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¿Por qué los incendios forestales en áreas protegidas arden más que el resto?

Son varias las circunstancias que propician que este tipo de zonas, como la que arde desde la tarde de ayer en el parque natural de Els Ports, en Tarragona, sean más susceptibles a una mayor intensidad del fuego

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La intensidad del fuego en las zonas forestales, como el que arrasa el parque natural de Els Ports, puede verse favorecida por factores como la continuidad del paisaje, una mayor carga de combustible que aumenta la severidad de las llamas y una meteorología que propicia aridez.

Así lo ha explicado hoy a Efe Víctor Resco de Dios, profesor de ingeniería forestal en la Universidad de Lleida, quien ha advertido que aunque los incendios forestales habitualmente suelen originarse en zonas de terreno concurridas cuando llegan a espacios protegidos los focos queman con un 20% más de severidad e intensidad respecto al resto.

Nueve veces más probabilidades

Según estudios científicos, la población en la periferia de áreas protegidas tiene nueve veces más probabilidades de estar expuesta a incendios que la que está en la periferia de bosques no protegidos, advierte el experto, añadiendo que las mayores acumulaciones de combustible aumentan la intensidad del fuego y ello acaba repercutiendo en la seguridad de la población.

Sobre los fuegos en zonas protegidas, también destaca que la continuidad espacial del paisaje del bosque contribuye a que se propaguen más fácilmente. Y "a ello se añade en zonas protegidas el problema de una mayor carga de combustible a ras de suelo, como hojarasca y sotobosque". Eso propicia que las llamas utilicen ese material como "escalera" para alcanzar las copas altas de los árboles y generar "murallas altísimas de nubes" al arder, concluye.

Más difícil para los bomberos

Además de quemarse ininterrumpidamente muchas hectáreas debido a la abundancia de matorral en forma de escalera, la quema produce tanta energía que puede dejar fuera de juego las capacidades de extinción por parte de los bomberos.

El ingeniero ha explicado que las zonas protegidas de bosque son espacios que pueden estar a más altitud que el resto con una meteorología diferente; pueden ser más áridas, con un estado del combustible que puede contribuir a la expansión del fuego.

Planes eficaces para la gestión de incendios

El experto apela a la necesidad de planes eficaces de gestión para la prevención de incendios con propuestas como la creación de paisajes en mosaico, con bosques que intercalen zonas con baja carga de combustible en zonas estratégicas donde el foco se puede propagar a más sitios.

Es decir, con una alternancia entre zonas boscosas que pueden estar sin gestionar en el caso de algunas de ellas con más acumulación de combustible, junto a otras más húmedas que de manera natural sean menos inflamables.

Resco de Dios destaca la importancia de las llamadas quemas técnicas o prescritas, con objetivos muy bien diseñados para evitar la propagación de incendios. Asimismo, ha destacado el papel frente a los incendios de otras zonas como las agrícolas bien mantenidas, labradas, que sirven de cortafuegos.

Los campos de olivos gestionados, un "salvavidas"

En el actual incendio de Paüls "el principal salvavidas" de los bomberos están siendo los campos de olivos gestionados, no abandonados. "Son los puntos que están sirviendo a los bomberos para anclar sus maniobras de manera que el fuego no se escape", añade el experto.