El BCE ha llevado al euro a sus mínimos de los últimos 20 años / EUROPA PRESS

El BCE ha llevado al euro a sus mínimos de los últimos 20 años / EUROPA PRESS

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La factura energética engorda 24.000 millones por el alza del crudo y la caída del euro

El desplome de la moneda única por la resistencia del BCE a elevar los tipos de interés le cuesta a España más de 6.000 millones adicionales en importaciones de petróleo

17 julio, 2022 00:00

Las turbulencias registradas a lo largo del año tanto en los mercados de materias primas como en los de divisas van a pasarle una elevada factura al Estado en 2022, cercana a los 24.000 millones de euros extraordinarios, con los que no se contaba en los Presupuestos aprobados a finales del pasado año. 

Y han sido variados los factores externos que han contribuido a que se vaya a producir semejante desviación, que equivale a algo más del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) de 2021. Entre ellos, el más evidente es el efecto de la invasión rusa de Ucrania y su derivada en las alzas en el precio del petróleo. Pero no ha sido el único. 

Cuentas demasiado optimistas

En este sentido, el Banco Central Europeo (BCE) también ha representado un papel determinante en el hecho de que la factura energética se vaya a elevar de forma tan traumática. Sus dudas a la hora de atacar con instrumentos de política monetaria una ya galopante inflación desde finales del pasado año, cuando aun no había estallado el conflicto bélico, han provocado un retroceso considerable del euro que también ha influido a la hora de engordar el coste energético. 

Aunque lo cierto es que el punto del que partían las cuentas públicas elaboradas por el Gobierno y aprobadas en el Congreso de los Diputados ya no resultaba precisamente el más adecuado, al contar con una previsión de precio medio para el barril de petróleo en torno a 60 dólares. 

En ningún momento de 2022, el crudo ha cotizado ni siquiera cerca de esta cota, hasta el punto de que no ha llegado a bajar de 75 dólares, en el caso del tipo Brent, el importado mayoritariamente por España. Es más, su precio ya rozaba los 100 dólares en los días anteriores al inicio de la guerra, cuando la tensión en la frontera entre Rusia y Ucrania alcanzó cotas que hacían temer lo peor. 

Fue necesaria una revisión con motivo de la remisión anual a la Comisión Europea de la actualización del Plan de Estabilidad que, una vez más, incluía un cuadro macroeconómico con rebajas en lo referente a la previsión de crecimiento. 

El peso del euro

Con una estimación algo más realista acerca de los precios del petróleo, lo cierto es que la revisión ya incluía una factura revisada al alza en cerca de 15.000 millones… de dólares. Y ahí, precisamente, radica la segunda parte, pero no menos importante, de la ecuación. 

Porque el coste del petróleo para España no sólo se ha encarecido como consecuencia de las notables alzas que ha experimentado en el mercado, que ha llevado al barril a superar en determinados momentos los 130 dólares, sino también por la caída del euro en su cotización frente al dólar.

Mínimos de 20 años 

A lo largo de esta semana, la moneda única ha tocado sus mínimos en las últimas dos décadas frente al billete verde, hasta el punto de que en algunos momentos ha cotizado incluso por debajo de la paridad. 

Cotas tan reducidas que no se veían desde que el euro comenzó a funcionar como moneda de curso legal en los países que por entonces, en enero de 2002, formaban parte de la Unión Europea Monetaria (UEM).

Efecto multiplicador

Descensos superiores al 13% que han reflejado las dudas que entre los inversores ha generado la estrategia demasiado conservadora del BCE mientras que otros bancos emisores como la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra ya han aplicado varias alzas del precio oficial del dinero.

Toda vez que el crudo se comercializa únicamente en dólares, la caída del euro en los mercados de divisas genera un efecto multiplicador que hace que la subida de algo más del 25% en el precio del barril se transforme en la práctica en alzas que superan el 41%. 

Aumentan las importaciones

A todo esto se suma una más que evidente recuperación de las importaciones de petróleo, que habían experimentado notables descensos en los años 2020 y 2021 como consecuencia de la pandemia.

De acuerdo con los datos de Cores, durante los cinco primeros meses del año, el volumen de crudo importado se ha incrementado una media del 20%. De proseguir esta tendencia hasta finales de año, el coste adicional de la factura energética rondará la cifra que encabeza el artículo.