Vista aérea del mercado de Sant Antoni de Barcelona / AYTO. BCN

Vista aérea del mercado de Sant Antoni de Barcelona / AYTO. BCN

Vida

Tres mercados barceloneses prohíben la entrada a grupos numerosos de turistas

El último recinto en adoptar esta medida para evitar aglomeraciones ha sido el de Sant Antoni, a menos de un año después de su inauguración

18 abril, 2019 12:09

El mercado de Sant Antoni se une a la lista de estos recintos que limitan la entrada de turistas. Aquellos que quieran hacer una visita para saber cómo ha quedado después de su renovación tendrán que hacerlo en grupos de menos de 15 personas. 

El Ayuntamiento de Barcelona ha comunicado en una nota informativa que este espacio restringirá el acceso a grupos de visitantes que vayan con una guía todos los viernes y sábados. El motivo esgrimido es que quieren "preservar el modelo de mercado actual", es decir, aquel que prioriza a los vecinos que se acercan a sus puestos para realizar las compras.

Tres mercados limitados 

Estas mismas prácticas ya se llevan a cabo en otros dos mercados municipales. Uno de ellos es el de La Boquería, polo de visitas turísticas tanto por su historia como por su localización --en plenas Ramblas-- y por la vistosidad de sus puestos de venta. El segundo en el que se restringió la entrada a grupos de turistas de gran volumen fue el mercado de Santa Caterina, en el barrio del mismo nombre. Su espectacular fachada y cubierta --proyectada por los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue--, así como sus espacios de comidas, bares y restaurantes llama la atención de los transeúntes y lo convierten en un punto de interés turístico de la ciudad.

mercado sant antoni

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Un puesto del mercado de Sant Antoni con numerosos compradores / AYTO.BCN

El Consistorio considera que estas restricciones "favorecen el correcto desarrollo" de los mercados de la ciudad y "permiten el normal funcionamiento" como lugares de comercio próximo. En el caso de Sant Antoni, el equipo de gobierno municipal que lidera Ada Colau asegura que los informes sobre el tránsito por los pasillos de este recinto revelan que "una concentración de 15 personas es suficiente para impedir el normal flujo de personas en el interior", aunque esta no será la única medida que llevarán a cabo. 

Expulsión de los "perturbadores"

Los servicios de seguridad de Sant Antoni, que fue inaugurado en mayo de 2018, también obligarán a abandonar el recinto a las personas que "perturben el normal funcionamiento del equipamiento". Se refieren, concretamente, a aquellas personas que "toquen y manipulen los alimentos y productos expuestos con el objetivo de fotografiarlos", así como las que coman y beban en los espacios comunes que no estén destinadas para ello y a los que "produzcan ruido o barullo que altere o perturbe el nomal funcionamiento" de las instalaciones. 

Esta medida se viene aplicando desde el primer día de abril y estará vigente hasta el 30 de octubre y se aplicará a través de un decreto de Alcaldía. El documento especifica que, en el caso que los servicios de vigilancia detecten la presencia de grupos organizados de visitantes en el recinto, deben informales de la prohibición y acompañarlos al exterior, y, si el grupo aún no ha entrado en el mercado, debe impedir la entrada. Eso sí, les deberán explicar el porqué.