Parece Italia, pero está en Cataluña: el pueblo medieval más famoso de Europa por su impresionante castillo templario del siglo XII

Cataluña esconde varios rincones que merecen ser admirados. De hecho, muchos de ellos te pueden evocar a otros lugares europeos. En este contexto, hablamos de Miravet, un pueblo medieval ubicado en el corazón de Tarragona.

Este lindo pueblo se ha hecho famoso en Europa gracias a su panorámica pintoresca sobre la ribera del Ebro, al punto de haber sido comparado por muchos con la Toscana italiana. La localidad alberga una joya arquitectónica con mucha historia: el castillo templario. Esta fortaleza, que domina el paisaje desde el alto de una colina, es un sitio de gran relevancia, tanto histórica como estratégica.

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El castillo de Miravet es una edificación imponente, rodeada por una muralla de 25 metros de altura. Su posición estratégica ha sido fundamental a lo largo del tiempo, evidenciando que allí se sucedieron asentamientos desde la prehistoria, y le ha otorgado un papel destacado en distintos conflictos. Se ha podido apreciar que el actual castillo templario se levantó sobre parte de las estructuras de una fortaleza andalusí preexistente.

Castillo Miravet

La construcción del castillo templario ocurrió inmediatamente después de que Ramón Berenguer IV conquistara estas tierras. Tras la conquista, el castillo fue donado a la orden del Temple. Este evento marcó un hito, pues la fortaleza se convirtió en la sede de la provincia templaria de Cataluña y Aragón. El periodo en que el castillo estuvo bajo la Orden del Temple fue el de mayor poder y esplendor en la historia de Miravet.

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El castillo militar más famoso de Europa

Aunque el castillo fue objeto de remodelaciones posteriores para adaptarlo a las exigencias defensivas que trajo consigo la aparición de la artillería, su aspecto y las estructuras que han llegado hasta el día de hoy son, esencialmente, obra de los templarios. Por ello, Miravet se ha consolidado como uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar catalana correspondiente a los siglos XII y XIII.

Como recoge National Geographic, la fortaleza del siglo XII observa desde lo alto los tejados de las casas que se extienden hasta el espacio natural protegido que dibuja su entorno. El castillo, una de las más destacadas construcciones militares templarias de Europa, también es un emblema de este rincón de Tarragona, que guarda en su interior maravillas.

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Por otro lado, el casco histórico, también merece ser visitado, ya que es importante para conocer de la mejor manera Miravet y para ello, la mejor opción es paseando por sus calles de estética medieval, pero de trazado islámico.

Algunas de ellas conservan los pórticos y las casas de piedra originales, aunque las de la calle de la Palla sufrieron las graves consecuencias de la famosa Batalla del Ebro. Algunas cosas que ver en Miravet son la iglesia Vieja con sus exposiciones, el antiguo molino de aceite, la mezquita, los talleres de alfarería y sus tiendas, el astillero medieval y el mirador de la Sanaqueta.

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Y no hay que irse de Miravet sin aprovechar su entorno. La mejor y más original manera es dar un paseo en la barca que cruza de una orilla a la otra del río. De hecho, es la forma de llegar al pueblo con el coche incluido (solo caben 2 vehículos cada vez).

Por los alrededores se pueden visitar el poblado ibérico de Castellet de Banyoles, Mora de Ebro, Tivissa y la Reserva Natural de Sebes junto al meandro de Flix.

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Más allá del patrimonio militar e histórico, Miravet ofrece otros atractivos que completan su encanto medieval. Son notables los talleres de los característicos alfareros de la población. Además, la llegada o partida del pueblo puede convertirse en una experiencia singular si se realiza a través de uno de los pocos pasos de barca sobre el río Ebro que aún se conservan en la actualidad.

Calle Toscana Italiana

Miravet no solo es un desconocido pueblo medieval de Tarragona que guarda maravillas en su interior, sino una joya catalana con una atmósfera que, por su belleza y su imponente castillo, rivaliza con los paisajes de la Toscana.