Descoordinación en la 37ª Copa América de vela, la carrera de regatas que promete transformar el Puerto de Barcelona en 2024. Los organizadores y las administraciones trabajan cada uno por su lado, hasta el punto de que se producen situaciones kafkianas, como la cancelación de eventos por falta de apoyo mutuo.
Lo explican fuentes del sector náutico apuntando una "tendencia de fondo", una "descoordinación" entre la organización de la Copa y la Fundació Barcelona Nàutica, que aglutina a las cuatro administraciones (Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat de Cataluña, Administración del Estado y Diputación) que apoyarán el macroevento de 2024. Ese caos se puso de relieve este lunes, cuando un acto de la fundación "se suspendió por falta de asistentes" en un foro inmejorable: el Mobile World Congress (MWC) que se celebra estos días en la Ciudad Condal.
No había nadie
Las voces de la industria de la navegación se refieren al acto Barcelona hosts America’s Cup. Tech challenges and foreseen developments [ver aquí], que se tenía que celebrar el lunes a las 15:30 horas en el espacio Beat Barcelona de la feria tecnológica. No acudió nadie, por lo que los impulsores, la fundación pública que apoya la Copa América, lo canceló.
"Es inconcebible que un fringe event de uno de los acontecimientos más importantes que albergará Barcelona el próximo año, y que se celebra en el marco de la mayor feria tecnológica de España, el Mobile, sea un fracaso. Es una clara muestra de que algo no funciona".
Dos estrategias paralelas
Lo que no funcionaría es que la organización de la Copa América, que recae en el equipo defensor del título, el Emirates Team New Zealand, estaría trabajando con "tino y eficacia" para cerrar la operativa, logística y comunicación previa del evento, pero no así la fundación pública que debe apoyar esta labor.
"Las administraciones van por su lado. Programan cosas de la Copa sin coordinarse con los organizadores, se cuelgan medallas propias cuando es un evento privado", lamentan las fuentes consultadas. Preguntada por la cuestión, ni la organización ni la Fundación han contestado a este medio.
Fricciones
El silencio de las dos partes no oculta que existen precedentes de las fricciones entre organización y gobiernos que apoyarán la competición marítima. Ya ocurrió con la financiación del evento, como avanzó este medio, cuando el Emirates tuvo que acudir a la banca a pedir préstamos porque la Generalitat de Cataluña no cumplía su aportación al retrasar la negociación de los presupuestos de 2023.
O, más recientemente, cuando el Govern catalán anunció que los Mossos d'Esquadra llevarían la "seguridad integral" de la Copa, antes de que la Delegación del Gobierno lo desmintiera. Finalmente, la protección de la cita deportiva la conducirá una suerte de mando único integrado por todas las policías, como detalló Crónica Global. O, inicialmente, cuando en el seno de la organización sorprendió la "poca entrega" del ayuntamiento con la regata y la "mucha celeridad" que mostraba el Puerto de Barcelona cuando lo presidía Damià Calvet (Junts).
Velocidades
Lo que subyace en el desacople entre organización e instituciones en la Copa América de 2024 son dos cosas. La primera es la velocidad a la que trabaja el sector privado y los intereses que mueven a las administraciones públicas, máxime cuando tres de ellas renovarán sus gobiernos en los próximos meses por medio de las elecciones municipales y generales.
Lo segundo es la pugna por los beneficios tangibles e intangibles de la Copa. Ya avanzó este medio que la actual dirección del Club Natació Barcelona maniobraba para quedarse con la zona VIP, que Grant Dalton, consejero delegado del torneo, prefería habilitarla a pie de calle, junto a la zona de aficionados. La institución apelaba la inseguridad para captar el negocio. Antes, fue el denominado Clúster Náutico, cercano a la Cámara de Comercio y pilotado por el astillero Marina Barcelona 92 (MB92), quien trató de irrumpir en bloque en la prueba, sin éxito.