Si hay algo conocido de la gastronomía española, es la tortilla. Es cierto que la omelette francesa no se le queda atrás pero los españoles se han hecho un hueco a nivel mundial gracias a su variedad de patatas. Aunque no para todos.
Éste es uno de los platos más versátiles de la gastronomía. Si en su día quedó algo desprestigiada, porque cualquier bar de carretera tenía en su barra una tortilla de patatas plantada en su barra, el tiempo ha querido que se haya convertido en una receta gourmet.
Un plato de moda
Desde hace años, las principales ciudades y capitales españolas han abierto restaurantes especializados en tortillas. En Madrid está El búho o el Pez Tortilla y Barcelona cuenta con Los Tortillez y Mantequerías Pirenaicas, por poner sólo unos ejemplos.
Y es que más allá de la clásica tortilla de patatas, existe un sinfín de variedades que adaptan la receta a los gustos y productos locales, desde la tortilla de calabacín hasta la de setas. Pero hay una versión que, pese a sus beneficios saludables, ha logrado un dudoso honor, ser de las menos queridas a nivel mundial.
Una receta odiada
La publicación gastronómica TasteAtlas ha elaborado un listado de los peores platos o recetas de toda España y, en el puesto número 23 se encuentra este particular plato. Ni siquiera el hecho de ser un alimento lleno de propiedades ha convencido.
Se puede decir, pues, que la tortilla de alcachofas, a diferencia de su popular hermana con patatas, no ha logrado el mismo nivel de popularidad que otras variantes más tradicionales. Lo que no se sabe es qué pesa más si la mezcla o, directamente, su ingrediente principal.
Aspectos saludables
A pesar de ser una verdura rica en antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales, las alcachofas no son del agrado de todos. Su textura ligeramente fibrosa y su sabor amargo y terroso pueden resultar poco atractivos para muchos, especialmente para los más jóvenes o aquellos que no están acostumbrados a su peculiar perfil gustativo.
Este rechazo se refleja así en la aceptación de la tortilla de alcachofa, que a menudo se percibe como un plato de gusto adquirido, muy alejado de la popularidad de su hermana de patatas o de otras variantes más convencionales como la de jamón o la de queso.
Cómo se hace
A esto se le suma que la preparación de las alcachofas puede ser laboriosa para quienes no están familiarizados con su limpieza, ya que requieren de un proceso cuidadoso de pelado y eliminación de hojas duras para evitar que la tortilla quede con una textura desagradable. Este detalle, junto con su sabor poco convencional, hace que muchos opten por otras tortillas más fáciles de preparar y que garantizan el agrado de todos los comensales.
La receta de este plato tan poco querido se elabora con ingredientes simples pero cargados de sabor: corazones de alcachofa, huevos, aceite de oliva, sal y, en algunas recetas, un toque de ajo o perejil para realzar su gusto. La preparación es laboriosa, pero si se siguen los pasos puede hacerse en casa. Las alcachofas, previamente limpiadas y cocidas, se saltean en la sartén con un poco de ajo hasta dorarse ligeramente. Luego, se mezclan con los huevos batidos y se cocina todo a fuego medio hasta conseguir una tortilla jugosa y tierna.
Pros y contras
Con estos ingredientes y pasos para su elaboración, la tortilla de alcachofa no es la favorita en muchos hogares. Aun así, es innegable que ofrece una alternativa saludable y llena de sabor para quienes buscan incorporar más verduras a su dieta de forma diferente.
Al ser rica en fibra, ayuda en la digestión y es ideal para quienes desean mantener una dieta equilibrada sin renunciar al sabor. Su bajo contenido calórico la convierte en una opción perfecta para comidas ligeras o cenas saludables, siendo además apta para dietas vegetarianas.
Pero ya se puede decir misa y poner sobre la mesa (nunca mejor dicho) todos los puntos a favor de la tortilla de alcachofa, los datos son los que son y suele aparecer en la mesa con menos frecuencia que otras versiones más indulgentes. En los restaurantes, es común encontrarla en menús dedicados a opciones saludables o de temporada, pero rara vez protagoniza la carta principal, quedando como una opción secundaria frente a tortillas más tradicionales. Sin embargo, para los amantes de esta verdura, la tortilla de alcachofa es un manjar que combina lo mejor de la cocina casera con la sofisticación de un ingrediente mediterráneo.
Sea como sea, es importante aclarar que este no es un artículo contra la tortilla de alcachofas. Es evidente que el plato ofrece una explosión de sabores naturales y una textura suave que, acompañada de un buen pan o una ensalada y puede convertirse en una agradable sorpresa. Todo ello no quita que la tortilla de alcachofa no tenga el mismo reconocimiento que otras versiones más populares, es más a muchos le disgusta. Pero para gustos, los colores, dice el refrán. En una época en que hay restaurantes especializados en tortillas, seguro que aparece una que guste.
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