La apertura de los peajes también pilla desprevenida a la Generalitat

Según datos del Servicio Catalán de Tránsito, la operación retorno del pasado domingo generó un 7% más de trayectos en comparación con los datos de 2019. En concreto, 192.951 vehículos utilizaron la red regional de alta capacidad frente a los 180.919 contabilizados hace dos años. Esta intensificación de la operativa, sobre todo en el tramo norte de la AP-7, se vio agravada por dos accidentes consecutivos en el sur de la autopista que obligaron a cerrar un carril.

"No hay efecto llamada"

Òscar Llatje, coordinador de Movilidad y Seguridad Viaria del organismo autonómico, ha reconocido el incremento de circulación, aunque ha acotado su origen. "Este fin de semana ya no se ha comportado como un fin de semana típico. Se ha dado un aumento de los viajes por la operación retorno de las vacaciones. No parece que haya un efecto llamada del fin de los peajes", ha manifestado.

Por otro lado, el gestor ha explicado que el repunte de los accidentes menores --sín víctimas mortales o graves-- también se han anotado un alza el pasado sábado y domingo. "Estos accidentes sin víctimas también producen densidades elevadas", ha argumentado. Un conjunto de razones que contrasta con las críticas deslizadas por el jefe de Trànsit, Ramon Lamiel, quien ayer por la mañana culpó de las restricciones a la antigua adjudicataria de la infraestructura en una emisora catalana.

Primer día sin peajes

Abertis replica a Trànsit

El responsable declaró que la falta de carriles disponibles en puntos clave como la isla de peajes de La Roca del Vallès (Barcelona) provocaron 37 kilómetros de cola en el segmento norte de la AP-7. Llatje comenta que pese a que la llave de las autopistas está en manos de la Generalitat --"la autoridad somos nosotros"--, no desean aplicar medidas "de forma mandatoria", sino a través del acuerdo tanto con el Estado, titular de la AP-7 y la AP-2, como con la anterior adjudicataria.

Por su parte, un portavoz de Abertis ha recordado que ni Acesa ni Invicat "operan ya como concesionarias en las vías liberalizadas AP-7, AP-2 y C-32". Además, ha desmentido las palabras de Lamiel: "No hubo ningún problema en la playa de peaje, pero sí en el tronco de la autopista debido a los incrementos de tráfico sobre todo en la zona norte. En el sur (Vilafranca del Penedès) hubieron diversos accidentes que aumentaron el tráfico". En cualquier caso, Abertis brinda su colaboración "como siempre hemos hecho para buscar soluciones de movilidad" para facilitar la operativa.

Tras los peajes, ¿qué?

Más allá de este intercambio de reproches, las organizaciones empresariales consultadas por Crónica Global advierten de que las retenciones perdurarán hasta que se establezca un sistema alternativo de explotación en las vías. El secretario general adjunto de Foment del Treball, Salvador Guillermo, ha recordado que este escenario ya se produjo en otros territorios liberados de peajes como la AP-1 entre Burgos y Armiñón.

"Obviamente el precio es un factor excluyente y los usuarios siempre se decantan por la alternativa más económica. Hará falta incorporar un canon, una figura finalista para garantizar el mantenimiento de las vías. Si no se pagará vía presupuesto se use o no la infraestructura", incide el representante empresarial.

Vista puesta en la Diada

Una posición que comparte el presidente de Pimec Logística, Ignasi Sayol, quien alerta de que el adelgazamiento del turismo todavía no ha mostrado la dimensión del problema. "Se trata de una crónica anunciada. Hace ocho años ya dijimos que la gratuidad total no era lógica. Queríamos un sistema unificado de pago, probablemente con la viñeta, y seguimos pensando lo mismo. Debe priorizarse el uso profesional de estas vías", ha resumido Sayol, que también preside el Cluster Logístico de Cataluña. "Se tendría que haber arbitrado alguna solución y, hasta que no pase, estamos condenados a esta situación", ha apostillado.

Estas advertencias de las patronales llegan a cinco días de que la autonomía celebre una festividad importante: la Diada. Será atípica este año, ya que de forma oficial no habrá puente al caer en sábado. Ayer mismo, el Ministerio de Transportes, Abertis y la Generalitat se reunieron para analizar las consecuencias del fin de las barreras en la comunidad y barajar nuevas actuaciones para el próximo fin de semana.

La mejora de la señalización, la redirección hacia otras carreteras y la apertura prudencial de más carriles están sobre la mesa, pese a que esta última opción genera recelos por la actitud imprudente de algunos automovilistas. Los catalanes se despidieron el pasado 1 de septiembre de los peajes. Si no se toma ninguna otra acción, ¿habrán empezado los atascos?