Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol (izq.), y Antonio Brufau, presidente, elevan dividendos por las alzas del petróleo / EP

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol (izq.), y Antonio Brufau, presidente, elevan dividendos por las alzas del petróleo / EP

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Lluvia de dividendos en Repsol: casi 1.500 millones a costa de un crudo disparado

La compañía ampliará su programa de recompra de acciones y la posterior amortización dejará la remuneración al accionista al borde del euro por título

18 febrero, 2022 00:00

Los accionistas de Repsol están de enhorabuena. Las notables alzas en los precios de las materias primas, especialmente el petróleo (en máximos de casi ocho años) y el gas natural, se traducirán en una lluvia de dividendos por parte de la compañía que preside Antonio Brufau. A través de la fórmula mixta de pago en efectivo y recompra y posterior amortización de títulos, la energética remunerará a sus socios con cerca de 1.500 millones de euros este año.

La clave ha sido la evolución de los citados precios, que se han ido muy por encima de lo que contemplaba el escenario presupuestado por Repsol en su plan estratégico a cinco años que presentó en noviembre de 2020, cuando las circunstancias en torno a la pandemia aún impedían visibilizar un horizonte claro ni siquiera a medio plazo.

Muy por encima del presupuesto

Así, la compañía estableció que con un precio del barril de crudo tipo Brent de 40 dólares sería capaz de alcanzar el equilibrio en cuanto a flujo libre de caja, con una estimación en torno a 50 dólares para lograr objetivos de flujo de unos 4.500 millones de euros.

El notable recorrido alcista del petróleo, en particular durante la segunda mitad de 2021 al calor de una abrupta recuperación económica tras dejar atrás lo peor de la pandemia, le llevó a cerrar el ejercicio a un precio medio de 70,9 dólares por barril, es decir, cerca de un 42% por encima de lo presupuestado por Repsol.

Flujo de caja extra

En el caso del gas natural, la compañía contemplaba un escenario de precios de 2,5 dólares por millón de metro cúbico para el Henry Hub, cuyo coste medio se situó finalmente al borde de los cuatro dólares.

El resultado, plasmado en las cuentas anuales que Repsol presentó este jueves, ha sido un flujo de caja libre con un extra de 1.400 millones de euros (unos 800 millones relacionados con el petróleo), respecto a lo esperado; una parte del cual repercutirá en los accionistas de la empresa.

Compromiso en el plan estratégico

Cuando la compañía dio a conocer al mercado los detalles de su plan estratégico 2021-2025, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, admitió que las estimaciones de Repsol eran muy prudentes y conservadoras, toda una seña de identidad de la casa, que el equipo directivo ha llevado a rajatabla; sin embargo, dejaba la puerta abierta a mejorar el creciente dividendo que se reflejaba en el plan si el comportamiento de los precios del petróleo lo hacía propicio.

Dicho y hecho, el propio ejecutivo anunció en la conferencia con analistas con motivo de la publicación de los resultados que el consejo de adminstración propondrá en la próxima junta de accionistas, que se celebrará durante la primavera, un programa adicional de recompra de acciones para adquirir hasta 50 millones de títulos, con el fin de proceder posteriormente a su amortización.

Amortizar más de un 8%

Un movimiento que supone una extensión del aprobado a finales del pasado año y que en la actualidad se está ejecutando (en este caso, con un montante de 75 millones de acciones).

“En estos momentos nos quedan aproximadamente 18 millones de acciones, que compraremos antes de la junta en la que, además, solicitaremos autorización para amortizar todo ese paquete y comprar 50 millones más”, explicó Imaz.

A 70 dólares por barril

Con vistas a 2022, la compañía ha revisado al alza sus estimaciones acerca de los precios del petróleo, que ha situado en el entorno de los 70 dólares por barril de Brent. Si no se da un drástico descenso en los mercados de materias primas, Repsol prevé para el año en curso un flujo de caja libre de 5.800 millones de euros.

De esta cifra, la compañía prevé destinar aproximadamente un 25% a los accionistas, lo que da como resultado unos 1.450 millones de euros.

La meta del euro por acción

La energética ha ratificado la propuesta de un dividendo en efectivo de 0,63 euros por acción, como anunció el pasado noviembre, que se verá completado con la amortización de los 75 millones de acciones del actual programa de recompra.

En el caso de que finalmente se lleve a cabo el segundo, Repsol adquirirá algo más de un 8% de su capital actual, que procederá a amortizar “entre el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023”, según confirmó el consejero delegado.

En tal caso, con el volumen de dividendos y la reducción del número de acciones, la remuneración a los socios se quedará en el entorno de un euro por título, objetivo de referencia de la compañía.