
Pepe, el pastor de la Iglesia Evangélica Samara de Terrassa
Las agresiones sexuales en la iglesia evangélica de Terrassa esconden una presunta macroestafa
Entre 2012 y 2013, un empresario catalán conoció al pastor de dicha parroquia y a un feligrés. Ambos intentaron estafarle 17 millones de libras esterlinas con la construcción de una nueva sede
En relación: Investigan al responsable de una iglesia evangélica de Terrassa por agredir sexualmente a menores
Desde finales de enero, el Juzgado de Instrucción 4 de Terrassa (Barcelona) investiga varias agresiones sexuales a dos menores en el seno de la Iglesia evangélica Samaria, sita en la citada localidad del Vallès Occidental.
Esta información ha hecho rememorar a un empresario del sector inversor en Cataluña que años atrás, entre 2012 y 2013, coincidió con José G., el pastor de dicha parroquia, y con un feligrés, conocido como Cristian de El Salvador, con quienes mantuvo una sospechosa relación.
A pesar de que ninguno de ellos está siendo investigado por la comisión de dichas violaciones, según uno de los denunciantes, la comunidad que dirige José G. fue conocedora de los hechos y decidió encubrirlos.
Una extraña maniobra financiera
El empresario explica a Crónica Global que ambos, José y Cristian, le contactaron porque querían construir una nueva parroquia en Terrassa.
Recuerda que le explicaron que Cristian había reunido 17 millones de libras esterlinas gracias a una plataforma de alto rendimiento y que su fe en la iglesia le habían conducido a donar todo ese dinero. "Se definía a él mismo como un buen samaritano", relata.

Juzgados de Terrassa (Barcelona)
No obstante, ese dinero estaba en el Reino Unido y necesitaban la ayuda del empresario para conseguir inversores que invirtieran en la construcción del nuevo templo, a la espera de que pudiesen mover ese capital desde Inglaterra a Terrassa.
A priori, este experto del sector financiero no vio riesgo. Confió en la palabra de los evangelistas y empezó a mover hilos.
Vendedores de humo
Sin embargo, algo no iba bien. Según su relato, todo eran excusas, demoras y divagaciones. Los papeles que demostraban que disponían de esos 17 millones de libras nunca llegaban y este empresario estuvo a punto de arriesgar mucho dinero en vano.
Pasaron los meses y entendió que el dinero nunca llegaría. Lo vio claro: era una estafa. "Me habían vendido humo", lamenta. Finalmente, se apartó antes de que fuese demasiado tarde.
También explica que la iglesia Samaria logró reunir un millón de euros de los fieles. Las aportaciones se destinarían a la construcción de la nueva sede en una parcela de terreno sobre la que habían obtenido un derecho de superficie. Dinero que jamás fue invertido en ninguna obra. Añade, además, que el solar donde le dijeron que se tenía que ubicar el nuevo templo sigue, a día de hoy, vacío y desierto.

Ubicación donde se tendría que haber construido el nuevo templo
La comunidad encubrió los hechos
Años después de este episodio, esta semana el programa Tot es Mou de TV3 adelantaba que el titular del Juzgado de Instrucción 4 de Terrassa ha abierto diligencias de investigación contra T. A., uno de los responsables de la misma Iglesia evangélica Samaria, por presuntas agresiones sexuales a dos menores.
Según la denuncia, interpuesta por el despacho Vosseler Abogados, el responsable de las actividades de ocio de la iglesia utilizó técnicas de manipulación para lograr sus fines y luego encubrir los ilícitos que habría llevado a cabo desde 2013.
No sería hasta 2019 que el joven agredido explicó lo que le había pasado a la hija del pastor de la comunidad, lo que desembocó en una reunión donde presuntamente el responsable de las actividades lúdicas admitió los hechos.
La denuncia sostiene que en dicha reunión, a la que al parecer también acudió un policía que, presuntamente, escuchó la confesión y encubrió los hechos, pidieron a la víctima que no tomara ninguna acción legal contra el presunto agresor.