Ramon Adell (centro), vicepresidente de Foment del Treball junto a Josep Lluís Cabestany, presidente de la Comisión de Industria, y Alba Cabañas, directora del Área Técnica.

Ramon Adell (centro), vicepresidente de Foment del Treball junto a Josep Lluís Cabestany, presidente de la Comisión de Industria, y Alba Cabañas, directora del Área Técnica.

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Foment del Treball hace bandera de un decálogo de propuestas anodinas para la reindustrialización

La patronal catalana pide, entre otras cuestiones, el impulso del I D además de exigir más presupuesto público para las políticas del sector desde la distancia

1 junio, 2016 13:31

La gran patronal catalana, Foment del Treball, presentó este miércoles las conclusiones sobre varios debates y reflexiones que se han mantenido en el seno de la organización sobre cómo crear valor y apostar en firme para la reindustrialización. El decálogo de recomendaciones final, que ha presentado el vicepresidente de la institución, Ramon Adell, incluye iniciativas como dar “impulso al I D industrial y tecnológico” o “mejorar el desarrollo de las infraestructuras de conectividad”, muy manidas en el sector. "Son perogrulladas", insiste un experto externo.

Tampoco son especialmente originales las peticiones de “simplificar el marco regulatorio y de los procedimientos para obtener deducciones fiscales”, la  “colaboración entre diferentes administraciones para aprovechar mejor los recursos económicos” o el “desarrollar proyectos tractores”, sin identificarlos.

Críticas a los presupuestos de Junqueras

El decálogo también incluye el “incremento del nivel de participación de las empresas como líderes de proyectos europeos en el ámbito RIS3” y varias peticiones en el ámbito pyme: permitirles el acceso a “campañas de divulgación sectorial y proyectos de colaboración”; apoyo del sector público para inversiones empresariales TIC o facilitar el acceso de empresas tecnológicas en los procesos de Compra Pública Innovadora “hasta alcanzar el 3% del PIB para nueva inversión”.

En este sentido, Adell lamentó la “falta de acción del Gobierno de la Generalitat de Cataluña en política industrial” por las partidas para este fin que se incluyen en el proyecto presupuestario que Oriol Junqueras, vicepresidente económico, presentó la semana pasada en el Parlamento.

Distancia con la negociación

Con todo, el vicepresidente de la patronal manifestó que no tienen ningún input sobre cómo los partidos con presencia en la Cámara catalana piensan abordar la negociación y si alguno de ellos exigirá más dinero para fomentar políticas industriales, lo que representa una “apuesta para el futuro” en clave económica y ocupacional.

El presidente de la comisión de Industria, Josep Lluís Cabestany, matizó que el 44% del PIB catalán y el 47% de la ocupación descansan sobre la industria y sus servicios asociados. Si se mira solo la actividad productiva, la cifra es mucho menor.

Complemento al ‘Pacto Más industria’

Adell justificó la distancia con la que abordó la reclamación al Gobierno de Carles Puigdemont con la presunta “trilogía” que el presidente de la patronal, Joaquim Gay de Montellà, habría establecido como “marca de Foment: diálogo, negociación y pacto”.

La directora del Área Técnica de la patronal, Alba Cabañas, señaló que las conclusiones de la patronal son adicionales a las recomendaciones del Pacto Más Industria, el compendio de recomendaciones y reclamaciones que tiene el Ejecutivo y son fruto del debate entre patronales, sindicatos, universidades y colegios profesionales.

Reflexión de la patronal

La amplitud de perfiles que forman parte del foro, al que también se han unido todos los partidos con presencia en el hemiciclo catalán, propicia más concreción y que se haya llegado más lejos en fijar políticas industriales. “El Pacto Más Industria es complementario y no inhabilita a la patronal a que haga su propia reflexión”, manifestó Cabañas.

“No presentamos un documento contra nadie, solo queremos aportar elementos en el debate para hacer las cosas mejores”, sentenció Adell, considerado uno de los hombres más tibios y escurridizos de la asociación empresarial. La gran patronal persigue disponer de voz propia en este campo, aunque los proyectos que ponga sobre la mesa sean anodinos.