Los créditos conllevan un grave riesgo de sobreendeudamiento para los solicitantes

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Cómo reducir la cuota mensual de la hipoteca de 500 a 150 euros

Solicitar una carencia, alargar el plazo, negociar una rebaja del interés, cambiar de banco o aplazar las cuotas, son algunas de las fómulas para hacer frente a una situación económica complicada

7 noviembre, 2015 12:01

En momentos complicados --como quedarse en el paro, tener gastos inesperados o ser autonómico y sufrir una caída de los ingresos--, se hace imprescindible reducir la cuota de la hipoteca.

Desde el comparador HelpMyCash.com recomiendan hasta cinco fórmulas para conseguir pagar menos en el mes a mes, detallando las ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones

1. Solicitar una carencia. Consiste en pagar únicamente la parte de intereses de la cuota, sin amortizar nada de capital. Debemos explicar bien al banco que, si no nos la conceden, seremos incapaces de pagar la cuota. Así, en una hipoteca de 150.000 euros a 30 años a euríbor 1% en la que estamos pagando una cuota de 493 euros, la carencia haría que pagáramos solo 144 euros al mes, durante 2 ó 3 años, mientras conseguimos recuperamos económicamente. Lo mejor: el gran alivio en el mes a mes. Lo peor: cuando acabe el tiempo de carencia pactado la cuota volverá a ser la que era de un mes para otro, y además nuestra hipoteca se alargará dos o tres años. Al final de la hipoteca, habremos pagado más intereses totales.

2. Alargar el plazo. Pasar de 20 a 30 años en una hipoteca media de 150.000 euros a euríbor 1% supondría que nuestra cuota pase de 720 euros a 493 euros. Lo mejor: la sustancial rebaja de la cuota que nos dará aire en el mes a mes. Lo peor: 10 años más (o los que acordemos) de hipoteca que subirán el total de intereses que acabaremos pagando a la entidad financiera.

3. Negociar una rebaja del interés. ¿Cómo se puede conseguir? Hay dos vías posibles. La primera, prometiéndole al banco algo que le interese, como contratar un seguro que necesitemos con ellos, abrir un plan de pensiones en la entidad, o domiciliar algunos recibos más en ese banco. La segunda vía es conseguir una oferta de otro banco que nos dé mejores condiciones y, con la oferta en la mano, explicarle a nuestro banco que si no igualan la oferta nos marcharemos al otro banco. A veces, nuestro banco reacciona rebajando el interés. Lo mejor: es una rebaja real sin coste alguno para nosotros. Lo peor: depende de la negociación.

4. Llevarnos la hipoteca a otro banco. Este método tiene un coste (alrededor del 1% de la hipoteca pendiente, es decir, unos 1.000 euros por cada 100.000 pendientes), pero en ocasiones vale la pena. Por ejemplo, si estamos pagando una hipoteca de 150.000 euros a 30 años a euríbor 2,5% y conseguimos que otro banco nos ofrezca euríbor 1%, pasaremos de pagar 605 euros al mes a pagar solo 493 euros. En este caso, en solo 5 meses ya estaremos ganando dinero. Lo mejor: el ahorro que se consigue. Lo peor: hay que hacer una inversión inicial.

5. Aplazar cuotas. Una opción para no pagar nada los meses que no damos abasto es contratar una hipoteca flexible, como la Hipoteca Sin de Bankinter al 1,20% TAE, que nos permitirá aplazar hasta tres cuotas al año, o la Hipoteca Mari Carmen de Abanca a euríbor 1,25%, que permite 24 meses de carencia por contrato.

En todo caso, desde el comparador financiero señalan que, si ninguna de estas opciones está a nuestro alcance, siempre podemos acudir a la oficina de intermediación hipotecaria de nuestra localidad o a la sede de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca más próxima a nuestro domicilio, donde nos ayudarán a negociar con el banco y nos explicarán nuestros derechos y las alternativas que tenemos.