El presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona (GHB) adopta el wait and see. Jordi Mestre, presidente de Selenta Group, ha detenido el expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaba a las oficinas centrales de la compañía. El directivo mantendrá, como el resto del sector, la operativa durmiente hasta que el turismo salga de la unidad de críticos por la crisis del coronavirus.

Lo han explicado directivos rivales del sector, que han loado la prudencia de Mestre. "El ERE que tenía programado no se ha ejecutado, de momento. Los hoteles del grupo permanecen cerrados en todas sus localizaciones: Barcelona, Canarias y Marbella. Como el resto de la industria, Selenta está esperando que los ERTE se alarguen durante 2021. ¿Reaperturas? A partir de Semana Santa del próximo año, como pronto", ilustran.

Selenta: "Abriremos cuando haya reservas"

A preguntas de este medio, Selenta ha confirmado la información. "El ERE en oficinas centrales está presentado y suspendido hasta que se pueda ejecutar", ha señalado un portavoz. Previo a ello cabe recordar que el grupo hotelero que gestiona tesoros como Sofía y Nobu, en Barcelona, y Don Carlos y The Oasis, en Marbella, ya ajustó al máximo los despidos hasta apenas el 2% de la plantilla, un porcentaje menor que la fluctuación de la facturación.

La misma fuente ha indicado que "sobre la operativa se sigue trabajando para cuando las reservas lo permitan poder abrir los establecimientos". Es, pues, una situación análoga a la del resto del sector, que confía en un eventual Mobile World Congress (MWC) semipresencial en 2021 como catalizador de la recuperación turística en Barcelona.

Plan de rescate

Antes de que ello ocurra, Mestre se puso la pasada semana sus otros galones: los de presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona. En la rueda de prensa anual de balance de verano, el directivo alertó de la "catastrófica" situación del sector, que ha podido dar empleo a apenas el 10% del personal en verano.

Es por ello que la organización empresarial, como otras patronales patrias, plantea al Gobierno un plan de rescate presupuestado en al menos 500 millones de euros para salvar al sector. Esta inyección económica debería venir aparejada de la ampliación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) bonificados "al máximo" al menos hasta Semana Santa de 2021. Asimismo, el Gremio pidió una moratoria de alquileres, exoneración de los impuestos y el aplazamiento de la amortización de capital de todos los préstamos que pidieron los operadores.