Sede de Telefónica, en Las Tablas (Madrid) / EP

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Business

Telefónica hará caja con Hispam y el cable submarino

La enajenación del negocio de torres de telecomunicaciones le permitirá reducir su apalancamiento en busca de mejorar su calificación crediticia, en serio peligro de perder el grado de inversión

14 enero, 2021 00:00

La venta por parte de Telefónica de parte de los activos de su filial Telxius no supondrá un freno en su estrategia de reducir de forma notable su endeudamiento, con el objetivo de contar con un menor apalancamiento y mejorar la calificación de sus bonos. La operadora sigue adelante con el proceso de venta de sus negocios en Latinoamérica (Hispam) y está abierta a vender lo que queda de Telxius si cuenta con una oferta atractiva.

La enajenación del negocio de torres de telecomunicaciones no ha sorprendido al mercado, toda vez que el proceso era sobradamente conocido, pero sí el precio que ha logrado obtener por ello. La prueba ha sido el comportamiento de sus acciones en la jornada bursátil del miércoles, que culminó con una subida del 9,67%.

Reducir el apalancamiento

Telefónica consolida en su totalidad las cuentas de Telxius, toda vez que mantiene la mayoría del capital tras las ventas parciales a KKR y Pontegadea. De esta forma, la operadora no sólo se apunta la mitad de los ingresos por la venta, sino que también se quitará de encima la deuda, lo que supondrá una reducción de 4.600 millones de euros, de acuerdo con lo manifestado por la empresa al mercado.

La operación permitirá a Telefónica reducir la ratio deuda/Oibdaal, es decir, la relación entre su endeudamiento neto y el resultado bruto de explotación, en 0,3 veces, lo que supondrá bajar del umbral de 3.

Al borde del 'bono basura'

La estrategia de la compañía que preside José María Álvarez-Pallete pasa por recortar aún más su endeudamiento para contar con un menor apalancamiento que le permita mejorar sus condiciones de financiación, con la vista puesta en negocios que considera estratégicos, como el gigante creado en Reino Unido tras la fusión con Liberty, el negocio en Brasil con la compra de Oi y, además, el desarrollo de la red 5G.

Telefónica ha sido castigada en los últimos tiempos por las agencias de calificación debido a su elevada deuda, que supera los 36.000 millones de euros. En su última revisión, Standard & Poor’s volvió a rebajar la calificación de modo que los bonos de la operadora quedaron al borde de perder el grado de inversión, lo que le llevaría a tener que pagar más en el mercado por colocar su deuda para financiar las futuras inversiones.

Firme en desinvertir

Desde hace más de un año, Telefónica busca fórmulas para poner en valor su negocio latinoamericano, para lo que exploró una posible salida a bolsa y también la búsqueda de compradores, en la que aún está inmersa.

Según ha podido saber Crónica Global, la operación de venta de la filial de torres de Telxius no supondrá ralentizar este proceso ni tampoco retirarlo de la primera línea de la compañía.

Aprovechar el momento

Es más, Telefónica está dispuesta  escuchar ofertas por la parte del negocio de Telxius que aún mantiene en la sociedad y que comprende los activos relacionados con el desarrollo de fibra óptica submarina. Telxius cuenta con una red que supera los 100.000 kilómetros distribuidos en Europa y la práctica totalidad de América, desde EEUU hasta Chile.

La compañía ha aprovechado un momento prácticamente único, en el que el apetito por este tipo de activos está en su máximo apogeo. Poco antes de que finalizara el año, Cellnex protagonizó también una gran operación al adquirir los activos europeos del gigante radicado en Hong Kong Hutchison por un precio de 10.000 millones de euros. Precisamente, la empresa que dirige Tobías Martínez también se ha interesado por los activos de la filial de Telefónica, aunque finalmente se ha impuesto American Tower, que pasará a ser un serio rival en el Viejo Continente.

Una compañía para cien años

“El mercado acoge bien este tipo de activos”, explicó Álvarez-Pallete este miércoles en declaraciones a La Sexta, en las que destacó que la operación, muy bien valorada por el mercado, no es fruto de la casualidad y recordó que la creación de Telxius data de apenas cuatro años y que desde entonces se ha trabajado para lograr poner en valor sus activos de esta manera.

No obstante, el camino desinversor de Telefónica no se queda en esta operación. Su presidente recordó que la hoja de ruta presentada a finales de 2019 persigue construir una nueva empresa con el horizonte puesto en “los próximos 100 años”.