Primer homenaje de las víctimas del atentado de Hipercor tras la disolución de ETA

Hace 31 años se produjo el atentado de Hipercor, el más mortífero en la historia de ETA. Más de un centenar de personas lo recordaron el martes en un acto en memoria de las 21 víctimas mortales y 45 heridos que dejó la explosión. Ha sido el primer acto de homenaje desde que la banda terrorista se disolvió definitivamente.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el consejero de Interior, Miquel Buch; y el fiscal superior de Cataluña, Francisco Bañeres, presidieron el acto, celebrado ante el monumento levantado entre la avenida Meridiana y la calle Río de Janeiro, el punto en el que se produjo el atentado. También asistieron el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), José Vargas, además de representantes de los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Guardia Urbana.

“Solas y desatendidas”

El conseller del Govern de Quim Torra ha destacado que una de las líneas de trabajo del nuevo Departamento de Interior será el acompañamiento a las víctimas de ataques terroristas y a sus familiares y entorno. Con esto, quiere abordar el terrorismo desde la “vertiente más social”.

Por su parte, Colau aseguró que durante muchos años las víctimas “se han sentido muy solas y desatendidas por las administraciones”, que “no hicieron lo que tenían que hacer”. La alcaldesa de Barcelona, sin embargo, considera que el ayuntamiento “ha aprendido de sus errores” y que se esforzará para “estar a la altura”.

En esta misma línea, Vargas ha afirmado que las víctimas y sus familiares “no ven” este acompañamiento del que habló Buch. El atentado del Hipercor de ETA en Barcelona fue el 19 de junio de 1987. Dejó 21 muertos y 45 heridos y supuso un cambio en la actividad del grupo terrorista, que, por primera vez, atacó a civiles de forma indiscriminada.

Lazo en el ayuntamiento

Ada Colau asistió al acto tras rechazar colocar un lazo azul en la fachada del ayuntamiento en memoria a las víctimas. Así lo reclamaba el PP en una declaración institucional del 25 de mayo, que apoyaron todos los grupos municipales a excepción de ERC y la CUP.