La deuda de Grifols le condena a sufrir en el parquet por el alza de tipos
La farmacéutica se hunde más de un 50% en apenas cuatro meses, desde que el BCE anunció las primeras alzas del precio oficial del dinero y cotiza en mínimos de más de una década
28 septiembre, 2022 00:00Grifols atraviesa su peor crisis bursátil en los más de 16 años que acumula como empresa cotizada. El inicio de las subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), en busca de un camino para frenar la escalada de la inflación, castiga de forma muy notable la acción de la farmacéutica, que acumula descensos superiores al 51% en apenas cuatro meses, desde que el emisor confirmó oficialmente que comenzaría a subir el precio oficial del dinero.
La subida de tipos es una noticia notablemente negativa para una empresa como la catalana debido a su notable volumen de deuda, en tanto en cuanto encarecerá su refinanciación.
Golpeada por el Covid-19
Tras la compra de la alemana Biotest, cerrada definitivamente a comienzos de este año, Grifols se propuso como objetivo prioritario rebajar su apalancamiento. Estaba disparado debido a una creciente deuda derivada de su crecimiento inorgánico y a un menguante resultado bruto de explotación (Ebitda), consecuencia de los efectos del coronavirus.
La pandemia golpeó con especial virulencia el negocio estratégico del grupo, el de la producción y tratamiento del plasma, hasta el punto de dejar sus existencias bajo mínimos.
Sin dividendos
Así, el consejo de administración priorizó el recorte de la deuda hasta el punto de suspender el reparto de dividendos hasta que la ratio de apalancamiento deuda/Ebitda se situara por debajo de cuatro veces.
Sin embargo, Grifols no ha dado desde entonces con la fórmula para ejecutar este mandato. Los expertos consideran que pasa por operaciones como las ventas de activos (como la que realizó en su día con un porcentaje de su filial estadounidense al fondo soberano de Singapur, GIC) o una ampliación de capital.
Rumores de ampliación
La citada operación de venta, que permitió a la compañía ingresar cerca de 900 millones de euros, no surtió los efectos esperados. La multinacional se vio obligada a reformular sus cuentas a instancias de su auditora, KPMG, que consideró que este montante debía ser consignado en el pasivo financiero no ordinario en lugar de en el patrimonio neto, como había hecho en principio.
En cuanto a una potencial ampliación, los rumores se hicieron especialmente intensos poco antes del verano. Incluso llegó a barajarse una cifra estimativa de 2.000 millones de euros para esta operación. Fue la propia compañía la que se encargó de desmentir la maniobra, aunque el hecho de que trascendiera la posibilidad ya había desencadenado una reacción alcista en bolsa.
Los más penalizados
“La subida de los tipos de interés penalizan habitualmente a los más endeudados y esto afecta tanto a empresas como a estados ya que ambos emiten deuda como parte de su financiación”, señalan desde un banco de inversión internacional que opera en España.
“En general, el alza del precio oficial del dinero no es una buena noticia para la renta variable porque, a fin de cuentas, supone un encarecimiento de la financiación que los inversores emplean para apostar por la bolsa”, añade la misma fuente.
Pero la tendencia bajista de Grifols desde que el BCE anunció las que fueron sus primeras subidas de tipos en once años ha sido mucho más pronunciada que las protagonizadas por los mercados. Sin ir más lejos, el Ibex 35, el selectivo en el que cotiza la farmacéutica, se ha dejado algo más del 12% en este periodo. O, lo que es lo mismo, el desplome de Grifols supera en más de cuatro veces el registrado por el índice de referencia de la bolsa española.
De hecho, Grifols ya es el valor más castigado del Ibex en los últimos doce meses, con descensos de más del 56%. En una perspectiva algo más amplia, los tres últimos años, el retroceso acumulado va camino del 65% y tan sólo es superado por el de IAG, matriz de Iberia y Vueling, un valor también muy castigado por la pandemia, que se ha dejado en este tiempo más de dos tercios de su capitalización.
Tensión en los accionistas
Además, cabe tener en cuenta que la tensión va en aumento en el seno de la familia fundadora, que se mantiene como primer accionista de la cotizada. Algunas de sus participaciones están financiadas con préstamos garantizados con los propios títulos de Grifiols, con un precio de referencia alrededor de 20 euros. Hecho que obliga a ampliar garantías cuando permanece durante algún tiempo por debajo de esta cifra.
Este martes, las acciones de la farmacéutica cerraron a 9,59 euros, tras una nueva sesión de notables caídas que finalizó con un descenso del 4,98%, el segundo más pronunciado del Ibex 35 en la sesión, sólo por debajo del de Banco Sabadell (-6,47%).
Mensaje al mercado
Ante esta situación, Grifols remitió un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) al inicio de la semana con el que trató de tranquilizar a los inversores, incluso con estimaciones de incremento de la facturación a doble dígito en el segundo semestre y cifras que apuntan a que los efectos negativos de la crisis del Covid-19 en cuanto al negocio de plasma han quedado definitivamente atrás.
Sin embargo, la empresa no pudo dar grandes detalles sobre operaciones concretas para rebajar la deuda, que supone el principal elemento que está provocando la salida masiva de los inversores. De ahí que, tras una leve reacción en la sesión del lunes, el valor haya vuelto a las andadas.