Una calle vacía por la noche, franja horaria en la que se está previsto imponer el toque de queda / EP

Una calle vacía por la noche, franja horaria en la que se está previsto imponer el toque de queda / EP

Vida

¿Es efectivo el toque de queda? Los expertos responden

Los epidemiólogos tienen claro que esta medida está enfocada a los jóvenes, pero advierten de que no puede ser la única

24 octubre, 2020 00:00

El toque de queda es la última medida que se ha puesto sobre la mesa en España para intentar paliar el aumento de casos de Covid-19 que se ha desatado en el país durante las últimas semanas. Explicado de manera lo más sencilla posible, dicha restricción se basaría en un confinamiento duro como el de marzo y abril, pero limitado a una franja horaria determinada --la nocturna, concretamente--. Así pues, la ciudadanía tendría prohibido circular o permanecer en las calles de manera libre y sin una justificación considerada válida por el Gobierno central a partir de una hora concreta.  

¿Pero será efectivo? Varios países así lo creen, y es por eso que ya han implementado dicha medida. Entre ellos están Francia, que lo aplica a un número limitado de ciudades, y Bélgica, donde no se puede salir a la calle entre las 00:00 horas y las 05:00 de la mañana. En España, la Comunidad de Madrid lo ha propuesto al Gobierno esta misma semana, aunque para su implantación es necesario decretar el estado de alarma. El pasado martes, el secretario general de la Consejería de Salud de la Generalitat, Marc Ramentol, afirmaba en una entrevista que el toque de queda es una “posible solución”, pero que antes “hay que ver cuál es el impacto real” y “la efectividad” en los países que ya lo han aplicado.

La policía multa a un grupo de jóvenes en Bélgica durante el estado de alarma / EP

La policía multa a un grupo de jóvenes en Bélgica durante el estado de alarma / EP

Una medida paliativa

Para el epidemiólogo Jesús Molina Cabrillana, de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), se trata de una “medida paliativa”. Según explica, para muchos expertos esta restricción solo debe aplicarse cuando no quedan otras vías que explorar o, por el contrario, no se quieren adoptar otras medidas más duras que, sin embargo, serían más efectivas. 

A su parecer, en áreas donde la transmisión del virus es muy elevada, sería más conveniente adoptar un confinamiento estricto y no solo limitarlo a unas horas por la noche. No obstante, Molina asume que las consecuencias económicas y psicológicas del confinamiento son muy elevadas, por lo que, enmarcado dentro de un conjunto más grande de medidas, el toque de queda funcionaría como “algo intermedio”.

Dirigida a los jóvenes

El toque de queda es una manera más para reducir la interacción social sin perjudicar tanto a la actividad económica y educativa. Eso, al menos, es lo que opina el epidemiólogo Salvador Peiró, que trabaja para la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana. “En el fondo, todas las medidas tienen el mismo sentido, aunque se haga de distintas maneras”, concreta. Esta restricción evita reuniones, fiestas y botellones, pero implementado en una hora estratégica como las 12 de la noche, sigue permitiendo que los restaurantes y bares hagan caja con las cenas. 

El presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria, Antoni Sisó Almirall, explica que, en la segunda ola, la edad media de las personas más afectadas por el virus son los 35 años, mientras que en la primera fueron los mayores de 65. “Esto significa que han sido los jóvenes los que se han reunido en entornos sociales y determinados espacios no seguros como locales, bares, y discotecas. No hablemos ya de los botellones”, asevera el experto. En su opinión, el toque de queda es la situación que más se asemeja al estado de alarma y que, a su vez, ayudaría a frenar este tipo de interacciones.  

Agentes retienen a un grupo de jóvenes a los que han pillado haciendo botellón / EP

Agentes retienen a un grupo de jóvenes a los que han pillado haciendo botellón / EP

¿Empieza muy tarde?

En Cataluña, más de la mitad de los brotes tienen lugar dentro del ámbito familiar. ¿Solucionaría el toque de queda este problema? En opinión del doctor Julián Domínguez, portavoz de Sempsph, “la noche es el momento más difícil para ver si la gente cumple o no las medidas”. El experto indica que a esas horas “es más frecuente el consumo de alcohol, algo que nos puede despistar respecto al cumplimiento de las directrices de protección”. Además, “estamos más cansados”, lo que rebaja nuestra alerta a la hora de cumplir con las obligaciones impuestas. 

Para Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic e investigador de IS Global, sería conveniente establecer una hora de cierre “más europea”. “Me parece un poco festivalero eso de decretar un confinamiento de las 00:00 horas a las 06:00. Sería mejor que empezara sobre las 10:30 horas”, señala. No obstante, el experto remarca que el toque de queda es lo suficientemente “duro” como para que la gente “lo cumpla por narices” durante las horas marcadas. Pese a ello, Trilla reivindica que “si durante el día nos amontonamos y hacemos las cosas mal, perderá su efectividad”.

Cierre perimetral

Otra de las cuestiones planteadas en varias comunidades autónomas ha sido el cierre perimetral, medida que ya adoptó Madrid en determinadas regiones sanitarias. Para el doctor Domínguez, esta restricción “no tiene mucho sentido en zonas con gran movilidad”, como sería el caso de la capital. “Si tenemos personas que se desplazan diariamente del lugar donde hacen la vida al lugar donde trabajan es imposible reducir realmente la interacción social y la transmisión”, explica. 

El experto apuesta por utilizar la “lógica”. Según sus estimaciones, esta medida sí podría llegar a funcionar en “zonas amplias”, como municipios concretos o espacios “geográficamente delimitables y con accesos controlables”. Lo ve más complicado a nivel autonómico, ya que los límites entre regiones son "muy difusos".  

¿Serán efectivas?

“La efectividad de la medidas depende de numerosos factores que son difíciles de determinar, por lo que es imposible dar una consideración concreta”, puntualiza Domínguez. Por su parte, el doctor Sisó advierte de que los efectos que el toque de queda pueda tener dependerán de cada región. “Cada zona tiene una realidad social, una densidad poblacional y una movilidad diferente”, aduce. Trilla coincide con estas afirmación ya que, en sus palabras, “es difícil saber el efecto de una medida concreta cuando se están tomando otras a la vez”.

Peiró subraya la importancia de no tomar el toque de queda como un “talismán”. “Cualquier restricción de movilidad e interacción social reducirá la posibilidad de que las personas se contagien en un grado determinado, pero se deben seguir aumentando las medidas. Aplicarlas individualmente siempre será insuficiente”, sentencia.