Para muchos es algo muy de pagès, de gente de pueblo, de montaña. Lo cierto es que ir a buscar setas es una práctica mucho más extendida de lo que se cree. Especialmente en Barcelona.

Cada año, los boletaires, están pendientes de los cielos, la tierra y las noticias para ver cuándo pueden ir a su monte favorito y recolectar estos hongos tan sabrosos y pasar un día (y más) en el campo. Hay años que la temporada empezaba a mediados de agosto. Ahora, con la sequía, cada vez llega más tarde.

Cuándo empieza la temporada

Sí, hay quien ya ha empezado a subir hacia las montañas del interior de Cataluña a ver si tenía suerte. Algo han encontrado, pero poco. Los expertos ya lo llevan advirtiendo desde julio: este año, una vez más, la temporada de setas va a ser muy floja.

Este año ha sido muy extraño. Mientras en el otoño de 2023 apenas se encontraron bolets, las lluvias de primavera hicieron que en los meses de abril y mayo aparecieran todos los que no se vieron entre septiembre y noviembre del año anterior. Y algo de eso puede pasar este 2024.

Cuestiones del tiempo

Las lluvias de estas primeras semanas de septiembre han animado a los cazadores de setas. Se prevé que la última semana de septiembre, aunque algunos días antes también, los montes estén algo más frescos y mojados para la proliferación de estos hongos.

Por ahora, sólo son deseos. Se espera que las tormentas que han anunciado sean tan fuertes que empapen el suelo de las montañas. Al menos, lo suficiente para que aparezcan las primeras setas. Por ahora, sólo son pronósticos. Si tras las lluvias las temperaturas vuelven a subir como en agosto, todo quedará en nada.

Dónde encontrar

Para los que quieran ir a explorar y no saben dónde ir, he aquí algunas pistas. No hay muchos lugares exactos. Un buen boletaire nunca revela donde ha llenado el cesto de fredolics, rovellons, llanegas y camagrocs, entre otros. Se lo calla y da pistas vagas.

Desde hace siglos, las familias catalanas han dedicado los meses de otoño a buscar y recolectar setas en los bosques de la región y quedándose para sí su conocimiento. Se trata de adentrarse en la naturaleza, de buena mañana (mejor con los primeros rayos de sol que al atardecer) y tratar de ir a lugares con poca gente.

En cualquier caso, desde Crónica Global, facilitamos un listado de zonas, dividido por provincias.

Lleida

Es una de las zonas más comunes en los que buscar setas. La provincia tiene los Pirineos al lado y, antes de que llegue la temporada de esquí, los aficionados a la micología hacen un repaso a sus montañas. Hablamos de lugares como:

  • Vall de Llord
  • Sierras de Odèn
  • Port del Cantó
  • Sierra de Busa
  • Coll de Jou

Girona

Por mucho que el camí de Ronda sea montañoso, allí la tierra es demasiado seca y el mar está demasiado cerca para dar setas. Lo mejor es adentrarse hacia el interior y subir a las montañas. Especialmente, las prepirinaicas. Se trata de zonas como estas.

  • Salteguet
  • Sierra Cavallera
  • Bosque de Meranges
  • Bac de Setcases
  • Sierra de Boumort

Barcelona

Muchos desconfían de que en una provincia tan poblada como la de la capital catalana se puedan dar setas, pero casi cada año hay alguien que se adentra a Collserola y descubre más de una seta. Más allá de las montañas de la ciudad, uno puede ir aquí.

  • Macizo del Garraf
  • Borredà
  • Santa Maria d’Oló
  • Bosques de Brocà
  • Tossal de la Guàrdia

Tarragona

Por último, una de las zonas más olvidadas por algunos a la hora de ir a buscar setas y, tal vez por ello, una de las mejores para adentrarse en una naturaleza menos explotada. Ideal para los expertos que quieran descubrir nuevas zonas.

  • Musara
  • Sierra de Llaberia
  • Poblet
  • Sierra de Ancosa
  • Vall de Gaià

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