Tyrus Capital ultima la compra del hotel Juan Carlos I de Barcelona
El fondo de inversión prepara el terreno para hacerse con el cinco estrellas gran lujo cuando el Ayuntamiento de Barcelona aclare la concesión del terreno
20 enero, 2022 00:00Tyrus Capital ultima la compra del hotel Fairmont Juan Carlos I de Barcelona. El fondo de inversión prepara el terreno para hacerse con el cinco estrellas gran lujo situado en la parte alta de la avenida Diagonal, una vez el ayuntamiento aclare la gestión del resort urbano, pendiente de una nueva licitación, pues se trata de una concesión administrativa.
Lo explican fuentes del mercado inmobiliario, que indican que Tyrus está en negociaciones tan avanzadas que ya está contactando con las partes para formalizar su oferta. El intento del vehículo inversor queda pendiente de una nueva licitación pública de la Administración local para explotar el establecimiento, pues los terrenos en los que se levanta son públicos. La concesión vence en 18 años, en 2040, pero el gobierno municipal avanzó que la ampliaría hasta 2090. Es decir, 50 años más.
Una operación privada...
Se trata de dos operaciones paralelas. Una en el sector privado y otra en el público. Por un lado, Tyrus cierra los flecos para comprar el hotel a Barcelona Project's, la sociedad ligada a la familia Bin Nasser al Saud, vinculada, a su vez, a la familia real saudí. El precio total se desconoce. Por lo pronto, el vehículo inversor deberá asumir los cerca de 100 millones de deuda que arrastra el establecimiento.
De hecho, Tyrus ya se había postulado como comprador cuando Apollo Global Management hizo un intento de compra del inmueble, como avanzó este medio. La operación con Apollo no llegó a buen puerto y el resort de lujo siguió como hasta ahora: en preconcurso de acreedores por su delicada tesorería y porque vive, en buena parte, de los congresos, muy golpeados por la crisis del coronavirus.
... Y una pública
El nuevo pacto privado por el Fairmont Juan Carlos I depende de otra operación pública. El Ayuntamiento de Barcelona debe lanzar un concurso para encontrar al nuevo gestor. Como promesa para atraer a inversores, promete alargar la concesión hasta 2090. Se cree que de este modo el nuevo propietario podrá recuperar lo pagado por el activo.
Hay una derivada que el Ejecutivo local de Ada Colau no ha explicado: lo que pedirá a cambio. La Administración local sopesa exigir cerca de seis millones de euros al nuevo responsable, indican fuentes conocedoras de las negociaciones. Con ello, se aseguraría una contrapartida al caramelo que supone entregar la explotación de un hotel y palacio de congresos que tenía una fuerte actividad incluso con las turbulencias políticas de Barcelona.
Salvar el hotel y 500 empleos
Cuaje o no la operación de Tyrus, lo factual es que de la doble carambola privada y pública depende uno de los mejores hoteles de Barcelona, que reformó la cadena canadiense Fairmont cuando entró de gestor en 2014. Fue su primer establecimiento en España. El grupo, no obstante, ha encajado ocho años difíciles, pues ha lidiado con el procés independentista y su impacto el turismo premium en Cataluña, primero, y la pandemia del coronavirus, después.
Las más de 440 habitaciones del inmueble funcionaron a pleno rendimiento a medida que el desafío secesionista perdía fuelle, pero llevan buena parte de los dos años de pandemia sin funcionar. Ello ha condenado al ERTE a los cerca de 500 empleados. De hecho, la plantilla ha exigido soluciones en más de una ocasión a la Administración local. Han sido los que han exigido de forma más contundente alargar la concesión para poder encontrar a un inversor que reflote el negocio y, con ello, salvara sus empleos.
Mala situación económica
Ello es así porque el Fairmont Juan Carlos I presenta una deficiente situación económica. Su contabilidad está cargada por la gestión de los operadores previos, sobre todo de la época de Husa Hoteles. De hecho, los ben Nasser trataron de encausar penalmente a Joan Gaspart, por esas obligaciones. La justicia archivó el caso, informó Crónica Global.
La situación cambió en enero de 2021, cuando falleció el jeque Ben Nasser, también ministro de Meteorología de Arabia Saudí. El alto cargo era quien atesoraba un interés por Barcelona y el cinco estrellas gran lujo. Con su muerte, la familia ha perdido el apetito por esta posición en la Ciudad Condal. Ello les empuja a la venta, aunque la operación está pendiente de la pata pública.
Hay apetito
Sea como fuere, el interés de Tyrus por el Fairmont de Barcelona confirma que hay un gran apetito por la hotelería catalana en el mercado. De hecho, las cifras de inversión en la Ciudad Condal en 2021 fueron altísimas y superaron a las de Madrid. Cierto es que buena parte del pastel lo aportó la colocación de la mayor parte de Selenta Group a Brookfield Asset Management.
Pero cambiaron de manos otros grandes activos, como el Grand Hotel Central, el NH Calderón o el Tryp Apolo. De hecho, la rotación de dueños captura la mayor parte de la inversión en el sector alojativo catalán, pues las duras leyes antiaperturas desaniman el gasto en nuevos activos o en grandes reformas. Por ello, firmas como Colliers han advertido del desplazamiento de la inversión a la periferia de Barcelona.