Los empresarios ganan el pulso a los sindicatos en la subida de salarios reales
La variación de la retribución media en el último mes se sitúa en el 2,4% según el Ministerio de Trabajo, un punto por debajo de la propuesta de la CEOE y muy lejos de la inflación
20 mayo, 2022 00:00Los sueldos ya han subido este 2022, aunque por debajo de las aspiraciones de los sindicatos. Según las cifras recopiladas en abril por el Ministerio de Trabajo, la variación salarial media y con efectos económicos conocidos se sitúa actualmente en el 2,4%, un punto menos que la propuesta de la CEOE y a años luz de la exigencia de CCOO y UGT de equiparar las nóminas a la inflación, que cerró el pasado mes al 8,3%.
La cifra procede de la estadística de convenios colectivos de trabajo que elabora de forma regular el departamento liderado por Yolanda Díaz. Este informe tiene en cuenta 2.037 convenios a nivel nacional, tanto de empresa como de ámbito superior, con un impacto cuantificable en el bolsillo de los trabajadores. En total, el estudio cubre los salarios reales de más de 500.000 empresas y 5,4 millones de empleados.
Subidas por actividad
Si bien la mayoría de marcos laborales analizados no se han acordado este año, 119 convenios sí se han registrado y firmado en los primeros compases de 2022. Este guarismo supone poco menos del 10% de acuerdos actualizados o formalizados por primera vez en todo 2021. Pero la novedad de estos pactos tampoco ha repercutido positivamente sobre los sueldos: el 35,67% de asalariados ni siquiera han visto alzas superiores al 2%.
Al escrutar los convenios según su actividad económica se constata la misma realidad. Algunos sectores como transportes, construcción, industria manufacturera y actividades de los hogares --esta categoría sorprende por su revalorización al 6,3%, pero afecta a escasos trabajadores-- sí superan el 2,4%, pero son más los casos en que no se rebase este umbral como se ve en la tabla inferior.
Actividades de los hogares | 6,30% |
Transporte y almacenamiento | 3,53% |
Otros servicios | 3,47% |
Suministro de agua y gestión de residuos | 3,24% |
Construcción | 3,15% |
Industria manufacturera | 3,11% |
Información y comunicaciones | 2,59% |
Actividades artísticas | 2,36% |
Comercio y reparación de vehículos | 2,36% |
Actividades administrativas |
2,08% |
Actividades profesionales | 2,02% |
Sanidad y servicios sociales | 2,00% |
Administración Pública, Defensa y Seguridad Social obligatoria |
1,99% |
Educación | 1,97% |
Actividades inmobiliarias | 1,95% |
Industrias extractivas | 1,93% |
Agricultura y ganadería | 1,78% |
Suministro de energía | 1,76% |
Actividades financieras y de seguros | 1,08% |
Hostelería | 1,00% |
Actividades organizativas extraterritoriales |
0,00% |
Cataluña no llega a la media
Por comunidades, destaca la ubicación de Cataluña por debajo de la media. En efecto, la región registró hasta abril un aumento promedio de las remuneraciones 2,29%, a la zaga de autonomías como Extremadura (2,42%), Galicia (3,52%), Comunidad Valenciana (4,13%), Cantabria (4,21%) y País Vasco (5,13%).
Hay que recordar que estos datos todavía deben reflejar la renegociación de muchos convenios que sigue abierta en las mesas sectoriales o de empresa. Los tira y afloja entre empresarios y trabajadores sobre el porcentaje ideal de incremento salarial han entorpecido un diálogo lastrado por las complicaciones derivadas de la inflación. Aunque los avatares del debate actual no parece que vayan por el camino de conseguir aumentos superiores a los que se han materializado hasta la fecha, tal y como reconocen los agentes sociales.
La sombra de la inflación
Mientras los sindicatos reclaman alzas fuertes para evitar la pérdida de poder adquisitivo, las patronales piden prudencia a la espera de un posible descenso de la inflación hasta niveles menos críticos.
El temor de las empresas es que se acentúe aún más la escalada inflacionaria si se fija como regla de oro la evolución paralela de las nóminas y los precios. Extremo que, tal y como publicó Crónica Global, no comparten las centrales de trabajadores. Estas aceptan las tensiones desencadenadas por el encarecimiento de la energía y las materias primas, pero dudan de que la revisión de salarios, sacrificada o reducida a mínimos simbólicos en el último bienio, ponga en apuros a las compañías.
Diálogo social al ralentí
En este contexto, la renovación de multitud de convenios ha entrado en vía muerta. Se corre el riesgo incluso de iniciar una nueva etapa de intensa conflictividad. Es lo que puede ocurrir con la amenaza de huelga de los trabajadores del metal de la provincia de Barcelona, un contingente laboral de 300.000 empleados que sondea una ronda de paros por el contencioso abierto a cuenta de las garantías salariales pendientes de aplicar.
De hecho, este asunto también debiera haber formado parte del Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva (ANC) cuya negociación se rompio hace un par de semanas. Se esperaba que los contactos entre sindicatos y patronales universalizaran las cláusulas de garantía salarial --ahora mismo no la poseen ni el 20% de convenios--. Pero el pacto ha saltado por los aires en una coyuntura clave para aquilatar la recuperación de la economía española tras la peor fase de la pandemia.