El barrio de Sant Antoni, harto de los bares
Los vecinos reclaman al Ayuntamiento de Barcelona mano dura en la regulación de terrazas
8 noviembre, 2017 00:00Ni el procés calma los ánimos contra el turismo masivo en Barcelona. Los vecinos de Sant Antoni denuncian una reproducción constante de bares y locales de copas en una de las vías de moda en Barcelona: la calle Parlament y los cruces con las calles Tamarit y Viladomat. Desde hace un tiempo, es una de las atracciones nocturnas de la ciudad.
El ayuntamiento suspendió en febrero licencias para nuevos comercios turísticos en el céntrico barrio a través del nuevo plan de usos. Después de casi un año, no ha sido una medida efectiva.
Un estudio de la asociación Fem Sant Antoni recoge que hay 46 bares tan solo en la calle Parlament. Si se añaden las vías contiguas, calculan un centenar de establecimientos. Una cifra, que según la entidad ciudadana “va a más y no tiene freno”.
Uso turístico
“No estamos en contra, simplemente queremos que respeten la convivencia de los residentes”. De esta forma lo explica Vladi Olivella, representante de la asociación a Crónica Global. Entienden que estos locales tienen un uso “turístico" y que no están hechos para los vecinos: “Lo demuestran ocupando las aceras con las terrazas y los toneles, incluso obstaculizan que los residentes puedan sentarse en los bancos”, denuncia Olivella sobre los usos del espacio público.
Ubicación de los bares que copan las calles del barrio de Sant Antoni / CG
Como ha sucedido a lo largo de la temporada estival en otras zonas como Sants y Ciutat Vella, el uso de las terrazas se ha convertido en motivo de debate entre los barceloneses. Los vecinos de Sant Antoni han instado al consistorio a “actuar y aplicar una regulación”. Piden que el equipo de gobierno que lidera Ada Colau tenga más mano dura con los restauradores porque “es desproporcionado y no queremos que hagan lo que quieran y cuando quieran”.
Gentrificación
Las obras en los bares también generan molestias en el vecindario. “Algunas son ilegales, hacen mucho ruido, en ocasiones son un abuso”, denuncia Olivella. Afirma que en la calle Parlament, la situación es "insostenible".
Algunos residentes del barrio han explotado. Explican a este medio que cada vez se hace más complicado encontrar una tienda tradicional en esta zona. “Buscaba una mercería y me tuve que ir a otro barrio para encontrarla. Antes había varias que ahora son bares”, indica una vecina de la calle Tamarit.
Respecto a la construcción de la Superilla de Sant Antoni, los residentes auguran que tendrá una parte buena porque “se cuidará el medio ambiente” y una mala: "seguramente el barrio crecerá y se instalarán más comercios turísticos”, sentencia Olivella.