Cataluña, refugio y base de operaciones de la mafia italiana: el escondite perfecto

El pasado día 15, un operativo de alto nivel y máxima peligrosidad entre la Policía Nacional y los Carabinieri italianos se saldó con la detención en Ibiza de tres miembros de la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa considerada la más poderosa y hermética del mundo.

Entre los arrestados se encontraba uno de los líderes de la ’ndrina de Roma —nombre con el que se conoce a las células territoriales de la mafia calabresa—: un joven nacido a principios de los años 90 y que había huido de Italia a principios de 2024 para vivir en clandestinidad en España.

Aunque el arresto se produjo en la isla balear, las investigaciones permitieron localizar un piso en Barcelona. Inmueble que utilizaban como base de operaciones.

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No es un caso aislado 

No es casual que este fugitivo escogiera Cataluña. Mucho menos Barcelona. Para una organización criminal como la ‘Ndrangheta —como para otras tantas organizaciones criminales— la capital catalana reúne factores esenciales para el desarrollo de actividad criminal: un puerto internacional, rápidas conexiones con el resto del continente, además de la cobertura que ofrece una gran metrópoli cosmopolita.

A ello se suma otros atractivos como el clima, la costa, la oferta de ocio y —muy importante— la facilidad para pasar desapercibido entre la comunidad italiana.

De hecho, fuentes conocedoras del caso sospechan que este capo huido de Roma continuaba moviendo los hilos del narcotráfico desde Barcelona, y que se había instalado en España para supervisar de cerca los cargamentos de droga que llegaban a los puertos del Levante, especialmente Valencia y Barcelona.

Imagen de un carguero en el Puerto de Barcelona Europa Press

Presentes desde los 80

De este modo, la presencia de mafiosos italianos en Cataluña no es una novedad, ni un hecho aislado. España alberga una comunidad de más de 400.000 ciudadanos italianos, frente a los apenas 38.000 españoles residentes en Italia, lo que convierte al país en un escenario ideal para que estos 'capos' pasen desapercibidos y sigan operando en la clandestinidad.

Ya en los años 80, la Camorra empezó a dejar su huella en España aprovechando las rutas del narcotráfico, con especial influencia en la Costa del Sol y en Cataluña. El clan Polverino, que fue conocido como “el rey del hachís”, monopolizó durante años la entrada de droga desde Marruecos, operando entre 1992 y 2009 con ramificaciones en ciudades como Alicante, Tarragona y Barcelona.

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Por su parte, la ‘Ndrangheta ha protagonizado en las últimas décadas una expansión internacional que la ha convertido en la mafia más poderosa del mundo, extendiendo sus tentáculos por toda Europa y buena parte de América. Entre sus planes de expansión, por supuesto, se incluye España, con las costas de Levante y la catalana entre sus prioridades. 

Aunque hoy la mafia calabresa eclipsa a la mafia siciliana, la Cosa Nostra sigue activa, con clanes de Catania y Trapani vinculados al tráfico de hachís y cocaína en Cataluña y Baleares. 

'Capos' italianos caídos en Cataluña

Vittorio Raso (2020, Barcelona - Castelldefels, 2022). Su caso ha sido, sin duda, el más sonado de los últimos años. Considerado un altísimo líder de la ‘Ndrangheta, fue detenido en el barrio de Diagonal Mar de Barcelona en 2020. En su casa encontraron armas y documentación falsa. Pese a ello, un error procesal lo dejó en libertad provisional. Dos años después, volvió a ser detenido en un control rutinario en Castelldefels. 

Agentes de la Policía Nacional custodiando a Vittorio Raso tras su segunda detención en Barcelona CNP

Carmelo Gallico (2011, Barcelona): líder de un clan histórico de la 'Ndrangheta, fue capturado en un piso del Paral·lel, tras años fugado de la justicia italiana. Se sospecha que se le detuvo in extremis, cuando planeaba abandonar la ciudad para esconderse en otro lugar. 

Gabriele B. (2015, Lloret de Mar): vinculado a la 'Ndrangheta y a históricos cárteles colombianos, se le considera al frente de una red de cocaína que operaba entre Málaga y Barcelona. Fue tiroteada en 2012 en Lloret, cuando viajaba en coche con su mujer y su hijo pequeño. Años después fue detenido por la Guardia Civil en la operación Pericles II, que terminó con otros 35 detenidos. 

Giuseppe Romeo (2021, Barcelona): vinculado a la 'Ndrangheta, fue detenido en marzo de 2021. Sobre él pesaba una orden de detención para cumplir 20 años de prisión en Italia por narcotráfico y blanqueo de capitales. Su detención fue liderada por la Guardia Civil y agentes de la policía italiana. 

Gianluca Tassone (2021, Barcelona): integrante de la 'Ndrangheta calabresa, había huido de Italia tras ser condenado a 19 años de cárcel por narcotráfico. Fue detenido en el centro de la capital catalana, donde residía, por parte de agentes de la Guardia Civil y los Carabinieri italianos. 

Francesco Lapis (2024, Barcelona): fugado desde 2019, estaba en la lista de los fugitivos italianos más peligrosos. Formaba parte de la Camorra romana y estaba acusado de narcotráfico a gran escala. Fue detenido por agentes del Grupo de Fugitivos de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional en Barcelona, después de hacer un seguimiento de unos invitados suyos del aeropuerto de El Prat hasta el punto de encuentro. 

K.Y. (Vilanova i la Geltrú, 2025): señalado como líder de la organización Nettuno, vinculada a la ‘Ndrangheta. Su captura se produjo tras una operación conjunta con Italia, Reino Unido y Albania. Los investigadores apuntan que K.Y. mantenía un papel de coordinación internacional en el tráfico de drogas, y que utilizaba Cataluña no solo como refugio, sino como plataforma logística.