PayPal se queda sin director en España en plena reconfiguración de su negocio

El ejecutivo se enroló en el gigante digital en 2012 como responsable de servicios estratégicos para el consumidor. Hasta 2015 mantuvo este cargo, cuando dejó la compañía para asumir un puesto directivo en UniversalPay y, posteriormente, en Ingenico.

Puesto vacante

El año pasado, PayPal repescó al profesional para relevar a Raimundo Sala como jefe de la compañía en España y Portugal, tras el ascenso del segundo a un cargo de responsabilidad de alcance internacional.

Cuando Cuesta sustituyó a Sala, su nombramiento puso fin a la vacante de casi dos años en el máximo escalafón de la tecnológica en la Península. La empresa no confirma si tiene abierto un proceso de selección para cubrir esta posición, que quedará vacía por segunda vez en menos de tres años.

Interfaces de la compañía PayPal / EP

Reenfoque del negocio

La escapada de Cuesta coincide, además, con un proceso de reenfoque del negocio de la tecnológica. Tras la pérdida de Ebay como socio de oro, PayPal tiene previsto cualificar su estrategia de captación de público. Como explicó recientemente el director financiero de la multinacional, John Rainey, la plataforma pivotará hacia una búsqueda de usuarios más activos y, por tanto, que aumenten su nivel de gasto, en vez de marcarse como objetivo el crecimiento sostenido de sus clientes.

Este modelo coincide con el tropiezo de PayPal en cuanto a la cifra de usuarios activos de su cuarto trimestre fiscal. Entre octubre y diciembre de 2021, la plataforma cerró 4,5 millones de cuentas ilegítimas. En el último ejercicio, la compañía sumó 48,9 millones de nuevos clientes, un 13% más que el año anterior, pero en el último tramo de 2021 se añadieron 9,8 millones de cuentas, frente a una meta de 12,9 millones.

Caída en la bolsa

En este sentido, Rainey adelantó que PayPal espera agregar entre 15 y 20 millones de cuentas netas durante 2022, añadiendo que la compañía "ya no considera adecuada la aspiración a medio plazo de alcanzar los 750 millones".

Este traspié se sumó al recorte de los ingresos en términos interanuales --la compañía registró un beneficio neto de 716 millones de euros (801 millones de dólares), un 49% en comparación con el año anterior-- y provocó un desplome de las acciones de hasta el 26%. El procesador de pagos intentará recuperar la confianza de los inversores gracias a su nuevo plan de captación de usuarios y con iniciativas como el lanzamiento de su propia criptomoneda. Aunque en España lo hará, por el momento, sin nadie al timón.