La lujosa casa centenaria de Andreu Buenafuente: una masía rústica valorada en medio millón de euros

Andreu Buenafuente lleva años en la televisión. Pasó de estrella humorística al rey del late night en TV3, de allí a Antena 3 y, desde entonces, a icono del humor y el entretenimiento.

Ha acumulado proyectos, cuenta con una productora propia, El Terrat, y sus conexiones con las televisiones públicas y Mediapro le han reportado unos beneficios extraordinarios fruto del éxito y su talento. Eso le permite tener una vida relajada y una casa espectacular.

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Nacido en Reus, la televisión lo acercó rápido a Barcelona y la fama a alejarse de la gran metrópoli. Desde hace años, él y la familia que ha levantado con su esposa, Silvia Abril, viven en un pueblito a una media hora de la capital catalana, Cabrera de Mar.

No están en medio del pueblo, ni en primera línea de mar, sino apartados de todo, en plena naturaleza. Allí, en medio del bosque, tratan de crear, divertirse y relajarse lejos de las cámaras.

Una masía centenaria

Tienen espacio de sobras para hacerlo. La finca cuenta con una superficie de 450 metros cuadrados, donde brilla con su piedra una espectacular masía de principios del siglo XX.

La casa,  data de 1900 y, a pesar de parecer una masía de pagés, cuenta con todas las comodidades del siglo XXI. No en vano, los expertos tasan la casa en un valor que alcanza el medio millón de euros.

Cómo es

El interior predomina un estilo minimalista a la par que cálido. Predominan los tonos blancos, que reflejan la luz que entra por las amplias ventanas, y la madera natural que mantiene el aspecto rural propio de estas construcciones. 

Las grandes cristaleras conectan las estancias principales con el jardín, permitiendo que la luz natural inunde la casa durante todo el día. Un jardín presidido por una gran piscina rodeada de una zona chill out con sofás blancos y hamacas orientadas al bosque.

Volviendo la mirada hacia el interior, la estancia principal es el salón. Aquí, destaca una escalera de caracol blanca que comunica con la planta superior. 

Aunque si en algo se fija en invitado al entrar en esta casa es en el piano de cola negro que se encuentra en este salón. Este lujoso instrumento no es sólo de decoración. El presentador catalán es un apasionado de la música y en más de una ocasión se siente allí a tocar.

Una casa con historia

Las imágenes que comparte de la familia en redes sociales ha permitido a sus seguidores poder indagar en la casa. Así, uno sabe que uno de los baños de la casa, usado por la pareja, está decorado en tonos grises y presidido por un gran espejo circular, donde tienen fotografías familiares.

Sin que se haya visto, se sabe que la vivienda cuenta con rincones dedicados al ocio o, al menos, al reposo. Una de las pasiones de Buenafuente es pintar y lo hace en un espacio de esta finca donde crea sus cuadros que, en alguna ocasión, ha mostrado al público.

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Las imágenes compartidas, en cualquier caso, dejan entrever que el inmueble tiene poco de una masía típica catalana. Se impone el minimalismo y los materiales modernos, pero tratan de mantener la esencia. 

La vivienda todavía conserva detalles originales que delatan su antigüedad. Los muros de piedra, las vigas vistas y los azulejos clásicos del baño recuerdan su pasado rural. 

Dónde está

La mezcla entre lo rústico y lo contemporáneo pareciera reflejar bien la personalidad de sus propietarios: dos artistas que han sabido mantener los pies en la tierra pese al éxito mediático. 

La misma elección del lugar lo evidencia. Cabrera de Mar no es un rincón cualquier del Maresme. No es de los pueblos más conocidos y eso le permite conservar sus tradiciones y su tranquilidad, a pesar de ser un pueblo costero.

Qué tiene Cabrera

Lo mejor de todo es que se divide, como suele pasar Cataluña, en dos partes: la zona de costa, más turística, y la zona de montaña, mucho más calma.

Más allá de sus atractivas playas, entre sus principales atractivos figuran el castillo de Burriac, una fortaleza del siglo XI visible desde gran parte de la comarca. Asimismo, el yacimiento arqueológico de Can Modolell, con restos de un santuario romano, recuerdan el pasado del lugar.