La Copa América de vela quiere repetir en Barcelona... si gana el organizador. El Emirates Team New Zealand, que defiende el título de la carrera de regatas y la organiza, estudia repetirla en la Ciudad Condal en 2028 si resulta vencedor. Pero primero debe conseguir que la competición sea exitosa y debe superar las dificultades que han aparecido. La última, la negociación con los vecinos por dónde se situará la hospitality zone.
Lo explican diversas fuentes conocedoras de los movimientos internos de la organización, que precisan que el trofeo avanza a velocidad de crucero, aunque con discreción, a la espera de que se clarifique el panorama político. La Copa América ha permanecido en un segundo plano, trabajando en dos vías. El montaje, del que se encarga el Emirates, y la logística, a cargo de la Fundació Barcelona Capital Nàutica. Así lo han requerido las dos elecciones del calendario. Las municipales, en mayo, y las generales que tendrán lugar el próximo domingo.
Los promotores de la Copa ha preferido que no haya marejada e intentar pasar a un segundo plano. Máxime, cuando la CUP y el ala izquierda de los comunes están armando también de forma discreta un movimiento en contra del evento.
Objetivo: repetir en Barcelona
En este contexto, los valedores de la Copa no han parado. Se han desempeñado con eficacia, siempre con la máxima de no llamar la atención, aprovechando el espacio que les da las dos campañas electorales seguidas. Y en esa labor, destaca una novedad: la "mayor competición deportiva del mundo" --con permiso de la Superbowl---, quiere repetir en Barcelona. ¿Por qué?.
"Las facilidades". Contra lo que pudiera parecer por la pugna entre Mossos d'Esquadra y Guardia Civil para hacerse con la vigilancia integral --y proyectarla al mundo--, que avanzó este medio, los organizadores han encontrado una ciudad absolutamente volcada con la celebración. "Creen que pueden hacer el trofeo rentable, a diferencia de lo que pasó en Valencia y que, incluso, se podría hablar de una sede permanente y no itinerante según el ganador", concluyen.
El sector privado, decisivo
En esta decisión jugará un papel el capitán del Emirates y consejero delegado del equipo, Grant Dalton, a quien "Barcelona ha robado el corazón". Se entiende que el rol del directivo será clave para retener un evento que, según un estudio de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), dejará 1.200 milones de impacto económico en la ciudad.
Pero si alguien será decisivo, este será el sector privado en general. "Que la ciudadanía se fije en lo que pasó con la regata de mujeres y jóvenes, una exigencia del anterior gobierno municipal de Ada Colau en Barcelona. Lo pidió el sector público, pero se quedó sin patrocinadores y al borde de la suspensión --como explicó Crónica Global--, hasta que Puig la rescató y ahora es su partner oficial", destacan.
En efecto, las regatas secundarias de la Copa América estuvieron al borde de la cancelación por falta de apoyo económico hasta que el gigante de los perfumes la rescató. El anuncio oficial tuvo lugar el pasado 1 de junio.
Pugna por la 'hospitality'
Con el sostén, de nuevo, del sector privado, la Copa superó su primer escollo. Quedan otros. El más perentorio es la negociación con las asociaciones vecinales para situar la hospitality zone. Los organizadores quieren ubicarla en primera línea de mar, en la playa de la Barceloneta, mientras que los vecinos exigen trasladarla al Port Vell, más alejado del barrio "para evitar la congestión turística total". Justifican que en un verano normal la zona "ya está llena" y temen que en 2024 colapse.
Hasta el momento, ha habido cara a cara entre coorganizadores --la Fundación-- y vecinos. El diálogo es fluido, según las partes implicadas, pero puede mejorar. Además de la financiación y el retorno económico, el otro gran obstáculo de la Copa es la oposición de los residentes en la Barceloneta.
Inicio 'soft' en Vilanova
Desde el entorno de la organización se recuerda que los barceloneses no se levantarán un día con los barcos de la Copa América compitiendo entre sí entre el Puerto Olímpico y la Barceloneta. Como informó Crónica Global, el trofeo tendrá un inicio soft en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en otoño. Celebrará allí una regata preliminar con la que se pretende vender las bondades de un evento que es privado.
Vilanova será, pues, la primera prueba de fuego de la Copa América. Si convence, la navegación hasta Barcelona --zarpará en agosto de 2024-- será más apacible. Con el horizonte puesto en una repetición en 2028.