La herencia endiablada de Xavi Pérez en el ICS, la mayor empresa de la Generalitat
El gerente quería compactar la superestructura sanitaria; pero no lo ha logrado, o no le han dejado
13 agosto, 2024 00:00Noticias relacionadas
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Es la herencia endiablada en el Instituto Catalán de Salud (ICS) que se encontrará la nueva consejera de Salud, Olga Pané. El gerente de la mayor empresa pública de la Generalitat de Cataluña, Xavier Pérez, quiso "compactar y simplificar" la macroestructura sanitaria de 55.000 trabajadores. Siga o no con la consellera Pané, por lo pronto, no ha logrado su objetivo.
Lo detallan fuentes del sector sanitario, que alertan de que Pérez "llegó al ICS convencido de que podría desplegar el modelo que firmó donde estaba antes. Y no ha podido. O no le han dejado". Donde estaba antes era el consorcio Serveis Sanitaris Integrats Baix Empordà (SSIBE), con cabecera en el Hospital de Palamós.
Allí, en el proveedor gerundense, el alto mando consiguió "integrar el nivel hospitalario con la atención primaria, los ambulatorios". Fue satisfactorio. Al ser nombrado en el ICS, "intentó hacer lo mismo y lo anunció, pero no lo ha podido hacer".
¿Seguirá?
El doctor Xavier Pérez fue nombrado a principios de 2023, como avanzó este medio. Tras ello, se creó un equipo a su medida para gobernar la superestructura del ICS, con 55.000 empleados. Su cometido, entre otros, era el de coordinar las gerencias territoriales.
Ahora, con el nuevo Govern de Salvador Illa y la consellera Olga Pané, hay incertidumbre sobre si seguirá. "Es un buen alto mando, pero todo nuevo consejero quiere un equipo de su sintonía. Es incierto sobre si continuará", detallan fuentes del sector.
Simplificación: "no"
Siga o no, Pérez no ha completado uno de sus cometidos: el de unir y hacer más coordinados los niveles asistenciales en el ICS, tal y como hizo en el SSIBE. De hecho, se cree que ha aumentado el número de máximos directivos al duplicar los del nivel hospitalario y el de la atención primaria, cuando antes sólo había uno.
"Es un modelo que bebe del de la Dirección General de Policía, de donde venía Joan Manuel Rebollo, una de sus manos derechas, y que se marchó a la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) en enero de este año", detallan las mismas fuentes.
Sea cual fuere la razón, "hay más capitanes y más marineros" que antes.
Pacificación del ICS
Eso sí, en apenas año y medio, Pérez ha logrado colaborar en la pacificación de la gran empresa pública al firmar el Tercer Acuerdo de Condiciones Laborales, el macroconvenio del proveedor.
En la rueda de prensa de presentación, el alto cargo aparecía junto al conseller Manel Balcells (ERC), que sudó, pero logró que la mayoría sindical de CCOO, UGT, Metges de Catalunya y Satse ratificaran el pacto.
'Generales' en Balmes, 22
Cabe recordar que la gobernanza del ICS no es como la del resto del sistema. Sobre el papel, la empresa pública tiene cierta libertad de gestión, pero en realidad depende presupuestariamente del Departamento de Salud. Y también en lo que a líneas organizativas se refiere, contra lo que pudiera parecer.
Quizá por esa intervención continua, la macroempresa situada en la confluencia de las calles Balmes y Gran Via de les Corts Catalanes ha acuñado una suerte de generales. Es el caso del propio Rebollo -que ya no está, ahora enseña en la UPC-; el todopoderoso Miquel Arrufat, director de Gestión -y financiero-; o el jefe de Personal, Xavier Saballs, entre otros.
Se estima que el poder real lo tienen estos directivos, y no el gerente. "Un caso claro es el de Pérez, que quería más integración, y no la ha conseguido. Y él no se lo ha tomado bien".
El 'caso Logaritme', única mácula
En general, no obstante, se "valora" la figura del director gerente. Se le considera un alto mando "capaz y con ideas" que podría sobrevivir perfectamente en el equipo de la consellera Pané. Pero será ésta, y nadie más, quien decida si el médico de familia se queda.
Al final, el único borrón en su expediente es el caso Logaritme, en el que se destapó que la logística del ICS vendía seguros privados a su plantilla, dando un ejemplo pésimo a la ciudadanía. Tras publicarlo este medio y llegar al Parlament, la oferta se terminó.
El entonces gerente de la participada, Albert Tarrats, acabó destituido de forma elegante y con discreción. Ha terminado de CEO de Clínica Girona, un proveedor privado-concertado.