El alza de los combustibles ha contribuido a que el IPC se sitúe en dos dígitos / EUROPA PRESS

El alza de los combustibles ha contribuido a que el IPC se sitúe en dos dígitos / EUROPA PRESS

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Las pequeñas gasolineras denuncian la guerra sucia de los grandes del sector

Las distribuidoras alertan de que las refinerías han disparado precios el doble de rápido que el petróleo para expulsarlas y "monopolizar" el mercado

20 mayo, 2022 00:00

La escalada de precios de los carburantes está limpiando los bolsillos de los conductores, pero también ha empujado al límite a las pequeñas gasolineras. En España hay cerca de 11.500 distribuidoras, que denuncian que las 50 refinerías, en especial las que copan más de la mitad del mercado --Repsol, Cepsa, BP, Disa (Shell) y Galp-- suben el coste del combustible por lo que consideran que es un movimiento que busca incrementar sus beneficios y lastrar a sus competidores low cost.

"Las refinerías han incrementado el precio en un 120% desde finales de 2021", afirma Carme Esteve, vicepresidenta de la Agrupación Catalana de Asociaciones de Estaciones de Servicio Agrucaes. Señala que este ritmo es mayor al de la subida del petróleo: el barril de crudo Brent se ha disparado cerca de un 60% en este periodo.

Los pequeños ven visos de cártel

Según Esteve, a algunos de sus compañeros de profesión les preocupa la posibilidad de que se articule alguna operación concertada para "hacer desaparecer a las pequeñas", extremo que el regulador del mercado no ha detectado a pesar del monitorizaje constante del mercado. "Alguna gasolinera ya ha cerrado a nivel preventivo", alerta la ejecutiva. 

El combustible ha protagonizado una escalada de precios en las gasolineras / EFE

El combustible ha protagonizado una escalada de precios en las gasolineras / EFE

Otro directivo del sector también muestra su recelo, ya que "el mercado del refino sube de precio" en un momento en que "el barril de Brent lleva semanas estabilizado". Acusa a los grandes grupos de lograr beneficios históricos en el primer trimestre del año a costa de cobrar más a las distribuidoras a la vez que mantienen descuentos competitivos de cara al público. Reconoce que las gasolineras low cost no pueden aplicar ninguna rebaja al respecto porque, de hecho, ya se plantearon como firmas con márgenes restringidos que conseguían ganarse al público con precios más atractivos que las firmas tradicionales. Ahora este modelo les juega en contra. 

Un golpe a la liquidez

El responsable de Estaciones de Servicio de la Federación de Industria y Comercio de UGT, Roberto Mora, señala que "las malas lenguas" mantienen el discurso de que "algunos se aprovechan de las bajadas" en beneficio propio. Habla del descuento de 20 céntimos del Gobierno al que algunas cadenas añaden recortes adicionales. Más allá de los rumores del sector, el sindicalista señala que la bonificación del Gobierno se ha convertido en un problema de liquidez para las pequeñas gasolineras. Los retrasos en la liquidación propicia que las explotadoras de estos servicios hayan tenido que avanzar el dinero, hecho que lleva al límite la caja de la sociedad. 

Mora constata que "es verdad que cuando sube el barril, suben en seguida los precios en las estaciones del servicio, pero al contrario, cuando baja, no". Pero tanto él como otras fuentes sindicales coinciden en que en los últimos dos años se han perdido unos 10.000 empleos en el sector, un problema que va más allá de la crisis actual de los combustibles y que refleja un "cambio de modelo" hacia gasolineras con menos personal y más variedad de negocios, desde supermercados --en colaboración con las grandes cadenas-- hasta lavaderos, pasando por las reposterías. Esta coyuntura dificulta la supervivencia a las empresas que han apostado por el negocio low cost