La Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra han sellado la paz para cubrir una cuestión tan sensible como la seguridad de la Copa América de Vela que se celebrará en Barcelona en 2024. Los dos cuerpos policiales se han visto implicados en una la pugna política para llevar la "seguridad integral" del evento y han pactado que se someterán al Centro de Coordinación (CeCor). Allí trabajarán de la mano, ya que es un organismo en el que el reparto de competencias "está delimitado y se respeta".
Así lo explican fuentes policiales que indican que Guardia Civil y Mossos intentan alejarse de la "disputa política" que atañe a las cúpulas de los dos cuerpos para figurar como policía principal de la Copa América de Vela. Cabe tener en cuenta la relevancia del evento. Tiene una audiencia global de 1.000 millones de personas y, por lo tanto, supone una inyección de reputación a los cuerpos de seguridad que lo aseguren. Dos, en este caso.
"En la mesa hay absoluta coordinación"
La posibilidad de que el logo del cuerpo de seguridad aparezca en las pantallas de hogares de todo el mundo ha llevado a un agrio rifirrafe entre la Delegación del Gobierno y la Consejería catalana de Interior. Un pulso que tensionó las relaciones entre el general José Luis Tovar, jefe de la Guardia Civil en Cataluña, y el comisario jefe de Mossos Eduard Sallent, hasta el punto de llegar a "no hablarse".
Este pulso es en la cúpula. En la base, donde se prepara el operativo de la Copa América de Vela, las policías trabajan "codo con codo". Lo hacen bajo el principio del "reparto de competencias que rigen en el CeCor". Es decir, que cada cuerpo asume las que le tocan y desde esta suerte de mando central "se activará el recurso pertinente dependiendo de qué se necesite en cada momento".
La Guardia Civil patrullará el mar
Las atribuciones de cada cuerpo de seguridad son claras. La Guardia Civil "patrullará el mar, como le toca según la normativa vigente, mientras que Mossos d'Esquadra las aguas interiores y, si se precisa, apoyará en el mar si hay algún ahogado".
Asimismo, se reserva un papel para la Policía Portuaria, un cuerpo de casi 200 agentes que tiene plenas competencias en la dársena de Barcelona, la zona en la que, por ejemplo, se asentarán las bases de los seis equipos participantes. Tocará protegerlas, pues se espera un alud de turistas y fans de la Copa que las visitarán, así como el centro de interpretación situado en el antiguo iMax (por cuya gestión pujó Mediapro, sin suerte).
Vilanova: un CeCor "a pequeña escala"
Donde no estará esa Policía Portuaria pero sí actuará el CeCor es en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), donde se celebrará la regata preliminar en septiembre, como avanzó Crónica Global. La carrera de Vilanova, de apenas cinco días de duración, contará con un centro de coordinación de policías propio que "testeará las relaciones entre cuerpos de seguridad" y servirá para "planificar y ejecutar la seguridad de un evento complejo" como es la Copa América de Vela.
De hecho, el evento del Garraf pondrá a prueba las costuras de una organización que "trata de contener los costes" y que es "absolutamente austera". Un ejemplo: la Copa América de Valencia contó con un puente de mando de más de 230 personas -y 230 salarios-. La de Barcelona la organiza una entidad privada -el Emirates Team New Zealand, defensor del título- y la parte pública, la Fundación Barcelona Capital Náutica, tiene sólo 12 personas contratadas.
El desliz del Govern, "olvidado"
De este modo, la Copa América deja atrás el desliz del conseller catalán de Interior, Joan Ignasi Elena, quien en febrero aseguró que los Mossos d'Esquadra dirigirían la "seguridad integral" de la carrera de regatas. La Delegación del Gobierno le contestó de forma contundente a las pocas horas y le recordó que todos los cuerpos policiales patrullarían el evento "con arreglo a sus competencias". Incluidas, claro, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Portuaria.
Ese choque entre administraciones "ha quedado atrás". Los cuerpos policiales se coordinan en una "mesa policial" que trabaja "de forma discreta" para que no haya fricciones entre agentes. Por ahora, lo consiguen. No en vano, la Copa América, o al menos su arranque soft en Vilanova, empieza en menos de dos meses.
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