Repsol ganó 2.499 millones por la subida de precios y el avance en renovables

Repsol supera la crisis del Covid-19 con una notable vuelta a la senda de la rentabilidad. La compañía cerró el ejercicio 2021 con un beneficio neto de 2.499 millones de euros, sustentado en el incremento de las ventas, tanto por la recuperación como por la subida de las materias primas, y el avance en su negocio de energías limpias.

La empresa que preside Antonio Brufau consiguió triplicar su resultado bruto de explotación (Ebitda), que alcanzó 8.170 millones de euros, gracias a un mayor flujo de caja operativo, un factor que también ha hecho posible que la energética recorte un 15% más su deuda, que se sitúa en 5.762 millones de euros.

Más ventas y renovables

El comportamiento alcista de los precios de las materias primas ha impulsado el resultado de su división de exploración y producción, que sigue siendo la principal en el grupo, hasta los 1.687 millones de euros.

Por su parte, el incremento de ventas, consecuencia de la puesta en servicio de nuevos proyectos, ha hecho que el resultado de la división de renovables aporte ya 542 millones de euros.

Ratifica la subida del dividendo

La compañía ratifica de esta forma la decisión anunciada hace unos meses de elevar un 5% el dividendo en efectivo, hasta 0,63 euros por acción, que el consejo de administración propondrá a la junta de accionistas.

Este pago se complementará con una reducción del capital social de 75 millones de acciones, el 4,9% del total, provenientes del programa de recompra de títulos que la compañía puso en marcha como forma adicional de retribuir a sus accionistas.

Medidas de eficiencia

Los resultados de Repsol se sitúan netamente por encima de los que obtuvo en el año inmediatamente anterior de la pandemia, cuando alcanzó los 2.042 millones de euros. En 2021, el beneficio ajustado, que mide específicamente el rendimiento de los negocios, se fue hasta los 2.454 millones de euros, lo que supone multiplicar por algo más de cuatro los 600 millones registrados el pasado año.

En un comunicado, la compañía atribuye las elevadas cifras, sobre todo en su división de exploración y producción, al efecto de las medidas de eficiencia introducidas por la compañía en el marco de su nuevo plan estratégico, que cumple un año de vigencia.

Un 30% más de inversiones

Esta política le ha permitido primar el valor sobre el volumen, lo que ha llevado a Repsol a reducir el número de países en los que opera para centrarse en aquellos en los que consigue una mayor ventaja competitiva.

El pasado año, la compañía incrementó un 30% sus inversiones, cuyo volumen rozó los 3.000 millones de euros (concretamente, 2.994 millones). De ellos, algo más de un 27% se destinó a la división de comercial y renovables, llamada a ser el pilar del futuro de una estrategia cuyo horizonte es la neutralidad en carbono en 2050.

Hasta un 35% en renovables

Esta proporción se aproxima ya a la programa en el citado plan estratégico, en el que está previsto que el 35% del total de 19.500 millones de euros que Repsol tiene pensado invertir hasta 2025 se destine a la energía verde, tanto en plantas renovables de generación eléctrica como a la producción de hidrógeno bajo en emisiones.

De hecho, la buena marcha del nuevo negocio de Repsol llevó a la empresa a revisar al alza el planteamiento original con el añadido de 1.000 millones de euros más al plan, una partida que irá a parar casi de forma íntegra a esta división.

Búsqueda de socios

Precisamente, la compañía ultima una medida para comenzar a poner en valor la unidad, para lo que está en la búsqueda de socios minoritarios, además de explorar una posible salida a bolsa. En principio, Repsol se dio hasta mediados de este ejercicio para articular una solución definitiva.

Con la reciente adquisición de la cartera residencial y de pymes de Capital Energy, Repsol suma ya 1,35 millones clientes de electricidad y gas, desde que en 2018 se introdujo en este sector, con la compra de activos y cartera de Viesgo.