"Más del 66% de las obras de construcción en Cataluña recurren a servicios de seguridad privada sin licencia oficial". A Ignacio González, director de BauWatch España -una empresa pionera en la videovigilancia de proyectos de construcción mediante sistemas de inteligencia artificial-, le ha bastado poco más de un año para llegar a esta conclusión.

La empresa, nacida en Holanda en el año 2009, aterrizó en la península a principios de 2023. En este tiempo han podido constatar la gravedad de la situación, especialmente en la provincia de Barcelona: "Aunque hemos detectado esta práctica en otros puntos de España, en Cataluña la realidad es muy preocupante, pues dos de cada tres obras contratan a empresas ilegales", asegura el responsable de BauWatch.

De este modo, en escasos 20 meses, la empresa que González lidera en nuestro país se ha visto obligada a redactar un informe para visibilizar y denunciar una práctica que, para él, y hasta ahora, "era tan sólo una leyenda urbana". Una investigación que rompe con la omertá sobre la vigilancia de obras en Cataluña. 

Jefes de obra amenazados y coaccionados

Así, y según ha podido cotejar el análisis impulsado por BauWatch España [Crimen en la Construcción 2024], estas compañías fraudulentas llevan décadas operando con total impunidad. Incluso en obras públicas. De ahí que la empresa de videovigilancia se esté moviendo para concienciar a los constructores (ergo, a sus clientes potenciales) que contratar los servicios de estas empresas también incurre en una ilegalidad. Una práctica que está penada con multas de hasta 200.000 euros.

Sin embargo, en esta ecuación también entra en juego el discurso del miedo. Y es que, a lo largo de su investigación, los responsables de BauWatch se han percatado de que muchos de los jefes de obras viven amenazados y coaccionados por los cabecillas de estas empresas ilegales. 

"Nuestros comerciales han hablado con decenas de constructores y jefes de obras. Aunque a priori les cuesta de reconocer quién se esconde tras sus servicios de seguridad, muchos acaban reconociendo que se encargan empresas ilegales, sin licencia en la Unidad Central de Seguridad Privada", manifiesta González.

Sin embargo, esta es una realidad que Sergio Sánchez, de ADN Sindical Seguridad y Servicios de Cataluña, lleva años denunciando. Según el portavoz del sindicato mayoritario de seguridad privada, estas supuestas sociedades dedicadas al mundo de la seguridad privada son, en realidad, organizaciones criminales que se lucran del intrusismo profesional y del miedo de sus víctimas. "Les amenazan con robarles todo el material", explica el portavoz.

Valla de las obras supuestamente vigiladas por clanes que habría contratado el equipo de Colau en 2019 Crónica Global null

Impunidad durante décadas

De este modo, los constructores y jefes de obra entran en una especie de espiral del miedo y pueden tardar años, incluso décadas, en denunciar. "Nos hemos encontrado con varios clientes que nos confiesan que la mafia irrumpió en una obra años atrás y, luego, han seguido a la constructora en todos sus proyectos", denuncia González.

De ahí que el director de BauWatch España se haya animado a denunciar públicamente lo que para él "es una realidad silenciada por las administraciones" con "graves perjuicios para el sector". Tanto el de la seguridad privada como el de la construcción. 

Una sentencia que Sergio Sánchez comparte en su totalidad para añadir que, de hecho, "las instituciones son cómplices por su permisividad". "Es inadmisible que se haga uso de empresas fantasma, que no están registradas en el Departamento catalán de Interior y cuyos profesionales no son vigilantes titulados, tal y como deberían", asevera el portavoz de ADN Sindical. 

"Los de la rueda"

Por eso, tanto Sánchez como González aseguran que no es extraño ver carteles a las puertas de las obras, donde se indica que "la familia X" o "la empresa X" son los encargados de la seguridad y el mantenimiento del recinto. Unos posters que suelen tener en común la imagen de una rueda rudimentaria de color rojo en el centro, y que no cuentan ni con un número de registro o NIF válidos. 

Popularmente, se conocen como "los de la rueda" o "la carretilla", pero lo cierto es que son distintos clanes familiares que se reparten, sobre el mapa, las zonas que vigila cada uno. 

Acabar con la impunidad

Ante este escenario, BauWatch España pretende organizar una cena con clientes y clientes potenciales en la provincia de Barcelona para concienciar a los constructores y convencerles para que se pasen "al lado de la legalidad". 

González explica que ellos ya han presentado varias quejas ante los Mossos d'Esquadra, pero que sin una denuncia "no pueden hacer nada". Sin embargo, interponer una querella criminal "es algo más complejo".

Desde BauWatch tampoco quieren señalar a los constructores y, por eso, "de una forma empática" les están animando a presentar denuncias ante las autoridades. Así, pretenden acabar con la impunidad de las organizaciones criminales que, desde hace décadas, atormentan a los constructores catalanes. 

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