Mucho se habla de las catedrales góticas de Cataluña. Una novela de ficción habló de La catedral del mar de Barcelona, en referencia a la Iglesia de Santa María del Mar. Eso sin contar con la basílica modernista que hizo Gaudí en la Sagrada Familia. En cambio, muy pocos saben de la existencia de la catedral de agua que está oculta en territorio catalán.
Lo de oculta es un decir. En realidad, hay visitas guiadas para conocerla. Eso y que tampoco tiene forma de catedral, es el mote con el que se conoce un rincón de una de las fortalezas más imponentes de Cataluña.
Una 'catedral' agua
Bajo el castillo de Sant Ferran hay un espacio subterráneo, al cual sólo se puede acceder a través de una embarcación y que fascina a los que entran a descubrir esta fortaleza. Se trata de unas galerías de contramina y cisternas varias que se esconden bajo tierra y que asombran a todos aquellos que navegan por ellas.
Es cierto que no hay imágenes religiosas, tampoco el agua cae de manera majestuosa, pero se ha convenido en llamarlo así. Tal vez, porque impone la cantidad de canales subterráneos que hay bajo este edificio de defensa, el castillo abaluartada más grande de Europa.
Historia del castillo
El castillo de Sant Ferran ocupa 550.000 metros cuadrados en lo alto de una de las colinas de Figueres. Una superficie tan vasta como sobrecogedor es acercarse a sus muros y entrar en sus dependencias.
La fortificación abaluartada se construyó en el siglo XVIII bajo las directrices de Juan Marín Zermeño, comandante del Cuerpo de Ingenieros. Sus dimensiones son impresionantes: ocupa una superficie de 32 hectáreas, su perímetro es de 3.210 metros y, en sus cisternas (instalados bajo el patio de armas del castillo) podrían dar cabida a la friolera de 9 millones de litros de agua. A efectos prácticos, dentro de la fortaleza podían caber perfectamente 4.000 hombres. Su objetivo original: frenar todo tipo de invasiones.
Derruido por la guerra
El Castillo de San Fernando que se puede visitar actualmente en Figueres no es el original. A lo largo de los siglos se han producido destrozos como el de la monumental puerta de entrada al castillo, el almacén de la pólvora o el edificio del hospital en sí. Como resultado, el castillo ha vivido muchas reformas y restauraciones.
Siguiendo con las curiosidades, parte de los destrozos mencionados actualmente se deben a que, durante la Guerra Civil, el Castillo de San Fernando fue uno de los depósitos de la colección del Museo Nacional del Padre.
El castillo sufrió ataques por parte de los republicanos, perdiendo muchas de sus partes en diversos embates. También sirvió de sede del último discurso de Juan Negrín, presidente de la Segunda República.
Horario de visitas
¿Y puedes visitar el Castillo de San Fernando y comprobar por ti mismo sus vastas dimensiones? Afirmativo: el horario habitual es de 10:30 a 18:00 todos los días de la semana menos el lunes. Igualmente, debido a que según la temporada del año varía y que cierra también algunos festivos, recomendamos visitar su página oficial antes de ir para asegurar el tiro.
En cuanto a las visitas guiadas, debido a lo enorme que es el Castillo de San Fernando, los tipos de visitas se aglutinan en diversos bloques que abarcan secciones diferentes como el Recinto Interior o los Espacios Subterráneos, llamados "la catedral del agua", porque son un conjunto de canales subterráneos que dejan circular el agua y a los que accedes en barca. Eso sí, se trata de una visita no apta para claustrofóbicos.
Cómo llegar
Para llegar al Castillo de Sant Ferran en Figueres desde Barcelona en coche, se recomienda tomar la autopista AP-7 en dirección a Girona/Francia, por la que se tarda una hora y media, dependiendo del tráfico. Es necesario seguir por la AP-7 hasta la salida 4, señalizada como Figueres/Roses, y después seguir las indicaciones hacia la ciudad por la N-IIa.
Una vez en Figueres, las señales hacia el Castillo de Sant Ferran guían fácilmente al visitante hacia su ubicación, situada al oeste del centro urbano. El recorrido continúa hacia la calle del Castillo, donde se encuentran más indicaciones que conducen directamente a la entrada principal. El castillo cuenta con un área de aparcamiento, lo que facilita el acceso y la visita sin mayores complicaciones.