforma concursal, no necesitan equiparar su contenido a una auditoría o un plan de negocio

4 septiembre, 2023 23:30

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La sentencia del caso Celsa no sólo marca el futuro de la siderúrgica, sino que también ofrece claves interpretativas sobre los planes de reestructuración, el nuevo instrumento de negociación entre acreedores y deudores incluido en la reforma concursal.

Este mecanismo de inspiración anglosajona pretende agilizar los acuerdos de reestructuración y evitar la declaración de concurso. En su resolución, el juez Álvaro Lobato sienta jurisprudencia sobre dos aspectos de esta nueva figura: el contenido requerido para su homologación y la presentación de un único plan para un hólding empresarial.

Asimetría de la información

El magistrado traza una línea divisoria entre los planes de reestructuración y las auditorías o planes de negocio. ¿Por qué? Por la asimetría de información entre los dueños de una empresa y los acreedores -en el caso de Celsa, los fondos de inversión liderados por Goldman Sachs y Deutsche Bank-. En otras palabras: no se puede exigir a los acreedores el mismo grado de detalle que a los gestores, que conocen al dedillo los pormenores de una mercantil.

"La exposición de condiciones y razones para asegurar, en el primer caso el éxito del plan, y garantizar la viabilidad de la empresa y evitar el concurso en el segundo, no exigen una detallada enumeración de los innumerables datos, variantes y análisis que tradicionalmente contiene un plan de negocio", razona Lobato.

Espaldarazo a Lexaudit

"La descripción más o menos extensa, más o menos detallada y minuciosa de estos aspectos, tiene escasa relevancia en lo que atañe a los derechos e intereses de las partes", añade. Si bien el juez deja caer en varias ocasiones que el grupo de los Rubiralta no ha sido especialmente diligente con las peticiones de información de los fondos.

Al rebajar los requisitos materiales exigibles en un plan de reestructuración, el juez desecha las críticas sobre la falta de completud o detalle de la valoración económica de los acreedores. El plato fuerte del juicio fue precisamente la valoración de Celsa, que enfrentó al asesor planteado por los fondos y aceptado por el juez, Lexaudit, y a Lazard, contratada por la dirección.

Los Rubiralta acusaron a Lexaudit de desconocer todos los números al alcance del equipo directivo, aunque el juez resuelve que no podría haber sido de otro modo al estar fuera de la compañía. Es más: subraya que no resulta contrario al buen hacer profesional utilizar fuentes externas para contrastar las hipótesis elaboradas por la gerencia.

Un hólding, un solo plan

Por otro lado, el magistrado da legitimidad a los acreedores para instar la homologación de un único plan de reestructuración para todas las empresas que conforman el hólding de Celsa.

"Negar ahora legitimidad procesal a los acreedores cuando ha sido admitida expresamente por el Grupo Celsa en todos los actos de refinanciación, negociación y nueva financiación a lo largo de todos estos años, resulta manifiestamente contrario al comportamiento histórico observado y a la lógica económica y jurídica de los acontecimientos que se han sucedido", resume. Otra decisión que marca el camino de los próximos conflictos mercantiles que usen esta prerrogativa de la nueva ley concursal.