La sangría empresarial por el Covid-19 generó un agujero fiscal de 7.900 millones
Los ingresos tributarios por Sociedades se desplomaron un tercio y fueron responsables de más del 40% de caída de la recaudación que el Gobierno necesita disparar para cuadrar los Presupuestos
10 abril, 2021 00:00El durísimo impacto de la crisis derivada del coronavirus en la actividad empresarial fue uno de los causantes del desplome que se registró en la recaudación tributaria en 2020 y que, a su vez, hace más complicado alcanzar los objetivos presupuestarios en 2021. Los ingresos por el impuesto de Sociedades sufrieron un histórico recorte de casi 7.900 millones de euros en relación al año anterior y registraron cifras inéditamente bajas en lo que va de siglo.
Los cálculos apuntan a que entre 130.000 y 140.000 empresas se vieron obligadas a echar el cierre en 2020. La mayoría de ellas, como consecuencia de los ceses de actividad derivados de las restricciones aplicadas por las Administraciones Públicas para impedir la propagación del virus.
Un tercio menos
Una circunstancia que ha tenido una nefasta correspondencia en los datos de empleo pero también en los números fiscales. La Agencia Tributaria redujo la recaudación por el impuesto de Sociedades, una de las cuatro principales figuras impositivas, nada menos que un 33,2% respecto a 2019.
De hecho, Sociedades es responsable de algo más del 40% de la caída total de recaudación que padeció el sistema en 2020 como consecuencia de la crisis, cifrada finalmente en el 8,8%. La otra aportación vino del IVA, que sufrió un retroceso del 11,5% en la recaudación debido a la notable caída del consumo.
La crisis del Covid ha causado un fuerte impacto económico / EP
El efecto de las devoluciones
La Agencia Tributaria sostiene que parte de esta fuerte caída en la recaudación del impuesto de Sociedades tiene que ver con la gestión de las devoluciones correspondientes al año anterior, ya que el volumen solicitado cargo al ejercicio 2018 fue muy elevado.
En cualquier caso, incluso al margen de este efecto el retroceso se situaría por encima del 23%, un escenario sin precedentes para uno de los principales capítulos de ingresos tributarios en España.
El retraso de la recuperación
Las previsiones pintan algo mejor en 2021, aunque el hecho de que la recuperación haya sufrido retrasos como consecuencia de la incidencia de la tercera ola complicará la posibilidad de poder cerrar el agujero en torno al impuesto de Sociedades.
Los cierres de empresas están ya en cerca de 200.000, mientras que algunas actividades relacionadas con los servicios, especialmente las de turismo y hostelería, siguen padeciendo múltiples restricciones como consecuencia de la pandemia.
A por un récord histórico
El pasado año, la recaudación fiscal se contrajo cerca del 9%, alrededor de dos puntos porcentuales por encima de las previsiones empleadas por el Gobierno para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2021, aprobados definitivamente en los últimos días del ejercicio pasado.
Los ingresos récord previstos para cuadrar las cuentas públicas suponían un esfuerzo de elevar la recaudación algo más del 13%, equivalente al rendimiento conjunto de los últimos cuatro años anteriores a la llegada de la pandemia. Sin embargo, el desafío se ha tornado incluso mayor al partir de una cifra sensiblemente inferior.
Sin efecto de las nuevas medidas
La Agencia Tributaria admite que el inicio del ejercicio en curso no ha sido especialmente prometedor y que las subidas fiscales decretadas para tratar de elevar esa recaudación aún no se están dejando sentir durante. Como mínimo, no en los primeros meses de 2021, aunque aún es pronto para ver algún tipo de efecto.
No obstante, el hecho de que la recuperación tenga que esperar algo más de lo previsto también está relacionada con esta decepcionante trayectoria de la recaudación en los inicios del año actual.
Subida fiscal cubierta
Sin ir más lejos, los efectos de la tercera ola y los retrasos en el programa de vacunación han vuelto a dejar bajo mínimos la campaña de Semana Santa, que se ha decidido sacrificar en gran medida para intentar salvar la del verano. Una estrategia que podría resultar positiva pero que, por el momento, supone un freno desde el punto de vista de la recaudación fiscal.
Cabe tener en cuenta que el mencionado agujero en el impuesto de Sociedades se corresponde prácticamente en su totalidad con el alza fiscal prevista por el Gobierno en el plan de Presupuestos que remitió en su día a Bruselas.