La familia andorrana Molleví está elevando un nuevo hotel en pleno centro de Barcelona. La saga empresarial ha sorteado el cerrojazo hotelero del gobierno de Ada Colau en la Ciudad Condal y construye un cuatro estrellas con 44 habitaciones, párquing y carácter marcadamente local. Mirará a la Ronda de Sant Antoni, un eje en transformación desde que se reabrió el antiguo mercado en 2018.

Según han explicado fuentes del sector a este medio, la familia de empresarios pirenaicos está elevando el establecimiento con sumo cuidado en el número 84 de esta céntrica vía. Trabajan con gran tiento, pues el edificio está protegido y catalogado. Han apuntalado las paredes medianeras y respetarán la fachada de un inmueble que permanecía vacío desde hacía años. "Empezaron en 2015 y se prevé, como mínimo, un año más de trabajo. Han tenido que apuntalar las paredes medianeras y respetar los elementos arquitectónicos protegidos", han explicado. Tanto es el valor de la zona que el pasado octubre se localizaron 24 tumbas del antiguo priorato de Santa María de Nazaret. Los esqueletos databan de los siglos XIV a XVIII. Se hizo cargo de ellos el servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Barcelona. 

Inversión

Cualquiera que fuere la precisión de la obra, ésta se añadirá al portafolio de una familia que no es extraña al turismo. Participaron los Molleví en la gestión del hotel Andorra Park, el segundo más lujoso del principado pirenaico, durante largo tiempo. Tras ello, se trasladaron a Barcelona, donde operan una residencia de estudiantes en la parte alta de la ciudad. También se les atribuye la propiedad de otro establecimiento hotelero en Andorra. El establecimiento de la Ronda Sant Antoni de Barcelona será su primer alojamiento turístico al uso en la Ciudad Condal.

 

Imagen del hotel de la familia andorrana Monlleví en la Ronda de Sant Antoni de Barcelona / CG

Imagen de las obras del hotel que eleva la familia andorrana Molleví en Sant Antoni en Barcelona / CG

La nueva inversión de los Molleví en la zona de Sant Antoni en Barcelona será posible gracias a que los empresarios consiguieron sortear las dos trabas que puso el gobierno de Ada Colau en Barcelona a los hoteleros: la moratoria de julio de 2015 y el plan especial urbanístico de alojamientos turísticos (Peuat) de enero de 2017. Lo hicieron, ha informado un portavoz municipal, gracias a una licencia de obra mayor concedida en diciembre de 2015 para un hotel de 88 plazas y tres estrellas. Dicho permiso se entró en febrero del mismo año, por lo que "cuando se hizo la suspensión de licencias de hoteles, pudo continuar la tramitación", ha agregado el mismo portavoz.

En transformación

Cualquiera que fuera el pasado, el nuevo alojamiento de la familia, que ha preferido no hacer comentarios informativos hasta que la obra no esté más avanzada, cabalgará sobre el relanzamiento económico de la zona de Sant Antoni. El barrio barcelonés está expandiendo el centro de la capital catalana, sobre todo tras la reinauguración del histórico mercado, que reabrió sus puertas en mayo de 2018 tras una reforma que se demoró nueve años. Aprovechó el Ejecutivo local de Barcelona en Comú para delimitar una superilla peatonal en el entorno del mercado de abastos.

No obstante, el dinamismo económico de Sant Antoni se ha revelado como una navaja de doble filo. Parte de los vecinos del barrio se quejan de la saturación turística y del precio del alza de los alquileres en la zona. Quizá por ello, el gobierno municipal de los comunes anunció la pasada semana que limitaría la entrada de grupos de turistas al mercado para evitar aglomeraciones. Con esta medida, la instalación se une a La Boquería y Santa Caterina en la lista de mercados sobre las que se han aprobado políticas municipales para bregar contra la congestión turística.