El impuesto financiero recorta en 31 puntos el crecimiento en España de la gran banca

Las cuentas de los seis primeros meses de 2023 que han hecho públicas los seis bancos cotizados (Santander, BBVA, Caixabank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco, por orden descendente de capitalización bursátil, arrojan un beneficio conjunto agregado de 12.385 millones de euros, un 20,7% más que en idéntico periodo del año anterior. 

2,1 veces más que los grupos

De esta cantidad, 5.254 millones, es decir, casi un 44%, proviene del negocio en España. Es decir, que el crecimiento en el mercado local ha multiplicado por 2,1 el registrado por los grupos en su totalidad.

Con ser apreciable la diferencia, ha dejado un sabor agridulce en el seno de las entidades, dado que la distancia real habría sido de 3,6 veces de no tener que haber satisfecho el impuesto, recurrido por las principales entidades y también por las patronales AEB y CECA. 

El mayor aportador

Si un mercado le ha sentado especialmente bien el escenario de subidas masivas de tipos de interés, ése ha sido el español. Al menos, así lo admitió el consejero delegado de Santander, Héctor Grisi, durante la presentación de los resultados a los analistas. 

El banco que preside Ana Botín es uno de los más diversificados desde el punto de vista geográfico pero, tras más de una década sin darse esta situación, ha visto cómo España se convertía en del mercado con mayor aportación al beneficio.

En el caso del banco de la llama, el beneficio en España se disparó un 74% y multiplicó por 4,5 el que registró en el mismo periodo del año anterior a la pandemia. Pero si se tiene en cuenta que el impuesto supuso una carga de 225 millones de euros para la entidad, Santander hubiera más que duplicado su resultado en España. En concreto, el incremento hubiera sido del 108%.

El resultado agregado en España de los seis bancos cotizados representa un 42,4% del total consolidado de los grupos. La diferencia con el peso que España tenía en las cuentas de estas entidades hace doce meses roza los siete puntos, dado que la proporción se quedó en el 35,6%. 

El impacto de los tipos

En el caso de que la banca no hubiera tenido que afrontar el pago del tributo, los números dirían que algo más de la mitad de los beneficios de la gran banca se habría generado en España (más exactamente, el 51,4%).

El notable desempeño de la banca en estos meses está relacionado con una mayor actividad comercial pero, sobre todo, con el incremento meteórico de los márgenes de interés como consecuencia de la subida de tipos. 

El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, optimista con la generación de capital / EP

Precisamente, ése fue el argumento esgrimido por el Gobierno para establecer la nueva figura tributaria: los beneficios extraordinarios obtenidos por una situación coyuntural y sobrevenida como un giro radical de la política monetaria en la zona euro.

Aun meses después de su aprobación y satisfecho ya el correspondiente a 2022, los primeros ejecutivos de la banca siguen cargando contra el tributo y negando que las cifras presentadas en los últimos meses sean extraordinarias.

"Venimos de muy abajo" 

"No es cierto; es verdad que crecemos mucho pero porque venimos de niveles extraordinariamente bajos", apuntó este viernes el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar. 

Días antes, su homónima en Bankinter, María Dolores Dancausa, se mostró convencida de que el sector ganaría el caso en los tribunales "entre otras cosas porque, además de ser injusto y desproporcionado, es un impuesto que está mal diseñado". Incluso, llegó a asegurar que la mejor decisión del Gobierno sería derogarlo dado que el daño sería más leve que tener que pagarlo después.