Los bufetes de abogados internacionales se comen a los españoles de siempre
Los despachos españoles tienen presencia internacional pero no ejercen con la misma actitud global que sus competidores
4 julio, 2016 21:51El sector de la abogacía creció más de un 6% en 2015, según las últimas estimaciones del sector, pero con unos ratios muy bien diferenciados entre los grandes despachos españoles y los multinacionales, sobre todo los asociados a las big four (Deloitte, KPMG, PWC, EY). Mientras los grandes españoles (Garrigues, Uría, Cuatrecasas, etc.) se estancan, con crecimiento por debajo del 3%, los grandes internacionales, big four, más bufetes como Clifford Chance, Linklaters o Hogan Lovells, crecían a dos dígitos. Hay, incluso, bufetes internacionales casi recién llegados al mercado español, como Watson Farley, que progresan a un ritmo del 40% en los últimos años.
El crecimiento del mercado se lo llevan los grandes bufetes internacionales. De acuerdo con los analistas consultados, esta parece una tendencia clara que muchos estiman que se va a mantener durante los próximos cinco años. Una causa determinante de esta tendencia es el proceso imparable de internacionalización que vive la economía española, con empresas de muy variado tamaño en todos los mercados internacionales.
Tener redes globales
Expertos en el sector señalan que uno de los problemas de los bufetes jurídicos españoles es que son internacionales, pero no son globales. Carecen de conocimiento que les permita ofrecer todo tipo de servicios en todo tipo de mercados. Sólo pueden proporcionar lo que dominan.
Y en ese contexto les ganan los bufetes multinacionales, que sí han incorporado ese factor global a su oferta de servicios. Sus redes son globales y proporcionan servicio completo en cualquier parte del mundo. Empresas españolas de tamaño mediano o incluso pequeño que están en fase de expansión internacional recurren a bufetes multinacionales para obtener cobertura legal en cualquier parte del mundo. Esas mismas empresas, centradas en su negocio en España, ni siquiera considerarían la posibilidad de acudir a esos macrodespachos para atender cuestiones legales locales. El plus de globalidad convierte a cualquier pequeña empresa en cliente de los bufetes multinacionales e impulsa su crecimiento.