Varias adolescentes caminando alrededor de una nave industrial

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Vida

Adolescentes, las más vulnerables ante la violencia machista

En 2017 han aumentado un 11% los casos de acoso a menores de edad; los psicólogos advierten de la imposibilidad de las jóvenes de advertir de ciertas situaciones: "Todo es denunciable"

11 diciembre, 2017 00:00

El maltrato a las mujeres no es algo nuevo. Lo que parece estar cambiando es la visibilidad que adquiere la temática de la violencia machista en los últimos tiempos, y los llamados micromachismos, cada vez más denunciados. Pero no todo el mundo está dispuesto a denunciar. Según la psicóloga colegiada Regina Bayo Borràs, ahora lo que pasa es que algunas mujeres lo pueden percibir más, “aunque eso depende mucho de la edad”.

“En el caso de las adolescentes se percibe poco, porque hay un anhelo tan grande de ser deseadas, de ser queridas por los hombres, que en muchos casos no se dan cuenta de posibles maltratos”, explica la especialista, y las cifras la respaldan.

Los Mossos d'Esquadra han instruido hasta octubre de 2017 un total de 10.968 denuncias de violencia de género (el 3,5% más que en el mismo periodo de 2016), mientras que las víctimas menores de edad han aumentado el 11,1%. Se trata de jóvenes que han denunciado a sus parejas o exparejas, o que son hijos de mujeres maltratadas. Y los números sólo revelan los casos que sí se han puesto en conocimiento de la policía.

Una mujer joven junto a un hombre en la cama, en un corto sobre la violencia de género

Una mujer joven junto a un hombre en la cama, en un corto sobre la violencia de género

Una mujer joven junto a un hombre en la cama, en un corto sobre la violencia de género

Violencia machista en todas las etapas

La adolescencia no es la única etapa donde se sufren situaciones de acoso o violencia machista. La psicóloga explica que “con el nacimiento del primer hijo suele pasar que muchas veces el hombre se siente desplazado y se generan situaciones violentas, y por otro lado, después de los 50, cuando las mujeres ya no tienen la necesidad de estar atadas por los hijos, algunas toman fuerza para hacer sus cosas y esto genera reacciones violentas de los maridos”. Bayo aclara que ninguna de estas situaciones se puede generalizar, aunque ocurren con frecuencia.

En cuanto a las denuncias, explica que muchas mujeres no se animan a hacerlo por miedo o porque consideran que la situación puede empeorar. “De todas formas, desde la psicología, más que recomendar o no qué hacer, lo que se hace es enfocarse en que la mujer esté bien y pueda superar la situación de maltrato. Muchas veces la forma es fortaleciéndose ellas mismas para dar el primer paso, que es darse cuenta de que están sumidas en una situación de violencia”.

Pacto antimachista: sin hoja de ruta

La pregunta es qué se hace desde las instituciones para paliar esta histórica situación de desigualdad. Según el documento aprobado en el Congreso el 28 de septiembre, el Gobierno contaba con dos meses desde esa fecha para coordinar con distintas entidades un plan para desarrollar las medidas contenidas en el mismo, y la forma de financiarlas. El pasado 1 de diciembre era el día marcado para poner en marcha el pacto, pero aún no hay ninguna hoja de ruta para las 212 medidas contempladas.

En caso de ponerse en marcha, la abogada del Icab Carmen Valenzuela destaca algunas de las medidas. Entre lo más importante aparece la acción de “evitar los espacios de impunidad”. Esto se refiere, explica la letrada, a que actualmente “con el derecho a la dispensa de no declarar, se obtienen muchos sobreseimientos”. Otro punto es que a las madres de hijos asesinados se las considerará víctimas de violencia de género.

El pacto incluye, además, la creación de protocolos en la atención primaria sanitaria y en las urgencias para detectar casos de violencia de género, la prevención a través de la educación en las escuelas, y el establecimiento de unidades policiales con formación específica, que presten atención las 24 horas del día, todos los días de la semana. Aunque la puesta en marcha de la mayoría de puntos parece ser lejana.

Pintadas contra la violencia de género tras una manifestación en julio en Madrid / EFE

Pintadas contra la violencia de género tras una manifestación en julio en Madrid / EFE

Pintadas contra la violencia de género tras una manifestación en julio en Madrid / EFE

Orden de alejamiento, el recurso inalcanzable

De las medidas preventivas que pueden tomarse tras denunciar casos de violencia machista, la orden de alejamiento es la más contundente, pero también difícil de conseguir. “Una orden de alejamiento es un recurso que una mujer que se siente amenazada puede pedir mediante el uso del artículo 544 ter de la Ley de enjuiciamiento criminal. Se puede solicitar en la policía, o en el juzgado, pero cuando se solicita hay una comparecencia ante el juez”, detalla la abogada especializada en defensa de casos de violencia de género.

Para que se otorgue, indica, suele ser necesario que haya un parte de lesiones, o bien (aunque con menos frecuencia) que haya amenazas, y testigos que puedan comprobarlo. En Barcelona en el último año sólo se ha concedido el 24% de las solicitudes de alejamiento. “Los jueces tienen que valorar bastante este tipo de situaciones, ya que al conceder estas órdenes se vulneran derechos muy fundamentales como es el de la circulación, o si por ejemplo son una pareja que comparte piso el hombre se tiene que ir, por eso se estudia tanto si es que hay un riesgo real para la víctima”.

En relación con los micromachismos (como frases condescendientes o de superioridad, trato diferencial, piropos), asegura Valenzuela que “todo es denunciable”. Otra cosa es que la justicia haga caso a aquellas denuncias.