Amazon pagará impuestos en España también por su negocio de empresas

Adiós Ferrovial, hola Amazon. En plena polémica fiscal por el anuncio de la intención del grupo de infraestructuras de trasladar su sede social a Países Bajos, Amazon ha dado un paso más a la hora de contribuir fiscalmente con uno de sus mercados europeos más importantes como es España, y comenzará a operar en el segmento del negocio con empresas a través de una sucursal española de su hólding luxemburgués.

El gigante estadounidense del comercio electrónico acaba de registrar en Madrid una filial de Amazon Business EU SARL, vehículo domiciliado en el Gran Ducado a través del que hasta la fecha tramitaba las operaciones que realizaba en el ámbito del llamado B2B (business to business), es decir, el conjunto de numerosos servicios que presta a las empresas que forman parte de su inmensa red de clientes. 

La misma estrategia

De esta forma, Amazon despliega en este ámbito la estrategia que ya llevó a a cabo en su negocio con particulares y que le llevó a partir de 2015 a establecer sucursales en los principales mercados del Viejo Continente en los que opera. 

La decisión llegó tras las numerosas reclamaciones a las autoridades europeas por la ausencia de contribuciones fiscales en estas plazas pese a las crecientes cifras de facturación que presentaba año a año el imperio del e-commerce fundado por Jeff Bezos.

Servicios a empresas

Desde la división española de Amazon señalan que la medida responde a que la compañía “revisa regularmente su estructura comercial para garantizar la mejor atención a los clientes y brindar productos y servicios adicionales”.

En el segmento de empresas, Amazon ofrece servicios que van desde los diseñados para autónomos y pymes hasta grandes corporaciones, entre las que la compañía destaca en su página web el caso del Grupo Cosentino.

Jean-Claude Juncker, expresidente de la Comisión Europea y exprimer ministro de Luxemburgo / UE

Hasta 2015, la compañía operaba en Europa a través de Amazon EU SARL, radicada en Luxemburgo, miembro fundador de la hoy llamada Unión Europea (por aquellos tiempos fundacionales, Comunidad Europea del Carbón y del Acero, posteriormente Comunidad Económica Europea) y con una fiscalidad altamente beneficiosa para las empresas. 

Eran los inicios de Amazon en el Viejo Continente y el por entonces primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, tiempo después presidente de la Comisión Europea, abrió de par en par las puertas del Gran Ducado para el establecimiento del grupo.

Sigue la polémica

Desde mediados de la pasada década, Amazon EU cuenta con sucursales en Reino Unido (antes de su marcha de la Unión), Alemania, Francia, Italia y España, es decir, en las principales economías europeas donde está establecido y, desde entonces, rinde cuentas a los respectivos fiscos, aunque esta circunstancia no ha hecho desaparecer la polémica ni las reclamaciones ante las autoridades comunitarias, debido a que las cantidades son mínimas en relación a unas cifras de facturación que en los últimos años han superado ampliamente los 50.000 millones de euros. 

En este punto, a través de un comunicado que en su día difundió el departamento de Relaciones Públicas de Amazon, la compañía argumenta que los impuestos gravan las cifras de resultados, no las de facturación, y que las primeras son habitualmente bajas debido a las grandes inversiones que la empresa lleva a cabo en los mercados en los que opera. 

De esta forma respondía a la publicación de amplios y muy sonados reportajes en la prensa europea, que daba cuenta incluso de que Amazon no había pagado impuestos a través de su vehículo en Luxemburgo al haber registrado pérdidas, pese a los incrementos de facturación (especialmente notables por el efecto de las restricciones derivadas de la pandemia) e incluso se había beneficiado de créditos fiscales. 

Una circunstancia similar a la que se achaca ahora a Ferrovial, tras su decisión de trasladar el domicilio fiscal de su matriz a Países Bajos.

Precedente en Francia

La estrategia iniciada en 2015 se extendió en años posteriores a otros estados europeos, entre ellos el propio Países Bajos, junto a Suecia, Polonia y Bélgica. Una práctica que posteriormente se ha trasladado al B2B, con Francia como uno de los primeros mercados en los que Amazon Business EU SARL registró una sucursal.

Amazon sostiene que desde 2010 ha invertido en Europa unos 134.000 millones de euros, centrados en infraestrcuturas, logística y desarrollo que, a su vez, han generado “miles de puestos de trabajo” en los mercados en los que trabaja; algo que, a su juicio, también supone una forma de contribuir desde el punto de vista fiscal a los estados en los que opera.