Una señora tomando café

Una señora tomando café CANVA

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Así piden los catalanes un café en Cataluña: en España no lo entienden

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Hay palabras que son maravillosas por el desconcierto que generan. Ya si es en otro de los idiomas cooficiales en España todavía más. Así, pedir un bikini, como la mayoría sabe, genera confusión. Sobre todo si se hace en un bar. Este término detecta rápidamente al catalán que por bikini quiere decir un sandwich mixto, es decir, de jamón y queso.

De estas hay muchísimas más. Pasa igual con el café. Evidentemente, el café es igual en catalán y en castellano. Se trata de una de sus variedades. Mientras el cortado y el café con leche se dice igual, tallat y café en llet, hay otra que es muy distinta, cigaló.

Qué es un cigaló

Este concepto genera incluso confusión entre los catalanes. No todo el mundo lo llama así, la forma común de llamarlo en Cataluña, como en el resto de España, es carajillo.

Como todo el mundo sabe, este concepto hace referencia al café servido con licor ya sea cognac, anís, ron… lo que se quiera. Pero lo cierto es que esta palabra catalana, cigaló, no siempre ha sido así.

De dónde viene

En realidad el cigaló no hacía tanto referencia al contenido como al continente. Es decir, la palabra hacía referencia normalmente al vaso pequeño donde se servía el licor. Fuera el que fuera. Luego, si a ese vaso se le añadía el café ya resulta el famoso carajillo.

No todos los catalanes conocen este particular origen del término, como tampoco muchos suelen llamarlo así. La manera más común de llamarlo es carajillo. Los puristas, por eso, se quejan, consideran que es un castellanismo. Pero, y he aquí la sorpresa, carajillo también viene del catalán.

¿Y el carajillo?

Bueno, por partes. La teoría más común apunta a que realmente el concepto viene del siglo XIX y directamente desde Cuba. Se dice que allí los soldados españoles, enamorados del café y del ron cubano decidieron combinarlo antes de ir al frente.

Para entrar a la batalla hace falta coraje y de hecho, para cogerlo, bebían esta combinación que empezaron a llamar corajillo. De allí devino carajillo. ¿O no?

La teoría catalana

La Enciclopedia Catalana recoge una teoría similar. Asegura que precisamente fueron los indianos catalanes quienes dieron pie a esta palabra. Claro, que la bebida se la daban a los esclavos.

Cuenta el relato que los conquistadores y terratenientes catalanes en Cuba, incluso los indianos que llegaron a Cataluña tiempo después, servían esta bebida a sus esclavos. Precisamente para darles energía o “corajillo” antes de empezar su extenuante jornada

El papel de Josep Pla

Claro que hay una tercera versión, también recogida en la citada enciclopedia. Esta sostiene la teoría de que fue famoso escritor catalán Josep Pla quien, por invención o realidad, afirmaba que la palabra era 100% catalana y también de una deformación del original.

El literato emporadanès afirma que en realidad viene de los transportadores y arrieros barceloneses que siempre iban con prisas y usaban la expresión “que ara guillo” para informar “que ya me voy”. Y así, hacían servirse el café y el licor en una misma copa para tomarlo más rápido. Y de ese “que ara gillo” se pasó al carajillo.

Así, los más puristas del catalán ahora tienen otro reto. ¿Cuál es la forma realmente correcta de pedir un café con licor carajillo o cigaló? Ambas pueden ser correctas. Eso sí, solo la primera es la que se entiende en toda España. La otra resulta mucho más confusa.