Susi Sánchez es toda una dama del cine, un icono de elegancia y una trabajadora inconmensurable. No se detiene. Prueba de ello es que, hace dos años, tras recoger el Goya a la mejor actriz de reparto por Cinco Lobitos, salió corriendo hacia Perú para rodar Reinas, la película de la realizadora Klaudia Reynicke que este 6 de septiembre llega a las salas de cine.

“No hubo entrevistas ni feedback de ningún tipo”, cuenta a Crónica Global. “Me fui y a partir del momento empecé a hablar con acento peruano, porque era la única forma que tenía de poder atajar a esta señora, además a abuela peruana”, prosigue.

No fue fácil. “El acento peruano es muy difícil porque es muy sutil, no es tan marcado como otros acentos más fáciles de imitar”, apunta. “Además, es muy coloquial, por lo que no podía improvisar. Veía a mis compañeros que improvisaban, incorporaban texto a cosas, pero claro yo no controlaba tanto el idioma como para poder hacer eso, me sentía pillada”, recuerda sobre el rodaje.

Claro que contaba con una ayuda inestimable, la de Abril Gjurinovic, su nieta pequeña en la película. La española le preguntaba como dirían tal cosa y la niña respondía. “¡Pero me lo decía actuándome! Para ver como tenía que hacerlo”, cuenta sonriendo. Una prueba más de que eso de que es difícil rodar con niños es pura leyenda. “Es una maravilla. Hay que saberlos entender. Tienen sus tiempos, sus necesidades y su psicología propia también. Pero son maravillosos”, confirma Sánchez.

Susi Sánchez GALA ESPÍN Barcelona

La actriz atiende a Crónica Global de promoción en Barcelona, ciudad a la que volverá en breve para rodar la nueva serie de Pau Freixas, Legado. Pero eso es otro cantar. Antes, como vicepresidenta segunda de la Academia de Cine, le toca preparar la campaña de los Goya.

Pero ello, profesional, se centra por unos momentos en hablar de Reinas. Película por la que regresó por segunda vez a Perú. “No he ido nunca a ningún país sudamericano a rodar una película. Y justo a Perú he ido en dos ocasiones diferentes”, comparte. La primera vez fue para rodar La teta asustada, la segunda para esta Reinas que ahora se estrena y que cuenta la historia de una familia que, en el Perú de los 90, el de Fujimori y el terrorismo de Sendero Luminoso, todo un telón de fondo. “Esta historia pesa y durante muchísimos años, durante prácticamente toda la historia moderna, en prácticamente todos los países sudamericanos”, revela la actriz.

Su lazo con Perú

Sánchez cita una frase de Chinatown para hablar de esta cuestión, “la historia se repite permanentemente en cualquier caso, en cualquier aspecto de la vida. Y en la política en los países suramericanos sucede esto”. "Cada vez que hay un personaje que tiene mucho poder, que abusa de ese poder, hay un golpe de estado o algo similar que hace retroceder al país un montón de tiempo atrás”, sentencia.

Lo sabe porque ella recuerda “vivir desde España la época de Sendero Luminoso. Nos parecía algo muy trágico que sucediera. Es triste ver qué sucede cuando un país quiere levantarse y no se lo permiten bajo ningún concepto porque los que sostienen el poder no están dispuestos a hacer lo que tienen que hacer”.

Fotograma de 'Reinas' DIEGO ROMERO BTEAM PICTURES

Esta realidad se cuela en la ficción de Reinas. Que cuenta algo así como una historia de separaciones. Por un lado, la protagonista, Pilar (Tatiana Astengo), se ha separado del padre de sus hijas, Carlos (Gonzalo Molina). A él le pide que firme el consentimiento para que ella pueda irse a trabajar a Estados Unidos, donde ha encontrado trabajo, y hacerlo con las hijas de ambos. Claro que las pequeñas no lo tienen tan claro. Pero Sánchez, añade un matiz.

“Es verdad, es una historia de separación, pero al mismo tiempo la de una unión amorosa. La paradoja de la película es que justamente se tienen que separar en el momento en que se han conseguido unir. Pero bueno la vida es así también”, sentencia. Para la actriz, “allí es donde tiene más fuerza la película es en la transformación del padre", un hombre que, a su parecer, "se ha echado casi así mismo a la basura y, a través del amor y de lo que va sintiendo por sus hijas, se va reconciliando consigo mismo y se convierte en otro ser humano”.

Susi Sánchez GALA ESPÍN Barcelona

También habla de un hecho que sigue siendo de actualidad, de las personas migrantes que se ven obligados a dejar atrás a su familia. Usted en ‘Reinas’ hace el papel de una madre que se resigna a ver cómo su hija se va.
Bueno, esto sigue pasando. Ya no en allí sólo, mira cómo está el mar Mediterráneo, mira cómo estamos ¡Es una cosa tremenda! Y allí pasó exactamente lo mismo. Es una situación terrorífica. Por eso la película tiene esa actualidad tan apabullante y tan triste porque es algo que puede identificar en cualquier informativo que veas.
Aún así, ‘Reinas’ tiene algo de comedia. ¿O no lo podemos llamar así? ¿Es una mezcla?
Cada vez se hace más cine de ese estilo. Le han querido llamar dramedia, pero es que en realidad no tiene una definición, es cine. El buen cine, para mí, tiene que tocar muchas emociones. El buen cine o el cine ideal sería ese que genera un revoltijo en el espectador, ese que cuando ve una película le genera cosas. A veces agradables, a veces estremecedoras, a veces alegres, otras veces tristes, lloran, ríen.
Usted lo sabe porque ha trabajado con todos los grandes directores del cine español: Armiñán, Aranda, Gerardo Herrero… Bueno, es chica Almodóvar.
Señora, señora (bromea riendo). Me pilló mayorcita.
Bueno, pero eso es fruto de su trabajo ¿o es que escoge muy bien sus papeles y proyectos?
Es que fíjate que me mandan personajes que parece que saben que los puedo hacer. No siempre. Hay veces que he dicho que no porque no me veo en el personaje o no me siento preparada o no me interesa lo que cuenta el personaje o no me aporta nada a mí para poderlo sacar afuera y trabajarlo. Pero en general me ofrecen personajes que me van y no tengo que elegir demasiado, afortunadamente. Me cuesta mucho decir que no.
Pues que certeros todos, ¿no?
A ver, a mí es muy difícil que me ofrezcan una comedia así de tipo Aquí no hay quien viva. De eso nunca me van a llamar.

Susi Sánchez GALA ESPÍN Barcelona

Bueno, pero ahora quién sabe. Pero ahora ya es casi un icono del cine español.
No, no sé qué es un icono, no lo tengo claro. En cualquier caso, no me siento de ninguna manera en particular. A mí lo único que me importa es poder seguir haciendo el trabajo como a mí me gusta, seguir trabajando los personajes a fondo, poder dedicarle el tiempo que necesito para ir tranquila, para no pasar miedo. Yo me preparo los personajes muy a fondo, todo lo que puedo, básicamente para no pasar miedo, para no sufrirlo después en el rodaje.
¿Aún lo pasa mal?
Si no voy preparada, sí. La diferencia está en disfrutar muchísimo de algo y sentir cómo te expandes, cómo puedes improvisar con los compañeros, cómo se mueve la energía que se crea en la escena, y no con miedo.
Tal y como está el cine, ¿hay tiempo para poderlo trabajar?
Eso depende de las actrices y actores. Es un tiempo que no te pagan, por supuesto. Lo pagan a través del caché que cada uno cobre. Ese tiempo es una opción del actor o la actriz. Cuando estuve de jurado en el Festival de San Sebastián, que premiamos Jessica Chastain, leí que estuvo seis años preparándose ese personaje. No estaría todos los días allí dale que te pego, porque en esos seis años estaría haciendo cosas, pero no lo perdía de vista. Yo hago esto con los personajes. Me voy acercando a ellos, hago una lectura, veo cómo se posa esa lectura, a donde me lleva. Me hago otra lectura, empiezo a tomar notas y voy viendo y completando el paisaje de ese personaje. A través de los otros también, de todo lo que se habla en la historia. A partir de ahí yo puedo crear un personaje con una entidad. Trabajo mucho el carácter, me gusta mucho. Y también tengo que decir que para mi trabajo me ha ayudado mucho, mucho, todo el trabajo que he hecho de conocimiento personal.
¿Tan importante es?
Para mí, sí. Yo creo que un actor, o actriz, cuanto más se conozca, más posibilidades tiene de conocer y entender el mundo que le rodea y, por lo tanto, las personas que habitan el mundo.

Susi Sánchez GALA ESPÍN Barcelona

Lo decía, sobre todo, porque hablando con Aida Folch, ella comentaba que en el cine cada vez hay menos tiempo. También por culpa del presupuesto, claro. ¿Cómo lo ve usted también como académica? Porque da la sensación de que el cine español está cada vez mejor, está viviendo en un buen momento de reconocimiento a nivel internacional, pero cuando uno ve los números, es otra cosa.
El tema es la economía, el dinero. Esto es cada vez más claro en todos los aspectos de la vida, hasta en el arte. Esa es la contradicción también. Es verdad que se puede hacer arte con un euro. Yo me pongo ahora dónde sea y hago no sé qué cosa, una performance, y eso es arte y no necesito nada para hacerlo. En cine sí, es imprescindible tener dinero. Pero cuando hay producciones es imprescindible tener un apartado técnico que hay que sostener y un equipo que levantar. Entonces, se intenta rentabilizar más las producciones. Pero el problema ya no es este. El problema es que los presupuestos están muy mal repartidos. En general, el presupuesto para las mujeres directoras no sube de los 20 millones de euros. Jamás. Y con eso dinero tienen que hacer producciones potentes. Eso no pasa en las películas de acción, por ejemplo, y es en el que aún no se confía en las mujeres para hacerlas. Y estoy segura de que hay mujeres que harían unas películas de acción cojonudas, pero no se les da la opción. Y los presupuestos están muy descompensados. En general, el género masculino recibe un presupuesto mucho más alto, aunque no esté totalmente demostrada su capacidad de sacar un proyecto redondo, que a una mujer.
¿Cómo se puede trabajar desde la academia para erradicar esa brecha? ¿Está siendo fácil este camino? Porque después de tantos títulos y premios recibidos por parte de las cineastas debería ser más fácil, ¿no?
Yo intuyo que será más fácil, porque está habiendo una demostración real de que funciona. Funciona de una manera diferente al cine masculino. Pero es que hay una cosa imprescindible que se tiene que arreglar, a ver si este año lo conseguimos: hay una desproporción muy grande entre los académicos, hay un 30% de mujeres y un 70% de hombres. Esto pasa en la Junta Directiva también, que es lo primero que habría que arreglar, porque de ahí salen todas las decisiones, las votaciones de los Goya y todo aquello que la academia muestra o sale de ella. El 70% son votaciones masculinas, ellos tienen el poder, claramente. Y no sólo poder, sino el criterio y maneras de pensar. Por eso, este año, desde la Comisión de Igualdad en la que estoy, se ha creado una campaña para invitar a todas las mujeres que reúnan las condiciones profesionales de todos los ámbitos del cine (maquilladoras, maquinistas, electricistas…) a apuntarse de aquí a diciembre para estar un año gratis en la Academia, todo 2025. Después de ese año, si continúan con ganas y pueden pagar, continuarán. Las que no, no continuarán, pero por lo menos tienen un año con la posibilidad de conocer las actividades de la Academia, de relacionarse con compañeros de profesión, de ver películas, de hacerse conocer, de crear equipos de trabajo. La Academia ofrece muchas posibilidades, pero si no estás en ellas, imposible acceder a ellas.
Si usted es minoría, ¿se siente todavía peleando para poder sacar este tipo de proyectos adelante?
Sí.
¿Y cómo saca la fuerza?
Mira, hay que tener mucha paciencia. Mucha paciencia y mucho aguante, porque la misoginia existe. Y aunque en el mundo de la cultura teóricamente eso no tendría cabida, porque es gente de mente más abierta y todo esto, hay algo interno en la educación o en la memoria celular que hace que persista como una prioridad la opinión masculina antes que la femenina. Esto es así.

Susi Sánchez GALA ESPÍN Barcelona

Para acabar. ¿Cómo se trabaja desde la Academia para combatir los casos más graves, los abusos que han ido descubriéndose?
Es todo un tema eso. Ahí nos hemos aliado también con la Academia Catalana, porque ellos son los que han hecho un poco el vademécum, digamos. Han establecido unas normas a las que nos hemos sumado y queremos que todo el resto de la Academia se sume también a ellas, a lo que han creado.
A pocas horas, ¿cómo se presenta la elección de candidata a los Oscar?
No tengo ni idea.
Bueno, pues desde la Academia, ¿cómo se ve la situación del cine español?
Pues un poco lo que te hablaba, yo creo que en un sentido está creciendo mucho. Estamos saliendo un poco de las grandes producciones, que era lo que más parecía que atraía al público, y el espectador está sintiéndose más atraído por las pequeñas historias que tienen más que ver con ellos. Hay una cosa curiosa que pasa en el cine, cuando tú muestras un personaje de una forma no unilateral, es decir, presentas un personaje con sus luces y sus sombras, como tenemos todos en realidad, es cuando la gente se identifica y cuando entra en la película. Pero no siempre se suelen presentar así los personajes. Normalmente, son historias de buenos y malos, eso no existe en la realidad. Esto lo han de tener en cuenta los directores, porque las mujeres ya se han dado cuenta.

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