El restaurante de montaña catalán que enamora a los excursionistas: platos típicos a 2.200 metros de altura
Un local situado en uno de los valles más inaccesibles del Pirineo triunfa ya en redes
3 septiembre, 2024 09:32Noticias relacionadas
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No vamos a descubrir el pan de ajo si afirmamos que la gastronomía catalana está a la altura de las grandes ligas. El número de restaurantes con Estrella Michelín no pueden contarse con las manos, pero es que, además, los locales gastronómicos más pequeños tienen una calidad que se desmarca.
Buena prueba de ello es que, incluso en lo alto de los Pirineos, uno puede encontrarse con un restaurante de una calidad excelente. Sólo hace falta ver las reseñas que aparecen en Google y otros portales gastronómicos para darse cuenta de que algo pasa a 2.200 metros de altura.
Cambio de nombre, mismo lugar
A esta altitud se encuentra un lugar que combina la magia de la montaña con la buena mesa. Se trata del bar-restaurant que antes se conocía como Telefèric Estany Gento y que ahora ha renacido con el nombre de Can Dela.
El cambio de nombre y de dueños no ha cambiado para nada la belleza y la sofisticación del lugar. Situado en la población de La Torre de Cabdella, en la provincia de Lleida, este restaurante se ha convertido en un refugio imprescindible para los amantes de la naturaleza y la gastronomía.
Dónde está
Con un ambiente acogedor y familiar, es el destino perfecto para aquellos excursionistas que buscan reponer fuerzas en un entorno inigualable. Y es que este local se encuentra en medio de la Vall Fosca, uno de los valles más hermosos del Pirineo catalán que oculta uno de los lagos más elevados de Cataluña, el Estany Gento.
Si al valle se puede acceder en coche, a este paraje cuesta más llegar. Si bien se puede subir andando, la mayoría de la gente lo hace en teleférico. Claro que tiene unos horarios limitados y en plena temporada de invierno no abre debido a los riesgos de quedarse varado por la nieve.
Cómo llegar
Eso no quita que subir merezca la pena. La dificultad de acceso y la necesidad de sacar entrada para esa zona, le confiere una tranquilidad y una conservación sin igual. Sólo hace falta asomarse a la terraza del restaurante del que hablamos y echar un vistazo alrededor para ver que este en un espacio único.
Con semejante entorno, el riesgo del restaurante del lugar tiene el listón muy alto. ¿Cómo estar a la altura de un paisaje semejante con laderas recubiertas de verde y el azul del Estany Gento reflejando el cielo en sus aguas? Con un buen servicio y una mejor comida.
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Qué comer
El restaurante no solo destaca por su ubicación privilegiada, sino también por su oferta gastronómica variada y deliciosa. Desde tapas y entrantes hasta suculentos platos principales, el menú de Can Dela está diseñado para satisfacer a todos los paladares.
Entre sus especialidades, se pueden encontrar platos típicos de la región como el estofado de ternera con hinojo, el pollo cocido a baja temperatura durante 12 horas, y unas exquisitas albóndigas caseras. Los postres no se quedan atrás, destacando el cheesecake casero con mermelada Can Dela, un broche perfecto para culminar una comida inolvidable.
Cómo es: mucho más que comida
A la buena comida se le añade un ambiente cálido y acogedor que hace de cada visita una experiencia única. La decoración rústica y la atención cercana del personal crean un entorno que invita a relajarse y disfrutar de cada momento, ya sea después de una intensa jornada de senderismo o simplemente para disfrutar de la tranquilidad de las montañas. Con vistas espectaculares y una atmósfera que mezcla lo tradicional con lo familiar, este restaurante se ha convertido en un punto de encuentro para excursionistas y amantes de la buena mesa.
Después de una caminata o un paseo en teleférico, no hay mejor recompensa que una comida reconfortante en este acogedor rincón del Pirineo catalán. Los excursionistas ya lo saben y las redes, también. Los dueños del bar Can Dela se han esforzado en darse visibilidad y lo han logrado.