La ruta de senderismo en el Pirineo catalán que lleva a un dolmen de la Edad de Bronce: más de 4000 años de historia

Desde hace unos años, los aficionados a caminar por la montaña empezaron a buscar dólmenes para ir a pasar un día en la montaña y darse un paseo. En Cataluña las rutas de senderismo con dirección a un dolmen se cuentan por decenas, aunque algunos destacan por su atractivo.

Qué es un dolmen

Para los que no sepan qué es un dolmen o les suena la palabra, pero no tiene claro qué es, recordar que se trata simplemente de una construcción megalítica que servía como tumba colectiva. Hablamos de la prehistoria, sobre todo el periodo del Neolítico y la Edad del Bronce, hace entre 5.000 y 4.000 años. 

Estas estructuras están formadas por grandes piedras verticales que sostienen una o varias losas horizontales, creando una cámara funeraria cubierta. Además, suelen estar rodeados por un túmulo de tierra y piedras que, además de proteger la cámara, les otorgaba una mayor visibilidad en el paisaje. 

Una de las principales curiosidades de estas construcciones funerarias es que se cree que estos monumentos fueron utilizados en varias ocasiones. En varios de estos dólmenes se ha hallado en su interior restos óseos de diferentes épocas, junto con objetos personales y ofrendas que acompañaban a los difuntos.

Por otro lado, estos monumentos no solo cumplían una función funeraria, sino que también eran centros de rituales y ceremonias vinculados a la muerte y la memoria de los ancestros. Un ejemplo claro de la compleja relación de las sociedades prehistóricas con su entorno y sus creencias.

El dolmen de la Cabaneta

Si uno quiere acercarse a una de estas formaciones, puede acercarse al Pallars Sobirà. Allí se encuentra el Dolmen de la Cabaneta, también conocido como Dolmen d’Envall, cuyo nombre hace referencia al municipio más cercano de este lugar de los Pirineos.

Esta construcción funeraria comparte las características típicas de los dólmenes pirenaicos. Se aprecia una cámara central que servía de tumba y un corredor que permite el acceso a ella. Rodeando la cámara se encuentra un túmulo, que no solo protegía la estructura, sino que también la hacía destacar en el terreno, probablemente con la intención de ser visibles desde la distancia y de marcar un lugar sagrado o importante para la comunidad.

Historia de este dolmen

El dolmen de la Cabaneta es uno de los monumentos megalíticos más destacados de la región pirenaica de Cataluña. Construido hace aproximadamente 4.000 a 4.500 años durante la Edad del Bronce, representa un importante vestigio arqueológico que nos conecta con las prácticas funerarias de las sociedades prehistóricas que habitaron esta zona. 

Otro atractivo de esta formación es que se trata de la primera tumba prehistórica de este tipo en el término municipal de Torre de Capdella y es reconocida por su buen estado de conservación. No en vano, se ha convertido en un atractivo punto de interés tanto para arqueólogos como para amantes de la historia y la naturaleza.

Dónde está

El dolmen se encuentra en lo alto del Serrat de la Cabaneta, en la zona limítrofe entre los municipios de Torre de Capdella, en el Pallars Jussà, y Baix Pallars, en el Pallars Sobirà. Para llegar se debe tomar el sendero que parte de la Pobleta de Bellveí, por un camino asfaltado situado a la izquierda de la carretera. 

Este primer tramo asciende de manera suave, lo que lo hace accesible para la mayoría de los caminantes. Al llegar al pequeño pueblo de Envall, se cruza por sus calles hasta encontrar, a la derecha de una pista forestal, un sendero que sube hacia el Dolmen de la Cabaneta.

Cómo llegar

Este último tramo del recorrido presenta una pendiente más pronunciada que la anterior, pero sigue siendo un camino sin grandes complicaciones y perfectamente transitable. A medida que se avanza, el sendero ofrece vistas impresionantes del entorno natural de los Pirineos. Finalmente, tras una corta caminata, se alcanza el dolmen.

La meta promete. Su ubicación estratégica, en la ladera occidental de la Serra de Ruixou, permite disfrutar de vistas impresionantes de los Pirineos y resalta la importancia de estos monumentos como marcadores territoriales y puntos de referencia para las comunidades prehistóricas.