Instalaciones del gigante cárnico Vall Companys / CG

Instalaciones del gigante cárnico Vall Companys / CG

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Vall Companys, la primera gran huelga del cárnico

Los paros tienen lugar en pleno proceso de negociación del convenio sectorial y con división entre los sindicatos, ya que UGT se ha desmarcado de la protesta

5 noviembre, 2018 00:00

Los centros de producción del grupo Vall Companys están llamados este martes a la huelga en el primer gran paro del cárnico en el país. CCOO ha mantenido su petición de paros para denunciar la precariedad de los empleados del sector y denunciar un régimen de contrataciones que es común en las cárnicas del país. Igual que en el resto de la industria, externalizan los servicios de menor valor añadido de la cadena de producción. En este caso, el trabajo que se realiza en mataderos y salas de despiece.

Los sindicatos denuncian que estas compañías operan bajo el régimen de falsas cooperativas. Explican que se desentienden de los derechos laborales básicos de sus trabajadores, que no disfrutan de ninguna de las ventajas que se conceden a los cooperativistas. De hecho, denuncian de forma directa explotación laboral en firmas como Servicarne (constituida en 1993) que en algunos centros del país obliga incluso a la plantilla a usar su propio material. Extremos que han sido reconocidos en informes de la Inspección de Trabajo que han acabado judicializados.

El gigante del sector

Vall Companys no dispone de una división de mataderos propia. También usa esta red de cooperativas que operan en todo el país en sus factorías de tratamiento y transformación de piezas. Es la principal empresa del sector, por eso las protestas laborales se centran en estos centros.

Los promotores de la huelga explican que se trata de una protesta en la que quieren denunciar cómo una compañía que factura 1.646 millones de euros y obtiene 107 millones de beneficio usa las falsas cooperativas para incrementar sus ganancias. Exigen que cese con esta externalización y que incorpore a la plantilla regular del grupo a los trabajadores afectados.

Instalaciones industriales de Vall Companys en Lleida / CG

Instalaciones industriales de Vall Companys en Lleida / CG

Vall Companys, en Lleida

UGT se desmarca

Se espera que la protesta, en la que están convocadas 2.723 personas, sea masiva. Aunque no se realizará con unidad sindical. UGT se ha desmarcado de la movilización en Cataluña, Aragón y Castilla-La Mancha. Fuentes de la organización explican que han participado durante años en la lucha para erradicar el fraude en las falsas cooperativas que operan en el sector, pero consideran que este no es el momento ideal para una huelga.

El sindicato recuerda que las patronales de las cárnicas --CIG, ANICE, FECIC, AGEMCEX, ANAFRIC y ANAGRASA-- y los sindicatos ultiman la negociación sobre la renovación del convenio sectorial. Incluso han conseguido un principio de acuerdo que implicará que a los 80.000 empleados que están bajo este régimen laboral se les apliquen los incrementos laborales reconocidos en el acuerdo entre CEOE, Cepyme, CCOO y UGT que se firmó antes de verano.

Negociación

Con todo, CCOO no ha suscrito por ahora la propuesta laboral de las patronales. Tal y como avanzó Crónica Global, el sindicato aplaude la oferta económica pero considera que el debate de la parte social no ha concluido. Por ello la mesa prosigue con su iniciativa.

Desde la parte empresarial aseguran que hay voluntad de negociar. Incluso a nivel interno en Vall Companys, la empresa donde tendrán lugar los paros. Recuerdan que las contrataciones en cooperativas están amparadas por ley y que en algunas firmas, como es el caso del gigante con sede en Madrid, se paga a las empresas subcontratadas por encima de lo que marca el convenio aún vigente. Respecto al modelo laboral que está en el foco de la polémica, destacan que existen hasta 22 sentencias del Tribunal Supremo que avalan el modelo de trabajo asociado que se usa en el sector.

Aunque la litigiosidad y las protestas laborales propician un cambio de signo a corto plazo. El alcance total de la medida está en el aire.